Sociedad

16 pioneras de los nuevos años 20

Las mujeres cambiaron la historia en el pasado, y continuarán haciéndolo: desde la vacuna de la COVID-19 hasta la movilización por el clima, estas son algunas de las que están escribiendo las páginas del futuro.

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08
marzo
2021

Marie Curie, Rosa Parks o Coco Chanel son algunos de los grandes nombres de mujeres que aparecen en los libros de historia. Por desgracia, son muchas más las que se quedan fuera. Por eso, cada 8 de marzo, durante el Día Internacional de la Mujer, se recuerda y reivindica el papel de todas aquellas voces silenciadas. Sin embargo, las mujeres no solo cambiaron el pasado; también están construyendo el presente y diseñando el futuro. En los últimos veinte años son muchas las científicas, periodistas, activistas, empresarias o políticas que han seguido contribuyendo al progreso en diversos campos y, en poco tiempo, muchas serán recordadas por ser las impulsoras de algunos de los logros más recientes del siglo XXI, como el descubrimiento de la vacuna de la covid-19, el suministro gratuito de productos de higiene íntima femenina o la movilización mundial de los jóvenes a favor del clima. Son mujeres que están escribiendo las próximas páginas de la historia de la humanidad.

Kizzmekia Corbett, precursora de la vacuna contra la covid-19

Kizzmekia Corbett

El desarrollo de las vacunas contra la covid-19 ha sido uno de los grandes hitos de este 2021. Desde que el virus irrumpiera en nuestras vidas hace un año, científicos de todo el mundo han pasado meses investigando a contrarreloj para encontrar una manera de inmunizar a la población. Como resultado de esos esfuerzos titánicos, a día de hoy, según la organización Our World in Data, se están utilizando ocho vacunas distintas en casi 100 países. Detrás de la creación de algunas de ellas está el trabajo de mujeres como el de la inmunóloga afroamericana Kizzmekia Corbett quien, tras años estudiando enfermedades infecciosas como el SARS o el MERS, ha contribuido al desarrollo de los antígenos de la vacuna Moderna. La inglesa Sarah Gilbert es otra de las mujeres que forma parte de este gran hito científico: desde su laboratorio en la Universidad de Oxford, ha liderado a sus 58 años el desarrollo de la vacuna AstraZeneca, una de las más administradas del mundo. En España, el talento tampoco falta: la viróloga especialista en coronavirus y codirectora del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), Isabel Sola, trabaja para desarrollar una vacuna intranasal y de una sola dosis que compita con las otras, no en rapidez, sino en calidad. Por el momento, la vacuna española se encuentra en fase preclínica, pero promete sumarse pronto al resto de vacunas mundiales.

Monica Lennon, Nicola Sturgeon y los productos gratuitos para la menstruación

El pasado noviembre, Escocia se convertía en el primer país del mundo en ofrecer de manera gratuita productos de higiene femenina como compresas o tampones. Esta medida, que ha tomado forma de ley (Ley de Productos del Período), es el resultado de una larga campaña impulsada por la diputada laborista Monica Lennon. Tras cuatro años de lucha política, Lennon consiguió que se obligase a todos los edificios públicos a suministrar estos productos a quien lo necesitase y, de esta manera, acabar con lo que se conoce como pobreza menstrual. Junto a ella, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, destaca por defender la necesidad de que estos productos esenciales estén al alcance de todas las mujeres.

Tarana Burke y el nacimiento del #MeToo

El #MeToo estalló en 2017 como un movimiento global de denuncia contra el acoso y la violencia sexual que sufren las mujeres. El detonante fueron las acusaciones contra uno de los hombres más poderosos de Hollywood por aquel entonces: el productor Harvey Weinstein. Aunque la primera mujer en utilizar esta frase con repercusión mundial fuese la actriz Alyssa Milano, hace más de diez años Tarana Burke ya usaba este hashtag para visibilizar y concienciar sobre los abusos y las agresiones sexuales. Décadas de trabajo constante y de denuncias públicas han llevado a esta activista por los derechos sociales a convertirse en un nombre que pasará a la historia por prender la llama que llevó al rey del séptimo arte ante los tribunales.

