Una vivienda medieval para cuidar la historia

Poner Cal Boter Menescal a disposición de los huéspedes permite conservar los siglos de historia que conectan la casa –literalmente– con el castillo de Santa Oliva.

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Carmen Gómez-Cotta

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Borja Rebull

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Entre bodegas de cava, un castillo medieval y una iglesia románica se ubica Cal Boter Menescal, una casa del siglo VIII-IX en el corazón de Santa Oliva (Tarragona). «Pensamos que esta casa es de la época del castillo porque está en la calle del Castell y hay una galería subterránea que comunica con la fortaleza», cuenta Neus Lluch, propietaria de esta casa histórica llena de secretos impresos por el paso de los siglos: «cuando hice las obras encontré una zona cerrada con una puerta y el Ayuntamiento me dijo que era el antiguo calabozo. [Todavía] se ve la puerta, muy bajita, probablemente también de esta época medieval», apunta la anfitriona de este alojamiento en Airbnb.

La casa ha ayudado a promocionar la zona de Santa Oliva del Bajo Penedés

Cal Boter Menescal pertenece a la categoría de Casas Históricas, una serie de alojamientos con una relevancia particular en la historia de nuestro país que datan de principios del siglo XIX o antes, mucho antes en este caso. El abuelo de Neus recordaba haber vivido en este mismo espacio con sus abuelos, por lo que pertenece a su familia desde hace al menos cinco generaciones.

Neus, quien ha reformado la vivienda por completo, reconoce que Airbnb le ha permitido conservarla en buenas condiciones: «a la gente le gusta [la casa] y que tengo bastantes solicitudes, lo que me hace estar contenta porque me ayuda mucho a mantenerla». Además, poner este espacio histórico disposición de los huéspedes ha ayudado a promocionar esta zona del Bajo Penedés, hasta entonces un poco más alejada del circuito turístico habitual, y a descubrir la riqueza del patrimonio cultural y arquitectónico de nuestro país.

En España, la categoría de Casas Históricas dispone ya de unos 3.500 espacios, desde capillas reconvertidas hasta castillos centenarios, pasando por haciendas, molinos o caseríos. Unos alojamientos que se han beneficiado de cerca de un millón de euros que Airbnb ha donado para apoyar el patrimonio cultural español.