¿Por qué hay tantos jabalíes?
Los avistamientos de jabalíes en las ciudades españolas son cada vez más comunes. Muchos no dudan en atribuir este factor a un aumento de esta especie, pero la pregunta es otra. ¿Por qué los encontramos cada vez más cerca de nuestra casa?
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El Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos calcula que actualmente hay más de un millón de jabalíes en España, una cifra que podría duplicarse en el 2025. Y ello podría ser preocupante: desde hace algunos años, los jabalíes han sido considerados como una especie invasora en el territorio español. Las principales causas del aumento exponencial de estos animales oscilan entre aquellas de corte ambiental y corte humano.
En las razones ambientales, de este modo, encontramos la forma en la que los ecosistemas han acompañado la supervivencia y confort de esta especie en el territorio, así como el espacio del que los jabalíes han disfrutado para mantener su elevada población. Por ejemplo, la ausencia de depredadores naturales hacen que, en algunas áreas, sus poblaciones hayan aumentado de manera descontrolada, ya que, en otras épocas, estos animales se habían visto atacados por depredadores como lobos y osos. Sin embargo, la disminución de estos anteriores hasta los límites de la extinción ha hecho que la población de jabalíes haya aumentado significativamente. Además, el hecho de tener una dieta muy variada y poder alimentarse de la mayoría de las opciones ofrecidas por sus entornos ha hecho que no deban preocuparse por encontrar su forma de subsistir en los ecosistemas mediterráneos. Por si fuera poco, la naturaleza de nuestros bosques es también un punto a favor para una especie que prefiere habitar espacios frondosos en los que poder refugiarse del clima (y, en cierto modo, habilitar para su vida).
Pero no todos los factores de su crecimiento se deben al entorno: también hay actos humanos que condicionan su expansión. Ante la ya mencionada ausencia de depredadores, el hombre es su mayor peligro, si bien el descenso del número de cazadores en las últimas décadas o la caza selectiva han hecho disminuir el peligro. Además, prácticas como la agricultura mediterránea proporcionan un contexto amable para esta especie, con cultivos que son atractivos para ellos.
Su mayor presencia se ha notado especialmente en las carreteras, donde han generado importantes accidentes de tráfico, como ha ocurrido en Cataluña
Y si bien el entorno ambiental y humano ha favorecido la población de jabalíes, esto no ha venido sin costes. En muchas zonas de la Península Ibérica ya se están sufriendo sus consecuencias, entre las que se encuentran no solamente la destrucción de cultivos y espacios agrícolas, sino también la reducción drástica de algunas especies, como el conejo y algunas aves acuáticas de zonas como Castilla-La Mancha. A ello se sumaron hace tres años las medidas de confinamiento establecidas en la pandemia del coronavirus, lo que causó un acento de estos efectos, haciendo que los jabalíes pudieran esparcirse en espacios urbanos debido a la ausencia de obstáculos. Más allá de los alborotos en los contenedores y los cubos de basura, la mayor presencia de estos animales se ha notado especialmente en las carreteras, donde han generado importantes accidentes de tráfico. Solo en Cataluña, por ejemplo, se han triplicado los accidentes con vehículos desde 2010.
Estos casos han despertado la alerta científica. Algunos expertos, así, han mostrado su preocupación con los avances de la población de jabalíes en los últimos meses y las repercusiones que este aumento podría tener en un futuro próximo. Carme Rosell, bióloga experta en gestión de fauna, explicaba hace unos meses que «los jabalíes nos han ganado la batalla por goleada». Por otro lado, la protección de los derechos de los animales no deja de ser un factor en juego a la hora de determinar las posibilidades de limitar la especie (y, sobre todo, los medios para hacerlo). Así las cosas, ¿qué queda esperar de esta expansión poblacional?
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