¿Hacia dónde se dirige el Pacto Verde Europeo?
Con el cuestionamiento de la senda verde como uno de los puntos de mayor fricción de cara a las elecciones del 9 de junio, representantes de los principales partidos debaten sobre sus posturas ambientales y el sobre el rumbo que debe tomar el gran acuerdo climático europeo.
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En 2020, con la firma del Pacto Verde Europeo, el continente aprobó una serie de inversiones, reformas e investigaciones que buscaban hacer frente a la crisis climática. Unas medidas que, entre muchos otros puntos, creaban un escenario para que Europa sea climáticamente neutra en 2050, para avanzar hacia una mejor salud y calidad de vida para los ciudadanos y para impulsar la renaturalización del continente. Todo ello realizado de manera socialmente justa.
Pero lo que hace unos años parecía algo obvio y compartido se está empezando a resquebrajar. Se trata de una falta de unidad que lidera en mayor medida una extrema derecha con cada vez más fuerza en la política europea. Con este marco de fondo y a las puertas de las elecciones al Parlamento Europeo que tendrán lugar el 9 de junio, la Cátedra de Energía y Sostenibilidad de la Fundación Ortega-Marañón, en colaboración con Fundación Conama y Talento para la Sostenibilidad, celebró la semana pasada el debate electoral El Futuro del Pacto Verde en Europa.
Su finalidad fue dirimir dónde se posiciona cada partido respecto al pacto. A él acudieron los principales partidos políticos, menos Vox, y todos se mostraron en sintonía, aunque con puntualizaciones. Respecto a la sostenibilidad ambiental como beneficio para la competitividad, César Luena, del PSOE, expresó que solo una economía sostenible será competitiva. «El Pacto Verde debe prosperar. Vamos a encontrarnos negacionismo y retardismo, pero nosotros lo vamos a defender en su descarbonización y a aprobar el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza», apuntó.
En la senda correcta
Andrián García, de Podemos, y Florent Marcellesi, de Sumar, defienden el Pacto Verde Europeo, pero coinciden en que es poco ambicioso. Ante ello, el primero sostuvo que «no valen medidas tibias, sino una transformación sistémica y cultural» y el segundo pidió «ante todo coherencia, ser los líderes de la industria verde y meter mano a los lobbys».
César Luena (PSOE): «El Pacto Verde debe prosperar; vamos a encontrarnos negacionismo y retardismo, pero nosotros lo vamos a defender»
Mariana Boadella, de Ciudadanos, también dijo que su partido apoyará el pacto, ya que por «primera vez hemos conseguido que la economía vaya bien y se desacople del medio ambiente, es decir, del uso masivo que hacemos de las materias primas. Pero el camino se tiene que hacer a la velocidad que los ciudadanos y las empresas lo puedan asumir». Por ello, desde su partido apuestan por una industrialización en Europa, lo que «es una gran oportunidad para crear una industria de emisiones cero. Para ello, será necesaria una financiación rápida y ágil y dar un marco jurídico seguro para que se puedan adaptar».
La representante del PP, Pilar del Castillo, se defendió ante las acusaciones de los demás partidos de que los populares se han mostrado ambiguos frente al Pacto Verde Europeo. «El PP está a favor y muestra de ello es que ha liderado muchas regulaciones», sostuvo. También explicó que dentro de sus prioridades está la estabilidad regulatoria y un tiempo necesario para la adaptación de las medidas.
Polarización e iniciativas para volver al consenso
Algunos puntos del Pacto Verde Europeo, como el Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, cuyo objetivo es reparar el 80% de los ecosistemas en mal estado y devolver la naturaleza a todos ellos, están haciendo que algunos sectores de la sociedad perciban que los esfuerzos están desigualmente distribuidos, como pasó con las protestas de los agricultores hace unos meses. Esto está llevando a una creciente polarización política respecto a la protección de la naturaleza.
Ante ello, César Luena recordó el apoyo mayoritario que tienen las políticas de sostenibilidad y que han sido respaldadas por las series de Eurobarómetros. Aun así, para que haya todavía más acuerdo, desde su partido proponen más información y más participación desarrolladas desde lo institucional. «Si estamos aquí es gracias a la ciencia y a los jóvenes, por ello necesitamos más divulgación del peligro serio en el que estamos y fomentar la educación», explicó.
Ciudadanos y PP coinciden en que hay que financiar el Pacto Verde Europeo, pero con seguimiento a través de informes de impacto
Florent Marcellesi, de Sumar, dijo que para acabar con la polarización hay que dejar las medias verdades y los bulos: «Lo hemos visto con las tractoradas, que han culpado a medidas que todavía no se han puesto en marcha. El negacionismo climático mata y enferma, por eso hay que hacerle un cordón sanitario».
Respecto al Reglamento sobre la Restauración de la Naturaleza, desde Ciudadanos defendieron que la agricultura tiene unas necesidades muy diversas y que por ello «hay que dejar que la gente viva en sus pueblos y diga cómo puede alcanzar esos objetivos». Pilar del Castillo, por su parte, se mostró en contra de la propuesta, ya que los agricultores en España tienen otras necesidades que no se tienen en el resto de Europa. «Votamos que no porque suponía un esfuerzo y una capacidad de pérdida para los agricultores muy grande», explicó.
Medidas para una transición justa
La transición hacia una economía verde, pese a ser imprescindible, puede tener efectos desiguales en diferentes sectores y regiones. Por ello, se tienen que tener en cuenta diversos factores a la hora de mitigar los impactos para que no afecten a unos más que a otros.
Para que esto no ocurra, las representantes de Ciudadanos y PP coinciden en que hay que financiar el Pacto Verde Europeo, pero con seguimiento a través de informes de impacto. Desde el PSOE proponen reforzar los dos instrumentos que hay, es decir, el Fondo de Transición Justa y el Fondo Social del Clima, y crear dos nuevos: «Que el Banco Europeo de Inversiones sea un banco climático y una Ley de Adaptación» para mitigar los daños del cambio climático en los sectores más sensibles.
Por último, desde Sumar y Podemos defienden que esa transición justa tienen que pagarla los que más contaminen. Ambos partidos plantean una serie de impuestos para que, con esos recursos, se lleven a cabo iniciativas como «vertebrar la movilidad europea a través del ferrocarril y transformar la producción para que esté basada en energía renovable», en el caso de Podemos; o que «las clases populares tengan más facilidades para renovar sus viviendas y para transportarse y alimentarse de forma sostenible», por el lado de Sumar.
El papel de la ciudadanía
El encuentro lo cerró Mauro G. Ferrándiz, de Talento para la Sostenibilidad, quien expuso una serie de medidas que para la organización sería importante que se aplicaran. Entre ellas, destacó el despliegue de redes eléctricas y el almacenamiento, «porque sin esto, no habrá descarbonización como tal», advirtió. Respecto a la fiscalidad del sector energético, defendió la necesidad de gravar los combustibles según su impacto ambiental, «una herramienta que diferentes premios Nobel reconocen como uno de los mayores promotores para la descarbonización».
Y finalizó: «Por último, creemos que la concienciación de la ciudadanía es clave. Por ello debe haber una mayor implicación en los procesos de gobernanza climática, algo que es vital que se complemente con una estrategia europea de ayudas que garanticen que la transición sea justa para todos los sectores sociales».
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