Sociedad

Así hay que vivir, según Petrarca

El humanista italiano tenía múltiples ideas, comentarios y propuestas sobre cómo llevar una vida plena y saludable. Hoy, siglos después, continúan siendo de actualidad. Escogemos algunos de los más destacados.

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
18
septiembre
2023

Todo está inventado. También los libros de autoayuda, que no son más que descendientes algo idiotizados de la literatura moral con la que nuestros antepasados intentaron sentar cátedra sobre el camino de la vida. Desde las célebres Meditaciones del emperador romano Marco Aurelio o las Epístolas morales a Lucilio de Séneca hasta libros como El monje que vendió su Ferrari, la literatura con visos de manual de vida ha proliferado a lo largo de los siglos, muestra de que los seres humanos siempre hemos andado más o menos igual de perdidos ante la complejidad de la existencia.

Uno de los autores que intentó esclarecer la forma de llevar una buena vida fue el humanista italiano Francesco Petrarca (1304-1374). Conocido popularmente por los poemas de su Cancionero, nos legó también una abundante obra en prosa, con escritos morales como De remediis utriusque fortunae (en castellano, De los remedios contra la próspera y adversa fortuna).

En esta obra, el poeta ofrece una serie de reflexiones en forma de diálogo relativas a una gran amplitud de temas, divididos en dos grandes bloques: la buena suerte y la mala suerte. Una de las cuestiones de fondo de este manual es que, pase lo que pase, debemos ser siempre conscientes de la brevedad y la inestabilidad de la existencia: el que hoy es bello y rico puede convertirse en feo y pobre en cuestión de horas, y el que se lamenta por la pérdida de un amigo puede descubrir mañana que el amigo en cuestión le era desleal y que la pérdida, por tanto, no es sino una ganancia. Así, la buena y la mala fortuna son relativas y cambiantes, por lo que la clave reside en tomar perspectiva frente a ellas y no dejarnos influenciar en exceso ni por las lamentaciones ni por las celebraciones. Ya lo decía el poeta lírico griego Arquíloco de Paros, uno de los muchos referentes grecolatinos que aparecen en las obras de Petrarca: «Alégrate por lo que trae alegría/ y sufre por lo malo, pero no demasiado». 

Una de las ideas esenciales es que debemos ser siempre conscientes de la brevedad y la inestabilidad de la existencia

Es fundamental, según el humanista, mantener una actitud sensata y precavida ante estos cambios y ser siempre fiel a la virtud, concepto amplio que hoy quizá equivaldría al llamado sentido común. Sin embargo, y como bien dice la expresión popular, el sentido común es el menos común de los sentidos, y continuamente nos expone el autor a casos prácticos de las contradicciones y los absurdos que nos alejan de él. Es, por ejemplo, el caso del que pierde su salud por no cuidar de ella o por sacrificarla a la efímera belleza corporal. En el mundo de las dietas milagro y las rutinas obsesivas de gimnasio, donde todo es poco para mantener un cuerpo perfecto, estos consejos del siglo XIV resultan más actuales que nunca. «¡De cuántas cosas gratas se abstienen los jóvenes hermosos!», exclama el poeta, recordándonos que la hermosura no debe ser tan importante que destierre el placer. 

También encuentra espacio Petrarca para hablar de temas que, varios siglos después, continúan de rabiosa actualidad. Con respecto a la vivienda, nos aconseja no quejarnos de lo pequeña que es nuestra casa, ya que, según él, no es necesario un gran espacio para vivir. Al escritor, por su parte, le aconseja no escribir cosas innecesarias ni gastar papel en vano («¡Y nos asombra que el papel esté cada vez más caro!»), mientras que al lector que acumula libros le recomienda que prime el saber de unos pocos volúmenes al volumen de unos pocos saberes. Por hablar, podríamos sugerir que incluso el poeta habla hasta de fútbol: desprecia a aquellos que, de entre todos los ejercicios físicos posibles, prefieren el juego de la pelota, «especialmente si se acompaña con tan insoportable griterío».

Los amigos, pocos y leales, y las posesiones materiales presentes en su justa medida. El rico vivirá siempre agobiado por no perder sus posesiones, de modo que mejor mantenerse en una sana medianía y limitarse a tener lo suficiente para vivir sin preocupaciones. Lo mismo para la esperanza: es sana para no desfallecer ante los reveses, pero puede ser nuestra condena si nos pasamos la vida esperando por lo que no tenemos.

Para terminar, y como no podía ser de otra manera, el humanista nos da su visión del amor, tan nocivo si está como si no está. El amor es para el poeta un mal placentero del que nadie puede escapar, ni dioses ni sabios, ni siquiera él mismo. Y aunque toda su obra moral está repleta de enseñanzas de mesura contra las pasiones, este es uno de los puntos en los que se contradice y flaquea. No en vano ha pasado Petrarca a los manuales de historia de la literatura por su Cancionero, un compendio de poemas surgidos a partir del amor que el poeta sintió por la enigmática Laura. El pesar que le producía su enamoramiento y las contradicciones entre sus ideas y sus pasiones quedaron relatados en la curiosa obra Secretum, un diálogo imaginado entre San Agustín y el propio autor en el que Petrarca trata de dar solución a sus propios problemas. La existencia de esta obra, concebida más como un diario que como un escrito publicable, justifica la esencia misma de la literatura moral: hasta quienes dan los más valiosos consejos necesitan ser guiados de vez en cuando.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

El exilio de María Zambrano

Olga Amarís Duarte

Hace treinta años que fallecía María Zambrano, imprescindible para entender la España del siglo XX y la que somos hoy.

La nueva sinceridad

José A. Cano

El abandono de «la cultura del cinismo» conecta a artistas como el rapero Residente o el cineasta Pedro Almodóvar.

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME