Tala selectiva
¿Talar árboles ayuda a conservar el planeta?
Talar para conservar el planeta. Este es el planteamiento de la tala selectiva: un método que consiste en cortar ciertos árboles de bosques o selvas tropicales, en función de su tamaño, edad, especie y salud. Sus defensores aseguran que, más allá de que pueda parecer una contradicción, es una realidad en la ciencia forestal. Con ello se fomenta la regeneración natural, se mejora la estructura forestal y se preserva la biodiversidad.
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Talar para conservar el planeta. Este es el planteamiento de la tala selectiva: un método que consiste en cortar ciertos árboles de bosques o selvas tropicales, en función de su tamaño, edad, especie y salud. Sus defensores aseguran que, más allá de que pueda parecer una contradicción, es una realidad en la ciencia forestal. Con ello se fomenta la regeneración natural, se mejora la estructura forestal y se preserva la biodiversidad.
Sus críticos, sin embargo, indican que algunas intervenciones en la naturaleza, incluyendo los métodos de la tala selectiva, representan un riesgo para la integridad del planeta. «Es una de las principales causas de la degradación de los bosques tropicales», dice un grupo de expertos de la University of Cambridge, en un estudio publicado en British Ecological Society y titulado Impactos a gran escala de la tala selectiva sobre la biodiversidad beta de los árboles del dosel en la Amazonia brasileña.
Aunque en áreas pequeñas los bosques talados mantienen una gran variedad de especies de árboles (conocido como diversidad alfa), los científicos aún no comprenden completamente cómo la tala selectiva altera la composición y las diferencias entre comunidades de árboles a lo largo de grandes extensiones de terreno. En otras palabras, la cuestión sin respuesta es si esta práctica hace que las distintas partes de un gran bosque se vuelvan más homogéneas o si conservan sus particularidades a gran escala.
Esta técnica ayuda a reducir el riesgo de incendios forestales descontrolados, una labor crucial en sitios donde el clima cada vez es más seco
The Nature Conservancy, una organización internacional sin fines de lucro dedicada a la conservación de la biodiversidad, destaca que los bosques de tala selectiva que están bien administrados son entes sanos que pueden brindar servicios ecosistémicos clave para la preservación del planeta. Además, esta técnica está reduciendo el riesgo de incendios forestales descontrolados, una labor crucial en sitios donde el clima se torna cada vez más seco.
Esta práctica además permite la obtención de madera de forma controlada. «Implica extraer solo la mejor madera y dejar el resto en la masa forestal, por eso la tala selectiva tiene mayor productividad. Normalmente, la elección de árboles se basa en su diámetro, altura, especie y otros parámetros que contribuyen a su valor comercial», destacan los expertos de EOS Data Analytics, una firma que monitoriza tierras agrícolas vía satelital. En este sentido, dicen estos especialistas, la tala selectiva en la silvicultura a menudo se enfoca más en el beneficio económico a corto plazo que en una gestión forestal sostenible.
Ese método, conocido como high-grading, consiste en cortar los árboles más valiosos y de mejor calidad para maximizar las ganancias. A cambio, se dejan en el bosque los árboles de menor valor económico, a menudo aquellos más viejos, débiles o con maderas de baja calidad. Dicha práctica perjudica la regeneración del bosque a largo plazo, ya que las mejores especies son eliminadas antes de que puedan producir semillas, disminuyendo la calidad de la madera para el futuro. Teniendo en cuenta estos impactos, la tala selectiva debe y puede ser aplicada de una forma mucho más sostenible y responsable.
Por su parte, organizaciones no gubernamentales como WWF sostienen que la tala de una parte de los bosques primarios o bosques antiguos, esto es, ecosistemas forestales que han permanecido sin ser afectados significativamente por la actividad humana, puede ser aceptable si se realiza de manera responsable y se compensa con la reforestación o regeneración en otras zonas. El argumento a favor de esta postura se basa en la idea de que la antigua práctica de la tala rasa, que consiste en cortar todos los árboles de un área, está cada vez más en desuso en algunas regiones del mundo.
Los expertos de WWF dicen que, con una gestión forestal adecuada, los bosques pueden seguir desempeñando un papel en la mitigación del cambio climático. Y es que los bosques son, sin duda, el ecosistema terrestre más crucial para la biodiversidad.
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