Utópica Challenge o el reto de cambiar el mundo

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María G. Aguado

@Maria_G_Aguado

¿Cómo podemos cambiar el mundo? Puede que sea una de las grandes preguntas de la humanidad, al menos, de la más solidaria y consciente. Utópica, la agencia de viajes experienciales de El Corte Inglés, nació para dar respuesta a esa pregunta en 2018, creando experiencias de viaje diferentes con la sostenibilidad como foco. Y ahora, dos años después, se ha unido al IE Bussines School para crear Utópica Challenge, un proyecto que pretende, cada año, impulsar el entorno económico, social y ambiental de comunidades locales en todo el mundo.

Este primer año cuentan con la empresa Supracafé como anfitriona y el objetivo es, por tanto, que los estudiantes del International MBA y del Master in Management de IE Business School investiguen cómo mejorar la situación de las mujeres que pertenecen a la Asociación de Mujeres Caficultoras del Cauca (AMUCC) de Supracafé, presentando un plan estratégico de negocio y marketing que permita optimizar sus ingresos, teniendo en cuenta sus necesidades, sus recursos y las posibilidades a su alcance, y valorando también el impacto social y ambiental de su puesta en marcha.

Este último punto se configura como uno de los pilares del proyecto. Primero, porque la sostenibilidad es el foco de Utópica desde su fundación en 2018 y también de la forma de producir de Supracafé. Y segundo porque esta zona ha sido muy castigada por la guerrilla y los cultivos del narcotráfico, por lo que hoy es una zona declarada de interés especial por todos los organismos internacionales y considerada espacio prioritario para los acuerdos de paz y sustitución de cultivos ilícitos.

Utópica Challenge, por las mujeres del Cauca

¿Por qué estas mujeres? La población del Cauca ha sufrido el hambre, la miseria y el desamparo que deja tras de sí cualquier conflicto armado en los países más pobres. Estas mujeres, –que viven bajo el umbral de la pobreza con apenas unos 1400€ al año–, según cuenta María López Escorial, profesora del IE experta en innovación social, se han visto en muchas ocasiones solas por los hombres a los que el conflicto armado se ha llevado por delante. Así han tenido que sacar a su familia adelante con los ingresos que perciben por la producción de café artesanal en pequeñas fincas de la zona.

Supracafé vio el potencial del Cauca para la producción del café. «Es el mejor sitio para producir café por las condiciones geográficas y medioambientales. Todos nos decían que cómo se nos ocurría irnos a producir a una zona tan deprimida, pero ¿cuándo se van a dar las circunstancias si nadie viene y trabaja con ellos», comenta Ricardo Oteros, director general de Supracafé, durante la presentación del proyecto. Y efectivamente allí acudieron y las mujeres de la AMUCC pidieron ayuda a la compañía para convertirse en caficultoras. Y así comenzó la producción de uno de los mejores cafés del mundo, y, con ello, el renacer del Cauca.

Es uno de los mejores cafés y no solo por su sabor: su calidad atiende a un proceso de producción y comercialización artesano y singular. La AMUCC entrega café pergamino seco a la Cooperativa de Caficultores del Cauca, que lo trilla y lo transfiere a Expocafé, quien lo exporta a Supracafé. Compañía que realiza el tueste y el envasado del producto en sus plantas de Móstoles (Madrid), con el fin de entregar el café tostado a sus clientes en el plazo máximo de una semana para que el consumidor final pueda disfrutar de un producto de alta calidad. Estándares de excelencia superados, ahora quieren innovar y, para eso, Utópica es el aliado ideal porque, como ha dicho Oteros en la presentación, «sin innovación sostenible, no hay progreso».

Hoy, 4 de marzo, da comienzo la carrera por ganar uno de esos tres puestos en el podio. Pues los tres proyectos escogidos –la elección se dará a conocer en marzo en www.ie-utopicachallenge.com– viajarán al Cauca, a la Hacienda de Supracafé, para implementarlos durante dos meses de manera presencial y tutelados por María López Escorial. Y así es como se cambia el mundo: con un reto y una taza de café. Porque hasta en la elección del café podemos actuar contra el cambio climático.