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Salud

Sistema sanitario

Cómo recuperar la relación con tu médico

4 de cada 10 pacientes desconfían del sistema sanitario. ¿Cómo podemos conseguir que el médico deje de ser un extraño para convertirse en una persona de confianza?

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13
febrero
2025

Según algunos estudios, cuatro de cada diez pacientes desconfían del sistema sanitario, un fenómeno que ha influido en el enfriamiento de la relación entre médicos y pacientes. Factores como las crisis económicas, la pandemia, los recortes presupuestarios, los constantes cambios de profesionales y la saturación del sistema han creado la sensación de que los médicos no disponen de tiempo suficiente para escuchar los problemas de sus pacientes. Este escenario genera desconfianza y frustración en los usuarios, quienes se sienten maltratados por las instituciones y, como consecuencia, experimentan un estado de preocupación e irritación.

La creciente burocracia, el uso masivo de la tecnología (como las historias clínicas electrónicas), la sobrecarga laboral y la falta de tiempo también contribuyen a que los pacientes se perciban como números dentro del sistema. Esto contribuye a la pérdida de cercanía y cordialidad en la consulta. Muchos pacientes sienten que no se les explica adecuadamente su diagnóstico o tratamiento, lo que disminuye su adherencia terapéutica y su compromiso con el cambio. Además, la cultura de la inmediatez y la proliferación de nuevos diagnósticos (las nuevas intolerancias, los mil tipos de alergias…) han generado una ansiedad excesiva por patologías menores, confundiendo etapas normales de la vida, como el embarazo, la jubilación o la menopausia, con enfermedades. Esto ha llevado a lo que se conoce como la «medicalización» de la vida cotidiana.

Muchos pacientes sienten que no se les explica adecuadamente su diagnóstico, lo que disminuye su compromiso con el cambio

La confianza en el equipo sanitario es fundamental para mejorar el abordaje de la enfermedad, tanto si el resultado es la curación o no, como subrayan las doctoras Alegría Domínguez y Carolina de la Pinta. Los remedios ante esta situación pueden ser diversos. Desde una perspectiva preventiva, invertir tiempo en el cuidado integral de la salud resulta rentable: adoptar hábitos saludables, llevar una dieta equilibrada, practicar ejercicio regularmente, gestionar el estrés de manera eficaz y ponerse las vacunas necesarias.

Las decisiones no deben basarse únicamente en los datos científicos, sino también en el contexto vital del paciente

En la consulta, la primera medida para reducir el distanciamiento es contar con el tiempo necesario para que tanto médicos como pacientes puedan expresarse de forma satisfactoria. Es fundamental que el paciente se muestre transparente al compartir sus dudas, inquietudes o preferencias, lo que permitirá a los médicos elegir el tratamiento más adecuado. Los especialistas pueden tomar mejores decisiones cuando cuentan con información clara y sin reservas por parte de los pacientes. En algunos casos, aún persiste un clima de inseguridad, por lo que es fundamental preguntar todo lo necesario sobre el diagnóstico o tratamiento. Mantener la calma y esforzarse por comprender el enfoque del médico también resulta esencial, aunque es normal experimentar un bloqueo inicial. El modelo actual de atención promueve la participación activa del paciente en las decisiones sobre su salud, por lo que es crucial involucrarse desde el inicio. Las decisiones no deben basarse únicamente en los datos científicos, sino también en el contexto vital del paciente (soledad, ingresos, apoyo familiar, circunstancias laborales), que es igualmente relevante.

Como señala Rita Charon, directora del departamento de Medicina Narrativa de la Universidad de Columbia, el paciente debe compartir los aspectos más importantes de su vida que puedan mejorar la capacidad del médico para comprenderle. Este intercambio de información depende del vínculo de confianza entre ambos, que es la pieza clave en la relación. Por ello, mantener una relación continuada con el médico de cabecera, si es posible, es una medida adecuada para fomentar la confianza a largo plazo. María Teresa Blanco Ramos y Augusto Blanco Alfonso, médicos de familia y profesores asociados de la Facultad de Medicina de la UAM, coinciden en que una relación longitudinal entre médico y paciente refuerza esta confianza.

El uso indebido de redes sociales o programas de salud en los medios puede generar confusión y desinformación

Una vez determinado el tratamiento, es importante seguir las recomendaciones médicas, incluso cuando surjan dudas. La clave está en centrarse en el esfuerzo, aunque el resultado no sea el esperado. Aceptar la incertidumbre, ser realista y tolerar la frustración son actitudes esenciales cuando el pronóstico no es favorable. Además, es prudente evitar la automedicación o la búsqueda constante de soluciones mágicas ofrecidas por gurús de la desinformación o por instagramers poco rigurosos. Para obtener información veraz sobre una enfermedad, es mucho más recomendable consultar fuentes oficiales como guías médicas, sitios web de instituciones sanitarias reconocidas y recursos respaldados por profesionales de la salud. El uso indebido de redes sociales o programas de salud en los medios puede generar confusión y desinformación, ya que no siempre concuerdan con la evidencia científica que respalda la práctica clínica.

Recuperar la confianza en los médicos es un proceso que depende de muchas variables que no están bajo el control de los pacientes. Pero hay aspectos que sí se pueden incorporar como son el adoptar una actitud activa, respetuosa y participativa, la comunicación abierta, el seguimiento adecuado de las recomendaciones, la adopción de expectativas realistas… Una actitud de respeto y empatía hacia el clima en el que trabajan los sanitarios puede hacer disminuir la desconfianza y superar las limitaciones que, muchas veces, tiene el sistema. Porque lo cierto que a los médicos también se les exige mucho porque se les valora mucho. Ellos también son seres humanos con sus imperfecciones y hasta que no les toca ser pacientes, a veces, no entienden determinadas críticas. Pero no son máquinas, son personas y es necesario que lo sigan siendo. Para ellos, también es complicado gestionar la carga emocional que supone tratar con la enfermedad y el dolor ajeno. Por lo tanto, la amabilidad de todos los integrantes, dadores de salud, pacientes y sociedad ayudarán a salir de la crispación y a disfrutar, de nuevo, de la relación médico paciente y de todo lo que sucede dentro de esas consultas.

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