Siglo XXI

Viajar y trabajar, una tendencia más allá de los nómadas digitales

Las llamadas «trabacaciones» se expanden con una velocidad cada vez mayor entre nuestra sociedad, especialmente entre los sectores más jóvenes.

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08
agosto
2023

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Las nuevas tendencias suelen estar impulsadas por los conocidos como early adopters, un término del campo de la innovación que habla de aquellos usuarios que, por sus características, tienen tendencia a adaptar una nueva tecnología o un nuevo hábito de consumo antes que el resto. Los nómadas digitales es el término que se ha adjudicado a aquellas personas que trabajan completamente en remoto pero que además no tienen una lugar de residencia fijo, sino que van viajando por el mundo con su ordenador portátil.

Este grupo ganó especial atención a partir de la pandemia. El teletrabajo se convirtió entonces en la «nueva normalidad» y mucha gente se dio cuenta de que viajar era algo que echaban mucho de menos, pero también de que podían desarrollar su trabajo desde casa, con un ordenador y nada más. Fue entonces cuando esta manera de trabajar se empezó a popularizar, si bien los nómadas digitales siguen creciendo a día de hoy. Incluso se están percibiendo como una oportunidad desde las ciudades españolas: con la nueva Ley de Start-Ups, a través de la que se regula la visa digital para estos nómadas, se están creando ecosistemas. Ciudades como Málaga, Tenerife o Valencia están desarrollando iniciativas para atraer a este perfil.

Sin embargo, los nómadas digitales están dejando de ser un grupo de early adopters para convertirse en el grupo más extremo dentro de un hábito generalizado. Y es que el hábito de viajar y teletrabajar se está extendiendo a las masas, sobre todo en los jóvenes. Yo, Rafa Magaña, perteneciente a la generación Z, escribo este artículo desde el pueblo de mi padre, Quesada (Jaén). Hace poco tuvimos la oportunidad de realizar un estudio dedicado a entender qué preferencias tienen los jóvenes cuando viajan en verano y en el cual preguntamos por la preferencia por viajar y trabajar en una situación extrema y a priori poco atractiva. El resultado fue el siguiente: el 86,3% de la generación Z se iría a teletrabajar durante el verano a un pueblo de una zona rural poco poblada de España si su empresa le ofreciera esa oportunidad.

El 86,3% de la generación Z teletrabajaría durante el verano en una zona rural poco poblada de España si su empresa le ofreciera esa oportunidad

Esta estadística tiene varias claves, ya que viene de otra aún más mayoritaria: el 93,2% de la generación Z considera el verano como una oportunidad para viajar más. La cultura española siempre ha tenido el verano como el momento de los viajes, y aunque estos ya no solo se den durante el verano, este hábito está evolucionando debido a varios factores que nombrábamos anteriormente, como la pandemia, el teletrabajo o los nómadas digitales. Los jóvenes cada vez lo tienen más claro: para trabajar bien desde un ordenador no necesitas estar siempre en la oficina o en tu casa sino que también puedes hacerlo –mientras cuentes con internet y un ordenador– desde un pueblo perdido en la montaña.

Con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se está intentando impulsar este movimiento, pero es en el último matiz de la estadística donde creo que realmente se materializa la oportunidad: «Si su empresa le ofreciera esa oportunidad». La colaboración público-privada es fundamental para que las empresas sientan más facilidades a la hora de ofrecer esto y para que los entornos rurales tengan los mínimos servicios necesarios para poder acogerlo. Sin embargo, no siempre es cuestión de resolver la logística y recursos necesarios para llevar este modelo a cabo; muchas veces, una mentalidad anclada en el pasado evita que avancemos hacia esta oportunidad para las zonas rurales en España (e incluso también para las empresas).

A día de hoy, ya hay empresas ofreciendo dos o tres semanas de teletrabajo en verano, así como incluso una semana pagada en un destino distinto con una jornada reducida de trabajo. Muchas otras incluso ofrecen un teletrabajo total, una ventaja competitiva para atraer y retener talento joven. Porque los jóvenes no van a luchar por estos beneficios en un mercado con condiciones laborales pésimas y en el que no tienen ningún poder de negociación. Es responsabilidad de las organizaciones crear nuevos modelos de trabajo innovadores que aprovechen la oportunidad de teletrabajar y dinamicen zonas llenas de recursos pero poco pobladas. Los jóvenes sí ven el teletrabajo desde su casa, desde su pueblo o desde cualquier zona de España como algo atractivo, más aún en verano. ¿Será España capaz de explotar el «turismo de teletrabajo»? Si ya somos los mejores en el turismo, yo creo que también seremos capaces de aprovechar esta nueva derivada, y es que entre los jóvenes, viajar y trabajar es cada vez más normal.


Rafael Magaña es CEO de Mazinn.

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