Sin humanidades solo queda el sometimiento
Si la educación se convierte en esclava de la productividad y la utilidad, educaremos solo para crear sujetos serviles.
Si la educación se convierte en esclava de la productividad y la utilidad, educaremos solo para crear sujetos serviles.
Aquello que tanto admiraba Ortega y Gasset vive en los pequeños detalles: escuchar mucho y hablar lo necesario.
Los horrores urbanísticos han dejado a España irreconocible, sepultada tras innumerables y crueles capas de hormigón.
Solo una reforma del pacto social permitirá que los jóvenes reconecten con la esencia de la democracia.
Los medios de comunicación tienen mucho que aprender a la hora de informar sobre la violencia sexual de forma ética.
No son pocos quienes hablan ya del 'lawfare' a través de toda ideología: ¿hay una guerra judicial contra la política?
Estamos siendo testigos directos de que, en muchas ocasiones, lo más moderno no es necesariamente lo que necesitamos.
Treinta años después, 'Las armas y las letras', de Andrés Trapiello, es una obra imprescindible para evitar simplezas.
Los parámetros de liberación social reflejan, en parte, algunas de nuestras relaciones: inestables, efímeras y líquidas.
Cuando hablamos tan solo en nuestro nombre logramos algo difícil: rechazar la actual y habitual pretensión de verdad.
Solo transformando la pasividad actual favorecida por el optimismo y la autoayuda podremos reconquistar el presente.
A veces tenemos la necesidad de excusarnos por la culpa que sentimos, pero ¿no es esta también un síntoma de lucidez?
El creciente individualismo de nuestra época nos ha vuelto más cautivos de las ideologías que nunca.
Creer en el mérito como base social significa rechazar la jerarquía impuesta por los apellidos y las rentas heredadas.
Lejos de «perderse» o «desperdiciarse», hay actividades con las que la pausa gana y conquista el tiempo.
No pasa nada si los jóvenes se demoran en el camino a ser ciudadanos: tarde o temprano, su politización también llegará.
Reconciliarnos con el espacio silencioso de nuestra soledad puede ayudarnos a conocernos y a refugiarnos en la calma.
A pesar de ser considerado el padre del pesimismo, sus ideas resultan esenciales para enfrentarse a los males actuales.
Las redes sociales están sobrediagnosticando patologías mentales como si de tribus urbanas se trataran.
¿Qué ocurre cuando lo erótico deja de ser íntimo y queda en manos del escrutinio público?
Las redes sociales han hecho del abandono a uno mismo una nueva tendencia social.
La argumentación ha quedado relegada a un segundo plano: ahora solo sabemos imponer nuestra opinión.
La novela de Aldous Huxley aún sabe retratar los vicios de un presente marcado por el desarrollo técnico.
La historia es una sucesión de situaciones críticas: nuestra época no tiene (ni tendrá) el monopolio de la desazón.
¿Qué habría ocurrido durante el 'procés' si en un universo paralelo hubiéramos rechazado entrar en la Alianza Atlántica?
Los ídolos de nuestra España se van genuinamente añorados, pero no propiamente despedidos.
Los precios suben. ¡Los propietarios son más ricos! Pero su riqueza depende de la pobreza de los no propietarios.
Siete años después de haber prometido la abolición, el PSOE reemprende la cruzada con escasa credibilidad.
Defender a los inmigrantes agitando la bolsa de las pensiones es como defender el esclavismo señalando las pirámides.
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