María Blasco, pasos de gigante en la lucha contra el cáncer

Una de las pioneras de la investigación en biología molecular en España es, cómo no, la hija científica de Margarita Salas: María Blasco. Siguiendo la estela de su mentora, Blasco se fue a Estados Unidos a principios de los noventa para estudiar unas recién descubiertas estructuras cromosómicas conocidas como telómeros. Allí, también se sumergió de lleno en la investigación de una importante enzima: la telomerasa. Tras años de duro trabajo en un laboratorio, Blasco se ha convertido en un referente mundial en el estudio de la relación de esta enzima con el cáncer y el envejecimiento. Pero no solo es pionera en su investigación. Años de dedicación a los telómeros y la telomerasa la llevaron a convertirse en la primera mujer científica del mundo en obtener el Premio Josef Steiner, destinado a financiar la investigación contra el cáncer. El próximo 22 de junio harán diez años desde que Blasco pasó a capitanear el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), buque insignia de la investigación contra el cáncer en nuestro país.

Carla Antonelli y la lucha por los derechos de todas

 

carla antonelli

Mujer, feminista, actriz… y primera diputada trans de España. Carla Delgado Gómez –más conocida por su nombre artístico– lleva luchando por el colectivo LGTBI+ desde la Transición. En 1980, grabó el primer documental español sobre la transexualidad, que fue secuestrado por la censura y no vio la luz hasta después del intento de golpe de estado encabezado por Tejero. Más de una década después, ya como miembro activo del Partido Socialista Obrero Español, participó en la creación de la ley de matrimonio igualitario y la de identidad de género. En los años 90, cuando el movimiento feminista español llamó a las mujeres trans para que se uniesen a sus movilizaciones el 8 de marzo, fue Antonelli una de las encargadas de llevar la pancarta de cabecera. En 2004, Antonelli se enfrentó a su propio partido, que atrasaba la aprobación de esta última, e hizo huelga de hambre para que el Consejo de Ministros la tramitase. Siete años más tarde fue elegida diputada en la Asamblea de Madrid, donde aún hoy sigue defendiendo a las mujeres y al colectivo trans. Con más de cuarenta años de lucha a sus espaldas, Antonelli sigue recordando un momento histórico: «Quienes nos llamaban ‘maricones’ hoy nos llaman ‘señoría’».

Greta Thunberg y la revolución (climática) de la generación Z

Es la personificación de la justicia climática. Casi sin darse cuenta, la joven activista Greta Thunberg se convirtió en inspiración e icono para millones de jóvenes de todo el mundo. Y todo empezó con un pequeño gesto: un día de agosto de 2018 decidió faltar al colegio y sentarse delante del parlamento sueco con un cartel que rezaba: «Huelga escolar por el clima». Y así, día tras día, hasta las elecciones generales de septiembre. Todo por una causa clara: que Suecia acatase el mandato del Acuerdo de París y redujese al máximo las emisiones de gases de efecto invernadero. La protesta continuó, todos los viernes, hasta que sus compañeros de clase se unieron. En diciembre de ese mismo año, más de veinte mil estudiantes de todo el planeta se manifestaron por el clima. Los Fridays For Future (o Jóvenes por el Clima) son ya un fenómeno internacional que cada día gana más adeptos. Como Thunberg, cada vez más miembros de la generación Z lideran en todo el mundo esta batalla por el futuro del planeta. Vanessa Nakate, Delaney Reynolds, Nisreen Elsaim, Sophia Kianni, Paloma Costa, Archana Soreng o Luisa Neubauer son solo algunos de sus nombres. Porque, desde que Thunberg irrumpiera con su obstinada determinación en el foco mediático hace tres años, podría decirse que –como coreaban en su última manifestación precovid en Madrid– «el mundo despertó ante la emergencia climática».

Lupina Iturriaga, fundadora de Fintonic 

Lupina Iturriaga fue una de las pioneras en apostar por la digitalización de las finanzas en plena crisis económica, creando una app «para evitar que los bancos se la colasen a la gente»: la herramienta de ahorro Fintonic. En estos siete años, Iturriaga no ha dejado de recurrir al big data y el machine learning para ayudar a los usuarios a tener un mayor control sobre su dinero. En 2018, esta emprendedora aseguraba que «la banca probablemente preferiría que no existiéramos, pero sabe que no se pueden poner puertas al banco». Ahora, la filial ING es accionista de Fintonic y BBVA acaba de firmar un acuerdo con la plataforma para vender créditos por un máximo de 30.000 euros anuales, además de haber dado el salto al sector de la energía, la telefonía móvil y los seguros.

