«El mundo es muy grande y siempre hay nuevos proyectos por hacer»
¿Cuál es el límite de lo imposible? Cada nuevo reto en la mente de Kilian Jornet se convierte en otro récord en la historia del deporte de élite. Le gustan las carreras largas y cortas, hacer kilómetros verticales, carreras de esquí, travesías, ascensos a cumbres, encadenar montañas… Desde los Pirineos que le vieron crecer hasta las cumbres más altas del planeta, el esquiador, alpinista y escalador catalán está redefiniendo los límites de lo imposible, ahora también en el ámbito empresarial. Por eso, este año se ha unido al movimiento B Corp como embajador para demostrar que otra forma de hacer las cosas es posible.
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Kilian Jornet está considerado como el mejor corredor de ultra-trail de la historia. Ascendió su primera montaña tres mil con 3 años. A los 10, participó en su primera carrera de montaña. A los 29 se convirtió en la primera persona en hacer doble cumbre al Everest en menos de una semana, sin la ayuda de sherpas, ni cuerdas ni oxígeno suplementario y en tiempo récord. Hoy, a sus 36 años, sigue maravillando al mundo pulverizando récords, subiendo y bajando montañas más rápido que cualquiera. Reconoce que su brillante trayectoria deportiva no sería posible sin una intensa vida interior, sin el paso previo de conocer bien hasta dónde llegan sus límites. Desde su casa en Noruega, donde vive con su pareja y sus hijas, Kilian aparca por unos minutos la actividad al aire libre para atender nuestra entrevista.
¿Has salido ya a correr hoy? Como se dice en el movimiento B Corp: «Una acción que se repite crea un hábito, un hábito que se repite crea un carácter y es nuestro carácter el que determinará nuestro destino». En ese sentido, ¿tienes alguna rutina que hagas cada día?
Sí, hoy he salido a la montaña, algo que hago prácticamente todos los días. Cada día es un día diferente y vamos adaptándonos para poder dedicar tiempo a lo que nos hace felices, para poder combinar todas las actividades que nos gustan, pero siempre con un plan y unos objetivos en mente. Mis rutinas varían según los objetivos que tenga: si me estoy preparando para una carrera de ultra distancia o para un reto alpinístico todo mi día a día cambia y se adapta. Pasar tiempo en familia es uno de los hábitos que más hemos integrado desde que nacieron nuestras hijas. Por supuesto, el aire libre también forma parte de nuestra rutina diaria. En ocasiones, disfrutamos de él en familia aprovechando el entorno en el que vivimos y, en otros momentos, lo combinamos para salir a correr, montar en bicicleta o esquiar durante la temporada de nieve.
¿De qué forma crees que la montaña y el deporte te han ayudado a ser quien eres?
Crecí rodeado de montañas y supongo que esto me ha hecho ser quien soy hoy. No concibo mi vida sin estar cerca del aire libre y para mí el deporte es sin duda una de las mejores formas de estar en contacto con la naturaleza. Desde que era muy joven he interiorizado que no hay otra forma que disfrutar de las montañas si no es respetándolas y cuidándolas, y esta es la mirada a través de la cual entiendo también el deporte. Eres el mejor corredor de trail de la historia y uno de los mejores deportistas españoles, con más récords corriendo, escalando y esquiando.
¿Enfocas cada reto pensando en alcanzar un resultado concreto o te centras más en el proceso?
Para mí lo importante siempre ha sido disfrutar del proceso y conocer mis límites internos, y ese es mi objetivo. Me gusta practicar todo tipo de deportes que me permiten descubrir sitios y explorarme a mí mismo. Los resultados competitivos son una parte de esto, que te hace exprimirte aún más. Al final, competir es la excusa perfecta que tenemos los deportistas para entrenar más duro.
¿Cuál dirías que es tu propósito?
Mi propósito es tener siempre nuevos proyectos en mente, y este es mi motor: idear un reto y ver si soy capaz de hacerlo. El mundo es muy grande y siempre hay nuevos proyectos por hacer.
