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La huella del bosque en forma de joyas artesanas

Desde un rincón de la sierra de Guadarrama, la emprendedora Marta Blázquez ha sabido reflejar con grandes dosis de creatividad la esencia de los bosques en un proyecto muy personal: elabora joyas únicas que conectan con la sencillez y belleza de la naturaleza. Artesanía, lujo y emprendimiento rural en femenino.

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15
diciembre
2023

El sentimiento de placidez y armonía que nos aporta un largo paseo por el bosque choca de lleno con el bullicio de las ciudades, especialmente en las calles más comerciales y en estas fechas de frenéticas compras navideñas. Desde un rincón de la sierra de Guadarrama, la emprendedora Marta Blázquez ha sabido reflejar con grandes dosis de creatividad la esencia de los bosques en un proyecto muy personal: elabora joyas únicas que conectan con la sencillez y belleza de la naturaleza.

«Me encanta perderme en el bosque y observar los pequeños detalles que a menudo pasan desapercibidos», confiesa la artesana desde su taller en Hoyo de Manzanares, Madrid, reconociendo que la naturaleza es su aula de aprendizaje y fuente de inspiración para sus piezas, en las que la vida de los bosques es la protagonista.

Los diseños de La Huella del Bosque se basan en la joyería botánica, reproduciendo en plata elementos de la naturaleza

Su aventura con la joyería botánica comenzó en 2011, cuando empezó a experimentar con diferentes técnicas para llegar a realizar unas joyas que parecieran verdaderamente hojas de plata, con todo el realismo y el movimiento natural que pudiera lograr. Sin embargo, esas primeras piezas fueron creadas sin demasiadas expectativas comerciales. «Las primeras hojas de plata que hice eran para mí, no pensaba en venderlas, pero gustaban tanto en mi entorno que me planteé hacer una pequeña colección para ponerlas a la venta en mercados de diseño», explica. Su propuesta tuvo tanto éxito que decidió lanzarse a crear su propia marca: La Huella del Bosque.

La primera hoja que diseñó fue la del ginkgo biloba, que supuso el comienzo de su proyecto emprendedor. Enseguida se propuso elaborar una verdadera Colección Herbario, en la que se recogieran las hojas más singulares de los árboles más representativos de nuestros bosques. Sin embargo, Blázquez concibe estas joyas como algo más que un adorno: «Muchas personas tenemos un vínculo especial con algún árbol porque nos evoca emociones y recuerdos. Así, cada joya se convierte en un recordatorio de un viaje, un momento de la vida o una persona querida para quienes las llevan puestas».

Hoja y pendientes de ginkgo biloba - La huella del bosque

Hoja y pendientes de ginkgo biloba – La Huella del Bosque

A esa primera colección se han ido sumando otras, como la Colección Maderas, las alianzas de boda, la Colección de Sellos Botánicos o la última en incorporarse al catálogo, la Colección Aves. Aquí la joyera artesana se aleja del tema botánico y se anima a incluir color en sus diseños. Se trata de joyas que representan diferentes pájaros de nuestro entorno, aportando realismo mediante los colores brillantes del esmalte. «Todos mis diseños se engloban en una idea común, que es la joyería botánica», explica Blázquez, «lo que hago es reproducir en plata hojas, cortezas, semillas de distintas especies y ahora también pájaros, procurando que sean muy realistas y reconocibles», añade respecto a esta última colección, que irá creciendo poco a poco a medida que vaya realizando nuevos modelos. Próximamente tiene previsto lanzar también una Colección Porcelana, una serie de piezas de vajilla muy especial que estará adornada con preciosas ilustraciones de árboles.

Emprendimiento femenino, artesanal, rural y sostenible

Si cualquier emprendimiento ya es un de por sí una odisea, sumarle apellidos como «artesanal», «rural», «femenino» e incluso «sostenible» va añadiendo grados de dificultad al proceso. Efectivamente, el camino elegido Marta Blázquez para su emprendimiento no ha sido fácil, y sigue teniendo sus obstáculos. Inevitablemente hay un inconveniente difícil de salvar, sobre todo en el sector de la joyería, que es estar alejada de los centros de venta y los lugares donde nacen y se mueven las tendencias de moda y diseño. «De alguna manera, aquí nos encontramos fuera de los circuitos artísticos que nos facilitarían darnos a conocer a un público mayor», apunta la emprendedora serrana que, a pesar de todo, se siente privilegiada de poder hacer de su pasión por la joyería y la naturaleza su forma de vida.

«Es necesario generar alternativas de empleo en las zonas rurales para afrontar la realidad ambiental y socioeconómica en la que estamos»

Su apuesta por el desarrollo del tejido empresarial desde lo rural es clara: «Mi trabajo me ha ido uniendo cada vez más al entorno natural, y esta relación ha sido decisiva para establecer mi taller en Hoyo de Manzanares, donde vivo desde hace 40 años. Creo que es necesario generar alternativas de empleo en las zonas rurales para afrontar la realidad ambiental y socioeconómica en la que estamos, y huir de esa concentración masiva de las ciudades», defiende. «Si lográramos esto, por un lado, preservaríamos oficios, costumbres y paisajes propios de cada región, lo cual nos enriquecería a todos. Por otro lado, el trabajo en los pueblos se acerca mucho a ser una actividad totalmente sostenible. Puedes tener tu taller o tu oficina muy cerca de casa, casi sin tener que coger el coche, y comercializar tus productos o servicios en tu propia zona y online».

Una de las señas de identidad de La Huella del Bosque es que cada pieza se envuelve en un packaging muy especial, que busca, además de emocionar, crear conciencia verde. Con cada pieza se incluye una ficha botánica y la semilla de la especie representada para ofrecer a los clientes la oportunidad de plantar su propio árbol. Además, buscando conseguir un producto lo más sostenible posible, según explica Blázquez: «Procuro que todos los materiales que utilizo sean naturales, reciclados o al menos reutilizables, para tratar de generar el mínimo de residuos posible. Por ejemplo, la maceta que incluyo con la semilla es de turba biodegradable, los papeles y cartones son reciclados y la caja donde se entrega cada joya es perfecta para contener infinidad de cosas y poder así reutilizarla».

Sin duda, cuando algo se hace con mimo y coherencia, se nota. Y así se siente en cada una de las piezas creadas por las manos de Marta Blázquez, desde su inquietud y creatividad personal, para encerrar en una joya la esencia natural de los bosques.

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