Los límites de la empatía
La empatía, por sí sola, no es suficiente para eliminar normas injustas. Necesitamos algo más robusto: la solidaridad.
La empatía, por sí sola, no es suficiente para eliminar normas injustas. Necesitamos algo más robusto: la solidaridad.
Sería bueno ponernos a trabajar en las partes del sistema que tendríamos que transformar, no reformar ni retocar.
¿Seremos capaces de recuperar los significados más universales de la dignidad humana?
Es necesario darle la vuelta a la situación y pasar de la degradación a la utilidad: el capital natural...
La retirada de publicidad de más de 160 grandes corporaciones ha abierto un agujero de casi 50.000 millones.
«Con la creación de los ODS parecía que la Nueva Era de la Responsabilidad Social iniciaba su andadura»
Liderar es educar e invertir en educación, investigación y en salud, tres de los pilares de la dignidad humana.
El hombre libre está ligado a la naturaleza y al volver a ella el hombre se reencuentra a sí mismo.
Conocer adecuadamente la naturaleza de la crisis es una condición necesaria para que tomemos las mejores decisiones.
Mañana nos parecerá increíble que hoy aún existan personas condenadas a la pobreza y la discriminación.
No podremos salir de la pandemia sin garantizar los mínimos derechos de los trabajadores que nos alimentan.
Es prioritario que en las empresas sean las personas quienes lideren la tecnología y no a la inversa.
Nunca podremos olvidar a los que murieron por la pandemia, singularmente a los mayores que se nos fueron.
Desde que se anunció su publicación, la autobiografía de Woody Allen se convirtió en el centro de la polémica.
Debemos caminar hacia un modelo que valore a las personas y se adapte también a las necesidades de las empresas.
Cuando se hable de Responsabilidad Social, la figura y obra de un hombre bueno como Jordi Jaumà estará siempre presente.
¿Tiene sentido seguir con nuestros programas educativos y explicaciones cuando todo ha cambiado?
Las ganas de enfrentarse a tu trabajo van en descenso cuando ir al hospital es una lucha para disponer de un EPI.
La pandemia crisis ha puesto de manifiesto que tenemos una Administración obsoleta dirigida por presuntuosos.
Hoy consumimos no solo las cosas, sino también las emociones de las que ellas se revisten.
Los ciudadanos deberíamos impulsar y exigir una defensa radical del ser humano para recuperar la dignidad perdida.
Las criptomonedas no se conectan con la economía real: su valor depende de las expectativas autocumplidas.
Podemos alcanzar un gran acuerdo por el que todos los seres humanos tengan los mismos derechos y la misma dignidad.
Rendir cuentas no es algo coyuntural, ni una humillación, sino una obligación para los servidores públicos.
No se trata de retroceder en otras batallas abiertas y necesarias, como la que libramos contra el calentamiento global.
La humanidad ha sido testigo de una interminable sucesión de matanzas en nombre de la religión y el color de piel.
Tras un demoledor informe, la sanidad británica ha cerrado el servicio que atendía y medicaba a los menores trans.
No hemos perdido el gusto por el despelleje ajeno, pero ahora cualquiera puede hacerlo sin necesidad de un micrófono.
Los jóvenes de entre 15 y 25 años son cada vez más infelices y lo son en mayor proporción que los mayores.
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