Ellen McArthur, impulsora de la economía circular

Ellen McArthur batió el récord mundial de navegación en solitario: fue la más rápida en dar la vuelta al globo. Su estrecha relación con el mar y la naturaleza la llevó, irremediablemente, a implicarse en el medio ambiente. La vela, continua compañera, le indicó el rumbo que la sociedad del futuro debe seguir; el de la economía circular. Así, convencida de que la única manera de no echar a perder nuestro planeta consistía en cambiar el sistema económico, McArthur utilizó sus amplios recursos económicos para promover este modelo de producción que pone la reutilización como pilar fundamental de cara a acompasar los índices del progreso con el respeto de los límites de los recursos naturales. En 2013, McArthur creó el primer programa específico de innovación en economía circular: el CE100. En la actualidad, su fundación homónima es una de las instituciones que lidera la transformación de la economía hacia una más circular y justa con la sociedad y con el planeta.

Jameela Jamil o que nuestro cuerpo no determine nuestras vidas

Forzarnos a querer nuestros cuerpos, sean como sean, puede acabar siendo contraproducente o, al menos, eso es lo que defiende una de las protagonistas de The Good Place. Así es el body neutrality que promueve Jameela Jamil: empezar a poner el foco en nuestras habilidades sociales, profesionales y creativas, en vez de nuestro físico. Esta actriz, que se autodefine como «feminista en construcción», es consciente de que su profesión sirve de plataforma perfecta para precipitar los cambios estructurales que necesita el mundo. Por eso, utiliza su voz para luchar por una «inclusión radical» que no abandone a nadie y una cultura que se aleje de la de la cancelación. Además, el discurso de Jamil no se queda en papel mojado. En 2019, gracias a una intensa campaña en redes sociales, conseguía cambiar las políticas globales de Facebook e Instagram respecto a la publicidad y comercialización de productos détox y adelgazantes. Gracias a su insistencia, y a las 250.000 firmas recogidas en tres días, el sector está ahora regulado en este tipo de plataformas. Porque, como dice, deberíamos dejar de pensar en nuestro cuerpo y centrarnos en cosas más importantes, como construir un mundo mejor.

Doaa el-Adl y la denuncia social con humor

Una imagen vale más que mil palabras y un pincel se puede convertir en un arma más mortífera que una bala. Dooa el-Adl lleva demostrándolo desde la primavera árabe egipcia. Con sus caricaturas políticas y sociales denuncia la situación de la mujer en su país porque, explica, «antes de que la revolución tuviera lugar, dibujaba casualmente sobre los problemas de las mujeres. Ahora estoy obligada a dibujar estas caricaturas sobre la mujer para defender mi propia existencia». Sus dibujos rompen con tabúes sociales y de género que no solo afectan a Egipto, como la mutilación genital femenina o la violencia sexual. Aunque ella misma hace añicos barreras culturales, es la primera mujer caricaturista profesional de su país y una de las voces más influyentes de Oriente Medio y el norte de África. Su trabajo, galardonado por la fundación suiza Cartooning for Peace (o Caricaturas por la paz) se publica en la revista Al Masry Al Youm.

Mary Akrami, una vida dedicada a la paz

La lucha por los derechos de las mujeres en Afganistán de Mary Akrami se remonta a inicios de este siglo, hasta el punto que, en 2001, representó a la sociedad civil de su país natal en la Conferencia de Bonn. Sin embargo, no fue hasta dos años después cuando revolucionó Afganistán y el mundo entero creando el primer refugio para mujeres que huían de los abusos de sus familias y comunidades. El Centro de Desarrollo de Habilidades para Mujeres Afganas ha conseguido que estas mujeres denuncien públicamente a sus abusadores después de años de una opresión que las relegaba al olvido. «La sociedad las ve como víctimas, pero yo quería demostrarles que no lo son: son poderosas y capaces», explicaba Akrami a la BBC en 2016, tras ser nombrada una de las 100 mujeres más influyentes del año. El trabajo que inició Akrami ha forzado el debate sobre la violencia sobre la mujer en un país que, en los últimos veinte años, ha pasado por la brutalidad talibán, una invasión que lo sumió en el caos, un frágil equilibrio democrático y una guerra. Su compromiso con la paz de su tierra natal es firme y, por eso, el año pasado, junto a otras cuatro mujeres y más de una treintena de hombres, participó en la Delegación Negociadora de la Paz frente a los talibanes en Doha.

