Salud

De senderismo y el bienestar de la mente

La combinación de ejercicio físico y aire fresco puede tener beneficios significativos sobre la salud mental. Diversos estudios han encontrado que pasear en entornos naturales podría ser una buena estrategia para promover y restaurar el bienestar psicológico.

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12
diciembre
2023

«Dejad los grandes caminos, tomad los senderos» escribió Pitágoras 300 años antes de que los romanos inventaran las carreteras y, naturalmente, ajeno a lo que la industrialización haría con ellas. Hoy, el 20% de toda la superficie terrestre son carreteras, y más de la mitad de la población mundial vive en entornos urbanos. Se calcula que para el 2050 será el 70%.

A pesar de los grandes avances de la urbanización territorial, el cambio ha sido demasiado brusco desde el punto de vista evolutivo. La forma en que nos movemos ha cambiado más en los últimos 200 años que en los 2000 anteriores, y en ese camino se han desatendido algunas necesidades inherentes a nuestra especie: por ejemplo, caminar.

En la ciudad cada vez hay menos oportunidad para el paseo, y no paseo como acto físico o medio de transporte, si no como ritual de interacción con la naturaleza, con el cuerpo y con la mente. Ahora bien, desde hace varios años se está rescatando el valor del reencuentro con el medio ambiente, que va acompañado de numerosos hallazgos científicos que abogan por ponerse las zapatillas y escapar al monte.

En un estudio de la Universidad de Stanford, dos grupos de participantes caminaron durante 90 minutos, uno de ellos en una zona de prados y el otro en una carretera ancha con mucho tráfico. Antes y después, los investigadores midieron la frecuencia cardíaca y respiratoria, realizaron escáneres cerebrales y pidieron a los participantes que completaran cuestionarios. Los investigadores encontraron pocas diferencias a nivel fisiológico, pero bastantes a nivel cerebral. La actividad en una región concreta de la corteza prefrontal (que suele estar activa cuando tenemos pensamientos negativos y repetitivos) disminuyó entre los participantes que caminaron en la naturaleza en comparación con los que caminaron en un entorno urbano. El autor principal, Gregory Bratman, defiende que estos resultados pueden ser el principio de un vínculo causal entre el aumento de la urbanización y el aumento de las tasas de enfermedades mentales. Sin embargo, los datos que hay hasta el momento son simplemente correlativos.

La forma en que nos movemos ha cambiado más en los últimos 200 años que en los 2000 anteriores

Por otro lado, un estudio japonés ha revelado que caminar por zonas boscosas puede reducir los estados de ánimo relacionados con la ansiedad, la hostilidad, y la fatiga mental. También sugiere un aumento del vigor individual, en comparación con aquellos participantes que caminaban por zonas urbanas. Tanto estos resultados como los del estudio anterior se utilizan para respaldar las bondades del shinrin yoku, traducido como «baño forestal» o, de forma menos poética, caminar tranquilamente por el bosque con fines terapéuticos. Esta práctica nació en Japón pero se ha extendido en Europa, dados los altos niveles de estrés, ansiedad y psicosis entre los urbanitas.

Los estudios relacionados con el shinrin yoku se suelen llevar a cabo en países asiáticos, pero recientemente se publicó uno que evaluaba sus beneficios en otros biomas del mundo, como el mediterráneo. Los resultados muestran que la práctica guiada en bosques aumenta el afecto positivo y reduce la ansiedad. También, el senderismo induce cambios positivos significativos, aunque en menor grado. De este modo, las autoras del estudio concluyeron que pasear en entornos naturales podría ser una estrategia adecuada para promover y restaurar el bienestar psicológico.

En otra investigación, en este caso sobre la relación entre madres e hijas, se observó que aquellas que paseaban por jardines botánicos –en comparación con las que paseaban por centros comerciales– mostraban una mejor relación afectiva y mayor atención en tareas cognitivas. En definitiva, parece que las caminatas en entornos naturales tienen beneficios psicológicos notables, aparte de ser una actividad deportiva excelente, por lo que se espera que desempeñen un papel clave en la promoción de la salud mental en el futuro.

En el libro Filosofía del caminar, Frédéric Gros afirma: «Nada de tu conocimiento, de tus lecturas o tus conexiones serán de utilidad aquí: dos piernas y ojos para ver son suficientes. Camina solo, a través de bosques o montañas. No eres nadie para las colinas ni los prados. Ya no eres un rol, ni un estatus, ni siquiera un individuo; sino un cuerpo, un cuerpo que siente las piedras del camino, las caricias de la hierba y el frescor del viento». Cada oportunidad para caminar puede ser valiosa, especialmente si no se teme a los propios pensamientos, tanto su presencia como su ausencia.

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