Cuando sufriste una lesión de rodilla tuviste que estar parado varios meses. ¿Qué aprendiste de aquello? ¿De qué manera crees que las dificultades nos ayudan a explorar nuevas posibilidades?
La lesión de rodilla sucedió cuando estaba en la cima de mi carrera deportiva como atleta junior, ascendiendo a la categoría senior y siendo muy competitivo. Mi vida giraba en torno a las competiciones, siguiendo un estricto régimen de entrenamiento y manteniéndome enfocado. La perspectiva de una cirugía y la incertidumbre sobre si podría volver a competir me llevaron a estudiar biomecánica por mi cuenta, y todo en general me hizo ver el deporte desde una perspectiva diferente.
¿Dirías que esta experiencia te ayudó a ser mejor deportista?
La verdad es que cuando volví a la competición lo hice de una manera mucho más relajada, y después de esto nunca he estado nervioso antes de una carrera. Desde entonces he pasado otros momentos difíciles como deportista, y todos ellos marcan un fin de etapa e inicio de otra, pasan por alguna razón y nos dan lecciones que nos hacen ser mejores.
Cuando ya coleccionas decenas de carreras ganadas, retos alcanzados y récords superados, ¿cómo haces para renovar la ilusión con cada nuevo proyecto?
Me pongo nuevos retos que me motiven. Sigo muy motivado e ilusionado para hacer cosas que no he conseguido hacer. Por suerte, los retos no se acabarán nunca porque somos nosotros mismos los que los podemos crear. Cada temporada es diferente, hay temporadas en las que mis retos son competiciones, otras son proyectos personales, para asegurar que estoy haciendo lo que quiero y lo que me motiva en cada etapa de mi vida. Nunca alcanzaremos un límite porque siempre podemos ir más allá, así que no creo que pierda nunca la motivación en este sentido.
«Cada persona (y cada empresa) es responsable de conocerse y saber dónde están sus límites, su nivel de exposición y compromiso»
Sabes que eres el ídolo de muchas personas en todo el mundo, que se sienten inspiradas por ti e incluso intentan imitar tus logros, ¿cómo te sientes? ¿Hay alguna clave para ejercer un liderazgo responsable?
La popularidad me ha costado siempre porque soy una persona muy introvertida y que disfruta de la soledad. Ahora, con las redes sociales, se ha reducido la privacidad, pero, desde el punto de vista de la comunicación, su auge nos ha dado algo muy bonito y es que todo el mundo puede expresarse y decir lo que piensa. Intento siempre expresar con sinceridad mis opiniones y mis valores cuando me comunico con los demás, me gusta compartir pensamientos y reflexiones sobre temas diversos que nos afectan a todos.
Durante décadas se ha ido mejorando la seguridad en la montaña, con mejores equipos técnicos y mayor conciencia social. Sin embargo, en los últimos años, han aumentado los accidentes e incluso las muertes por imprudencias, ¿cómo encontrar el equilibrio entre el riesgo de superar nuevos retos y batir nuevas marcas con la seguridad, que implica ir más lento? ¿Sería extrapolable esto al mundo empresarial (emoción, riesgo, desafíos… vs. seguridad)?
Cada persona (y cada empresa) es responsable de conocerse y saber dónde están sus límites, cuál es el nivel de exposición y compromiso al que está dispuesto a someterse y hasta dónde puede llegar. Yo hago un gran trabajo previo de autoconocimiento, llevo en las montañas muchos años y sé, hasta el milímetro, hasta dónde puedo llegar de forma segura y consciente. Claro, que siempre existe el factor no controlable de peligros en la montaña que se nos escapa y no podemos prever: avalanchas, tormentas, desprendimientos…
Tu vínculo con las montañas va más allá del deporte. Y en 2020 decidiste pasar a la acción creando una fundación para proteger las montañas y tomando medidas drásticas para reducir tu huella ambiental, como no viajar más de lo que supone emitir tres toneladas de CO2 al año. ¿Qué retos supone llevar a cabo este compromiso hasta el final?