Nemonte Nenquimo, la voz climática de la Amazonía

Líder huaorani de la Amazonía ecuatoriana, Nemonte Nenquimo se hizo hace dos años con una victoria deseada por cientos de comunidades indígenas: frenar las extracciones de petróleo previstas por el Gobierno ecuatoriano en más de medio millón de acres de tierras ancestrales de la selva amazónica. Nenquimo presentó una demanda contra el Ejecutivo por no haber consultado previamente con los huaoranies el uso de su territorio. El fallo favorable para este pueblo revivió la esperanza del resto de territorios de América Latina que han visto desaparecer ante sus ojos la tierra que siempre les dio cobijo. En el ámbito internacional, la activista hizo que el mundo fuera más consciente de la presión que la creciente demanda de petróleo pone sobre la Amazonía y todos sus habitantes. Así, su labor fue reconocida en 2020 por el premio Goldman –«el Nobel del medio ambiente»–. En ese mismo año, la líder huaorani apareció en la lista Time 100 de las 100 personas más influyentes del mundo, coronándose como la única mujer indígena de la historia –y la segunda ecuatoriana– en ser nombrada como tal.

Anne Applebaum, el foco sobre los gulags soviéticos

«¿Qué sentido tiene hablar de todo aquello?». Esta es una de las preguntas más comunes a las que se enfrenta el periodismo cuando busca desenterrar una historia escondida por el paso de la historia. Sin embargo, los tiempos que vienen necesitan de los anteriores y, por ello, la periodista Anne Applebaum puso al mundo frente a la realidad de los gulags que plagaban la Unión Soviética en el siglo XX, un sistema de represión y opresión que rompió la vida de más de 18 millones de personas. En los múltiples viajes a Rusia que realizó durante su investigación, Applebaum escuchó, incontables veces, esa misma pregunta: ¿por qué desenterrar lo que el pasado ha puesto a descansar? Gulag (2003) fue la primera investigación que cubrió, a detalle y con todo lujo de testimonios, el terror de los campos de concentración soviéticos. Su trabajo recibió el Pulitzer en 2014.

Ayaan Hirsi Ali, una vida de reivindicación y amenazas

Todo cambió en 2004 para la somalí Ayaan Hirsi Ali. Ferviente activista contra la mutilación genital femenina y, por entonces, diputada por el Partido Popular por la Libertad en el Parlamento holandés, escribió un guion que se llevaría por delante una vida: la del director de cine Theo van Gogh. Le degollaron durante el rodaje de Submission como señal de advertencia para Hirsi. El asesinato lo dejó claro: si seguía hablando, la próxima voz que se apagaría sería la suya. Hirsi había llegado a los Países Bajos tras escapar de un matrimonio concertado y conseguir asilo, pero la muerte de Van Gogh la obligó a huir de nuevo. Desde entonces, Hirsi vive en Estados Unidos y sigue siendo una voz que incomoda para muchos. Gran crítica de los relativismos culturales, su libro Presa, la inmigración, el islam y la erosión de los derechos de la mujer, aborda las causas sistémicas de la violencia sexual en el mundo y plantea cientos de preguntas a Occidente sobre la integración de los inmigrantes, los derechos de las mujeres y los extremismos políticos.

Bethlehem Tilahun Alemu, o emprender para salvar a tu pueblo

«Etiopía necesita menos oenegés y más emprendedores: la ayuda al desarrollo genera dependencia y no ha sido efectiva». Así de tajante habla Bethlehem Tilahun, recientemente nombrada Joven Líder Mundial por el Foro Económico Mundial y Embajadora de Buena Voluntad por las Naciones Unidas, cuando cuenta su historia. Esta emprendedora se alió con cinco vecinos en una parcela de su abuela, en la aldea etíope de Zenabwork, para fundar SoleRebels, una zapatería ecosensible, basada en los recursos artesanales de la zona, que busca destruir la precariedad y la pobreza en su comunidad. Tilahun «sabía que allí había muchas personas talentosas que podrían hacer grandes cosas solo si se les ofrecía la oportunidad» y se puso manos a la obra con el único objetivo de labrar un futuro mejor para la aldea que le vio crecer. En la actualidad, SoleRebels vende zapatos fabricados con materiales reciclados y bajas emisiones en cientos de tiendas de Europa (incluida España) y Asia, empleando a más de 100 trabajadores a nivel local, con un salario entre tres y cinco veces más alto del promedio en la zona. «Si queremos sociedades verdaderamente equitativas, debemos adoptar la equidad en todos los niveles. La clave para conseguirlo son las mujeres emprendedoras», recalcó en una entrevista con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

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