Cinco avances tecnológicos para frenar el cambio climático
La tecnología puede desempeñar un papel crucial en la mitigación del cambio climático. Estos son algunos ejemplos de avances tecnológicos que están marcando la diferencia en la lucha contra el calentamiento global.
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Según el último informe publicado por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), hay noticias alentadoras en la lucha contra el cambio climático. En los últimos años, ha habido desarrollos prometedores en tecnologías bajas en carbono y los países están asumiendo compromisos más ambiciosos para reducir sus emisiones. El problema es que aún no es suficiente. Incluso si todos los países del mundo cumplen sus compromisos climáticos actuales, probablemente no sea suficiente para mantener el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales, un umbral que los científicos creen que es necesario para evitar los peores impactos del cambio climático.
Ante este panorama, los seres humanos depositan sus esperanzas en la ciencia. Es un hecho, como pone de manifiesto el último informe sobre el estado de la tecnología climática, elaborado por PwC, que la inversión en tecnología climática sigue creciendo. El cambio más notable se ha producido en el sector industrial –que genera más emisiones que ningún otro, con el 34% del total–, que ha visto cómo la inversión en tecnología climática aplicada a la industria casi se ha duplicado, pasando del 8% al 14%.
Las tecnologías con mayor potencial para luchar contra el cambio climático incluyen la energía renovable y la captura y almacenamiento del carbono. Por otro lado, los vehículos eléctricos están transformando el sector del transporte, reduciendo significativamente las emisiones de CO2. Estas innovaciones, junto con avances en la agricultura y la tecnología espacial para estudiar el clima, son esenciales para un futuro sostenible.
Capturar y almacenar el CO2
La captura, almacenamiento y uso del carbono (CCUS, por sus siglas en inglés) es una tecnología emergente que captura las emisiones de CO2 de fuentes industriales y las almacena de forma segura en el subsuelo para volver a usarlas en el futuro. Según el Centro de Soluciones Climáticas y Energéticas (C2ES), actualmente hay 26 proyectos de captura de carbono activos a gran escala y a nivel global, y 34 más en diferentes etapas de desarrollo.
Hay que señalar que algunas asociaciones ambientales han planteado dudas sobre esta tecnología. Si bien se ha anunciado como una de las principales soluciones tecnológicas para la crisis climática, la cantidad de CO2 capturada actualmente por las tecnologías CAC es pequeña. Las instalaciones de CAC continúan expandiéndose, y aunque se pretenden alcanzar los 420 millones de toneladas métricas anuales en 2035, la última cifra mundial de emisiones de CO2 procedente de los combustibles fósiles (2024) fue de 25.000 millones de toneladas.
Fotosíntesis artificial
La fotosíntesis artificial es una innovadora tecnología que imita el proceso natural de la fotosíntesis para fabricar combustible. A través de este método, se utilizan materiales y dispositivos diseñados para capturar la luz solar y convertirla en energía química, transformando el dióxido de carbono y el agua en hidrocarburos o hidrógeno. Estos combustibles pueden luego ser utilizados en diversas aplicaciones, desde la generación de electricidad hasta el abastecimiento de vehículos. La fotosíntesis artificial representa una solución sostenible y renovable, ya que, al igual que en la naturaleza, el proceso es limpio y el único subproducto es el oxígeno.
Daniel Nocera y Pamela Silvers, de la Universidad de Harvard, han desarrollado una «hoja biónica» capaz de captar y convertir el 10% de la energía de la luz solar, con un rendimiento unas 10 veces mejor que la fotosíntesis de una planta promedio.
Tecnología espacial
Los científicos de la NASA y los funcionarios del estado de California están trabajando juntos en el marco del Laboratorio de Propulsión a Reacción (JPL), aplicando los datos obtenidos por los satélites, las nuevas tecnologías de láser y radar, y las imágenes 3D a los cambiantes sistemas climáticos de la Tierra. La finalidad es obtener datos suficientes para prever soluciones científicas y aplicar la experiencia de la tecnología espacial contra el cambio climático y el calentamiento global.
También pretenden utilizar la información obtenida del estudio de Marte para dar con soluciones al calentamiento global. Están utilizando tecnologías de última generación para medir aspectos clave como la evolución de las nieves perpetuas o el estado de las aguas subterráneas.
Vehículos eléctricos
Actualmente, las emisiones provocadas por el transporte representan alrededor del 25 % de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la UE, y siguen aumentando. La sustitución de los vehículos de combustión por vehículos eléctricos se perfila como una de las mejores alternativas para reducir las emisiones de CO2. En los últimos años el coche eléctrico ha experimentado un importante avance tecnológico que no solo ha abaratado su coste, sino que lo ha vuelto más eficiente. Los modelos actuales tienen entre 200 km y 400 km de autonomía, aunque hay marcas que pueden hasta duplicar este dato.
Aunque este tipo de vehículo representa en la actualidad un 1,67% del mercado en España, el Plan Nacional Integrado para la Energía y el Clima 2021-2030 del Gobierno prevé un parque de 5 millones de vehículos eléctricos para dentro de 10 años, lo que supondría alrededor del 15% del total de automóviles.
Sistemas de riego inteligente
La agricultura consume alrededor del 70% del agua dulce disponible en el mundo. Los sistemas de riego inteligente están revolucionando la gestión del agua en la agricultura, utilizando sensores y algoritmos de inteligencia artificial para monitorizar las condiciones del suelo y del clima, ajustando el riego en tiempo real para optimizar el uso del agua.
Este enfoque no solo reduce el desperdicio hídrico, sino que también disminuye el consumo de energía asociada al riego, reduciendo así las emisiones de CO2. En España, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) lleva años trabajando en el proyecto Life Irriman de sistemas de riego inteligente, que sería capaz de conseguir un 30% de ahorro energético.
No obstante, cabe resaltar también que solo a través de una combinación de innovación tecnológica y acciones integrales en todos los niveles podremos lograr un impacto significativo en la lucha contra el cambio climático.
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