Las energías renovables y la avifauna, aliadas en la transición energética

Las energías renovables hace años que están liderando el cambio de modelo económico y ganando fuerza en el mix energético de nuestro país, tanto por su sostenibilidad como por su eficiencia y su contribución a reducir el coste final del precio de la electricidad para el consumidor. Sin embargo, más allá de la propia producción de energía, también brindan otras oportunidades con la flora y la fauna de los entornos en los que se encuentran instaladas.

La Unión Española Fotovoltaica (UNEF), asociación sectorial mayoritaria de la energía solar en España, ha dado a conocer recientemente ocho de las especies protegidas o vulnerables, según el Catálogo Español de Especies Amenazadas publicado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, que han sido avistadas en proyectos de energía solar dispuestos a lo largo de todo el territorio español. Entre las especies localizadas se encuentran animales tan diferentes como el lince ibérico, la cigüeña negra o el sisón común.

Esta presencia se explica por hechos como que en los terrenos donde se sitúan estas instalaciones solares fotovoltaicas no emplean pesticidas, herbicidas ni fertilizantes, lo que evita la contaminación de los ecosistemas y de las aguas cercanas. Por tanto, estos hábitats resultan mucho más amables para las especies y, a su vez, abren un abanico de posibilidades para armonizar dos pilares fundamentales para la transición ecológica: la generación de energía renovable y la protección de la biodiversidad de nuestro territorio.

Miguel Ferrer: «Las plantas solares pueden ser diseñadas para contribuir al aumento local de la biodiversidad»

En esta armonización de propósitos existen muchas iniciativas diferentes, entre las que se encuentra la impulsada por las plantas solares desarrolladas por Statkraft y Texla en Alcalá de Guadaíra (Sevilla). En estas instalaciones, la organización ECABio, especializada en biodiversidad en Andalucía y entidad colaboradora de la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, ha avistado hasta 13 ejemplares de sisón común, una de las aves más amenazadas de la península ibérica y de Europa.

La selección y siembra de herbáceas autóctonas, así como la plantación de matorrales autóctonos, tanto bajo las placas solares como en zonas libres, proporcionan hábitats de cría y alimentación, favoreciendo la estabilidad de aves en situación vulnerable o en riesgo de extinción.

Así ha ocurrido en estas cuatro plantas sevillanas, ya que tanto las medidas ambientales impuestas por la Junta de Andalucía para corregir el efecto de las plantas, como las fomentadas por Texla y Statkraft —desarrolladores de estas instalaciones— han demostrado ser efectivas en la protección de la biodiversidad y están teniendo unos resultados favorables muy superiores a los previstos inicialmente.

Por su parte, la Fundación Migres, entidad sin ánimo de lucro orientada a la conservación y mejora del patrimonio cultural, ha elaborado un informe tras este descubrimiento donde ha apuntado a distintas actuaciones que se pueden emprender en las plantas operadas por Statkraft para aumentar la presencia del sisón común.

Este avistamiento ha mostrado a los diferentes expertos de la fundación que los animales se sienten a gusto en la zona y la conciben como un espacio habitable, lo cual muestra, a su vez, que las plantas de energías renovables y la biodiversidad pueden convivir en armonía.

Miguel Ferrer, presidente de la Fundación Migres, afirma que «con el manejo adecuado y en la localización correcta, las plantas solares fotovoltaicas pueden ser diseñadas de manera que contribuyan al aumento local de la biodiversidad o que, incluso, sean relevantes en los planes de conservación de algunas especies amenazadas».