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Biodiversidad

La vida privada de los pájaros

Las urracas hacen funerales y son bastante inteligentes, mientras las gallinas se entregan a juegos de poder en el gallinero. Entender la vida de las aves ayuda a comprender el mundo.

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10
septiembre
2025

La prueba del espejo es un test que mide la conciencia que se tiene sobre el propio yo. Esto es, ante el propio reflejo, ¿se logra ser consciente de que quien está al otro lado es una o uno mismo y no otro animal distinto? Los bebés humanos no alcanzan a aprobar hasta que cumplen más o menos dos años. En 2008, un grupo de científicos enfrentaron en Alemania a cinco urracas a la prueba del espejo. Tres de ellas la pasaron.

La lista de los animales que consiguen pasar el test del espejo se reduce a un limitado ciertas ocasiones, con mamíferos de gran tamaño que tienen cerebros grandes. Las orcas, los grandes simios, los delfines o los elefantes logran el autorreconocimiento. También esas tres urracas alemanas. No es casualidad: las urracas tienen alguna que otra cosa en común con los seres humanos. Les gusta el brilli-brilli, hacen funerales cuando fallece un miembro del grupo y, si haces algo que te ponga en su lista de gente que les cae mal, te la guardarán durante años. «Aunque nadie pretende decir que las urracas son filósofos o humanos, el experimento del espejo planteó nuevas interrogantes sobre la inteligencia aviar y cómo se diferencia de la nuestra», escribe Noah Strycker.

Strycker es el autor de Esa cosa con plumas (Capitán Swing), un ensayo que se acerca a la vida diaria de las aves, sus capacidades y sus vínculos (a veces sorprendentes, otras inesperados) con los seres humanos. Las urracas, por cierto, son de las aves más inteligentes, junto con los cuervos y los loros.

Algunas anécdotas dan ejemplos curiosos de esta inteligencia. Así, unas urracas británicas tenían como hobby engañar a un incauto gato, paseando por una carretera para que viniese a cazarlas y levantando el vuelo cuando se acercaba un coche para que el gato no tuviese más remedio que huir a toda velocidad. Otras aprendieron a imitar un sonido que advertía de la llegada de un zorro para que los pobres perros de una casa se pasasen el día persiguiendo a zorros imaginarios.

Las urracas son de las aves más inteligentes, junto con los cuervos y los loros

Pero las urracas son solo una punta de lanza de una historia más completa. En el mundo existen miles de especies de aves. «Cuanto más estudiamos a las aves y conocemos más sobre sus comportamientos, más similitudes encontramos entre nosotros y nuestros amigos emplumados», señala Strycker. Entenderlo nos puede ayudar a comprender mucho mejor los ecosistemas y su funcionamiento y, de este modo, no solo entenderlos sino también determinar cómo protegerlos. Incluso nos puede servir para percibir de una forma más completa cómo opera la parte humana.

Strycker cuenta que los análisis de los comportamientos de las aves ya han ayudado a entender mejor los sistemas sociales o hasta las modas y las jerarquías. Ahí están los estudios de cómo se organizan las bandadas de estorninos, que usan los principios de la física teórica, o las investigaciones sobre la violencia en el gallinero.

Las gallinas son los animales más abundantes del mundo, apunta Strycker. Comemos cada vez más pollo y más huevos, lo que ha hecho que la población avícola explote. Las gallinas son muy comunes y familiares, lo que puede llevar a que pasen desapercibidas como sujeto interesante. Si se ha tenido un gallinero en casa, no es difícil acabar cayendo en la tentación de pensar que no son animales especialmente brillantes, aunque seguro que se ha tenido a alguna gallina o a algún gallo obsesionado con picotear a cualquiera que entrase en el gallinero.

Lo cierto es que en ese montón de gallinas de vida plácida se ocultan pasiones y estructuras sociales. Como cuenta el ensayista, las investigaciones científicas han demostrado que se picotean entre ellas para determinar el orden social del gallinero. La gallina alfa, por así decirlo, es a la que nadie ha logrado picar. Ella es la primera en comer en el comedero. Las demás gallinas saben muy bien quién está en la cumbre del orden social, cómo se organiza la lista y qué papel ocupan ellas en el sociograma. Solo si el número de gallinas supera las 30 (y con ello su capacidad para recordar caras) se rompe la baraja del orden social del gallinero.

La actividad humana ya ha llevado a la extinción a 1.430 especies de pájaros

El desconocimiento de los intricados juegos de poder de las gallinas tampoco es tan sorprendente. Al fin y al cabo, ¿qué sabemos de las aves que nos rodean? Quienes viven cerca de la costa saben mucho sobre las gaviotas. Saben que son muy inteligentes (posiblemente les sorprenda que no estén en esa lista con cuervos y loros) y que tienen una vida criminal intensa. Una conversación cualquiera con esas personas dejará testimonios de pinchos robados en terrazas, bocadillos perdidos a medio mordisco ante una gaviota que se levanta al vuelo y hasta ejemplares tan hábiles que son capaces de sacar de la mochila mal cerrada la bolsa de patatas fritas que se había llevado a la playa. Sin embargo, pocas personas saben que las gaviotas son una especie en peligro.

Es una situación en la que están muchas aves. La actividad humana ya ha llevado a la extinción a 1.430 especies de pájaros, el equivalente al 11% de las especies que existen en la actualidad. Las investigaciones científicas señalan que la extinción actual va a ser la peor a la que se enfrentarán las aves a lo largo de la historia. Con cada especie que desaparece se desequilibra el ecosistema en el que vivía, lo que tiene un efecto dominó sobre las demás especies de fauna y flora.

Es una catástrofe medioambiental que no siempre percibimos, porque vemos un poco sin ver las aves. Sabemos que suenan de fondo y nos gusta, porque conectamos sus trinos con algo agradable, pero ¿somos capaces de reconocer qué pájaro es el que canta o cuál es el que estamos viendo? Lo más probable es que no. Eso que, y volviendo al libro de Strycker, las aves nos ayudan a entender muchas cosas y nos cuentan también mucho sobre el mundo en el que convivimos con ellas.

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