El alegato de Joaquin Phoenix en defensa de la naturaleza

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Guadalupe Bécares

@upebecares

Que Joaquin Phoenix iba a subir al escenario a recoger el premio Oscar por su papel en Joker era algo que vaticinaban todas las quinielas. Mientras que en otras categorías sí que hubo lugar para la sorpresa –si no, que se lo digan al atónito director de la triunfadora Parásitos–, la Academia cumplió con lo esperado al otorgar el galardón a Mejor Actor protagonista por su visceral interpretación de uno de los villanos más ilustres del mundo del cómic. Por parte del intérprete también se cumplieron las expectativas y, estatuilla en mano, en su discurso hizo honor a su papel como uno de las voces más reivindicativas de Hollywood.

En sus palabras de agradecimiento ante el público, Joaquin Phoenix aprovechó el momento para «dar voz a aquellos que no la tienen», como ya ha hecho en numerosas entregas de premios y entrevistas. «Creo que cuando hablamos de desigualdad de género, de racismo, de derechos LGTBI, de animales… Estamos hablando de lucha contra las injusticias. Hablamos de la lucha contra la creencia de que un pueblo, una raza, un país, un género o una especie tiene derecho a dominar, controlar, usar y explotar a otro con impunidad», reivindicaba.

«Nos hemos desconectado de la naturaleza y somos culpables de tener una visión egocéntrica del mundo, de creernos que somos el centro. Nos introducimos la naturaleza y la saqueamos por sus recursos. Nos creemos en el derecho de inseminar artificialmente a una vaca y robarle a su bebé, a pesar de que sus gritos de angustia son inconfundibles. Y después tomamos su leche, y la ponemos en nuestro café y en nuestros cereales», denunció Phoenix, reconocido activista por los derechos de los animales y firme defensor del movimiento vegano.

El intérprete también tuvo tiempo para reivindicar el poder de las acciones personales como motor del cambio y la lucha para proteger el planeta. «Creo que tenemos la idea de que el cambio personal significa sacrificar algo, renunciar a algo, pero los seres humanos, en sus mejores momentos, son creativos, inventivos e ingeniosos. Cuando usamos el amor y la compasión podemos crear e implementar sistemas de cambio beneficiosos para todos los seres vivos y para el medio ambiente», pedía.

Joaquin Phoenix quiso cerrar su discurso con un alegato a favor del perdón y de las segundas oportunidades. «He sido un sinvergüenza toda mi vida. He sido egoísta, cruel, y a veces ha sido difícil trabajar conmigo. Estoy agradecido de que muchos de los que estáis aquí me hayáis dado una segunda oportunidad. Nuestro mejor momento es cuando nos apoyamos unos a otros, no cuando nos vetamos por nuestros errores del pasado: cuando nos ayudamos a crecer, cuando nos guiamos hacia la redención. Eso es lo mejor del ser humano», zanjaba el actor que, con la voz entrecortada, arrancó los aplausos finales con las palabras de su hermano, el fallecido River Phoenix: «Corred al rescate con amor y la paz vendrá después».