Así ha evolucionado la temperatura media en España
En las últimas décadas, España ha experimentado un aumento notable en su temperatura media impulsado por el cambio climático global. Un fenómeno que está transformando sus paisajes y plantea desafíos para la biodiversidad y sectores económicos clave.
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La observación de tendencias de la temperatura media se ha convertido en una herramienta fundamental para comprender cómo el clima está cambiando. En España, durante las últimas décadas, desde los Pirineos hasta las costas mediterráneas, este ha experimentado variaciones significativas. Según datos recientes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la temperatura media en España ha mostrado una notable tendencia al alza desde principios del siglo XXI. Este fenómeno, ampliamente atribuido al cambio climático antropogénico, ha generado impactos sobre los ecosistemas naturales, la agricultura, la salud pública y la sociedad en general.
Desde 2001 hasta hoy, se observa un incremento promedio de aproximadamente 1,5 ºC en la temperatura media anual de varias regiones españolas. Este aumento no es uniforme; mientras algunas áreas del norte experimentan cambios moderados, las regiones mediterráneas han visto aumentos todavía mayores, exacerbando los riesgos de sequías y olas de calor. Así, los fenómenos climáticos extremos son más frecuentes y severos. El aumento de frecuencia de los incendios forestales, la reducción acelerada de los glaciares en los Pirineos o los cambios en los patrones de precipitación que alteran los ciclos naturales del agua son solo algunos ejemplos de cómo el calentamiento global está transformando el paisaje español.
Asimismo, la biodiversidad de España, reconocida por su riqueza y variedad, se enfrenta a desafíos sin precedentes. Especies emblemáticas como el lince ibérico y el oso pardo luchan contra la pérdida de hábitats y a nuevas presiones ambientales. En paralelo, los ecosistemas marinos, desde el Mediterráneo hasta el Atlántico, están experimentando cambios en la distribución de especies y la salud de los arrecifes de coral.
Los datos muestran una tendencia al alza en las temperaturas desde principios de este siglo
Por su parte, la agricultura, un pilar tradicional de la economía española que representa un 2,3% del PIB según Statista, se ve amenazada por la variabilidad climática. La sequía prolongada y las temperaturas extremas afectan negativamente la productividad de los cultivos y la disponibilidad de agua para riego. Ante esta situación, sectores agrícolas vulnerables como los viñedos y los cultivos de cítricos en la región mediterránea están adoptando cada vez más prácticas de adaptación como la puesta en marcha de sistemas de riego más eficientes, el uso de variedades de cultivos más resistentes al estrés hídrico o la diversificación.
En este sentido, Margarita Ruiz, doctora ingeniera agrónoma y pionera en España en la investigación de las propiedades físicas de los productos agrícolas, explicaba en una reciente entrevista que «la postura del productor deberá ser más flexible y táctica, aprovechando cada oportunidad según el año, por lo que se necesitarán agricultores con más conocimiento, informados y con capacidad financiera para gestionar y reaccionar».
Frente a estos desafíos, España ha intensificado sus esfuerzos para mitigar y adaptarse al cambio climático. Iniciativas como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y la Estrategia de Economía Circular son un ejemplo de políticas que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y promover prácticas cada vez más sostenibles en los sectores económicos. Sin duda, el futuro climático de España dependerá en gran medida de las acciones que se tomen hoy a nivel nacional e internacional y de la colaboración en la búsqueda de nuevas soluciones climáticas. Por ejemplo, la transición hacia energías renovables como la solar y la eólica o invertir en prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura regenerativa o el uso eficiente del agua, no solo podría mitigar las emisiones de carbono, sino también crear empleos verdes y fortalecer la seguridad energética del país.
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