Siempre he tenido muy presente lo vulnerable que puede ser el planeta y todos sabemos que, en ocasiones, mi trabajo exige viajar. Por suerte, también tengo al alcance muchos retos y carreras, por lo que decidí empezar a limitar mis desplazamientos. Ahora priorizo solo los viajes importantes, evitando participar en carreras muy lejanas y procurando aprovechar al máximo cada desplazamiento. Soy consciente de lo que eso supone, pero estoy feliz con esta decisión.
También has lanzado junto a Camper tu propia marca de ropa deportiva: NNormal. Y la has llevado al siguiente nivel en cuanto al cumplimiento de altos estándares de desempeño social y ambiental. ¿Por qué decidiste convertir tu empresa en una B Corp?
Desde los inicios hemos querido que NNormal sea, además de una empresa, una herramienta que cree un impacto positivo. Uno de los cometidos de la compañía es trabajar para avanzar hacia un mundo mejor, y sabíamos que a través del movimiento B Corp eso sería mucho más fácil. No concebimos una empresa si no es con un propósito social o ambiental detrás, y así es como decidimos que sería NNormal. A través de B Corp, sumamos fuerzas con otras compañías que tienen una visión parecida y que creen en el beneficio social y ambiental más allá de los fines económicos.
«La transformación de las empresas es fundamental para cambiar las reglas del juego y creo que B Corp hace posible que estas reglas ya estén cambiando»
En NNormal vendéis todo tipo de ropa y accesorios pensados para llevar «más lejos» a las personas. ¿Hacia dónde consideras que deberíamos dirigirnos como sociedad? ¿Y en lo que respecta al sector privado? ¿Qué límites crees que deberían atreverse a traspasar las empresas?
Las empresas son, sin duda, herramientas con una gran influencia social, de modo que el sector privado juega un papel fundamental. En NNormal no solo queremos desarrollar ropa y accesorios que lleven a las personas más lejos y les ofrezcan rendimiento en sus actividades al aire libre, sino que también queremos trabajar para avanzar hacia un futuro mejor tanto para el planeta como para las personas y las generaciones que están por venir. Para ello, sabemos que debemos anteponer nuestros valores ante muchos otros fines y no imaginamos hacer las cosas de ningún otro modo.
Ser parte del movimiento B Corp demuestra el poder que tenemos como ciudadanía para cambiar el mundo y cómo la empresa puede ser un motor de cambio. ¿Qué te atrae del movimiento B Corp? ¿Por qué estas cuestiones son relevantes?
La responsabilidad que tenemos como sociedad para conseguir que el futuro del planeta sea mejor es muy importante, así como la responsabilidad individual de cada persona y la responsabilidad de las empresas. Lo que me atrae del movimiento B Corp es que defiende el modelo de empresa sostenible, y que trabaja para demostrar que hay una forma de hacer las cosas mejor. La transformación de las empresas es fundamental para cambiar las reglas del juego y creo que B Corp hace posible que estas reglas ya estén cambiando.
Tras haber viajado por todo el mundo y conocido tantas montañas y cumbres del planeta, has podido comprobar cómo retroceden los glaciares y se complica el acceso al agua de millones de personas, ¿cómo llevas a cabo tu activismo medioambiental y social? ¿Has podido aprender de otras culturas y de cómo se relacionan con la naturaleza?
A lo largo de mi vida y mi carrera como atleta he tenido el privilegio de poder viajar y convivir con otras culturas de las que he aprendido un sinfín de cosas. Gracias a algunos de estos viajes he aprendido que la naturaleza puede darnos todo lo que necesitamos y que, por este motivo, debemos cuidarla y respetarla. Tener la oportunidad de conocer a gente de todo el mundo me ha servido para darme cuenta de que es posible vivir con menos, y eso es lo que intento. En este sentido, priorizo comprar productos que son más duraderos, aunque esto suponga un coste extra, por ejemplo.
Antes de despedirnos, ¿alguna vez has pensado en dejar de competir? ¿Qué te ves haciendo cuando tu cuerpo ya no te permita seguir batiendo récords?
Prefiero centrarme en el día a día y no pensar demasiado en el futuro. Por ahora, sé que las montañas seguirán siendo el lugar en el que me siento feliz, por lo tanto, sé que seguiré disfrutando de ellas siempre que pueda.
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