Educación

Si usted habla dos idiomas, tiene un cerebro imparable

Los cerebros de las personas bilingües utilizan más recursos que los de las monolingües para llevar a cabo las mismas funciones cognitivas, brindándoles mayor flexibilidad en el aprendizaje y una gran capacidad para detectar -y desechar- rápidamente la información inútil a la hora de llevar a cabo cualquier tarea.

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11
mayo
2021

¿Qué tienen en común un gibraltareño, un latino de Miami y un adolescente de Tanzania? Los tres son personas bilingües. Se desenvuelven con la misma soltura en dos lenguas, un hecho que no descubre ningún secreto nuevo: la capacidad de hablar varios idiomas ofrece muchas ventajas, tanto sociales como profesionales, a sus poseedores. Relaciones más ricas y diversas, acceso a múltiples fuentes de ocio, cultura y conocimiento o mayores –y mejores– oportunidades laborales no supone un mal pack de bienvenida para quienes se adentran en el mundo del multilingüismo. De alguna manera, ese registro múltiple supone la posibilidad de sacarle doble partido a la vida (y a veces, hasta triple). Eso, por sí solo, explicaría el énfasis que los actuales sistemas educativos ponen en el modelo bilingüe. Pero, ¿qué efectos tiene el bilingüismo en el cerebro de las personas?

Los mecanismos cerebrales que rigen el habla siguen siendo, en gran medida, un misterio para la ciencia. Sin embargo, sí parece haber cierto consenso en que existen diferencias, tanto funcionales como fisiológicas, entre una mente bilingüe y una monolingüe. Básicamente, la manera en la que el cerebro bilingüe procesa la información es diferente. Diversas investigaciones han demostrado que las personas bilingües utilizan más recursos cerebrales que las monolingües para realizar las mismas funciones cognitivas –mayor densidad de materia blanca, áreas del cerebro más extensas implicadas en cada tarea, mayor número de conexiones neuronales–.

La ciencia atribuye a los bilingües una mayor habilidad para identificar y desechar información que no es relevante

En cualquier cadena de montaje, ese derroche de medios se vería como un atentado contra la eficiencia. Ningún bilingüe sería contratado como operario con semejante carta de presentación. La mente humana, sin embargo, no funciona igual que una fábrica. A nivel cognitivo, esa aparente falta de optimización de los recursos disponibles se traduce en un cerebro más entrenado y, por consiguiente, más flexible, versátil y eficaz. Por decirlo de alguna forma, las personas bilingües están sometiendo a su centro de control a un ritmo productivo mucho más completo y sostenido en el tiempo y, cuando la maquinaria interna de nuestra mente se pone a trabajar a pleno rendimiento, resulta imparable.

Desde el proyecto Brainglot de la Universidad Pompeu Fabra explican que las personas bilingües están continuamente tomando decisiones en cuanto a qué idioma utilizar según el contexto. Este ejercicio intensivo de cambio de registro les sirve para trasladar esa misma agilidad y capacidad de adaptación a cualquier tipo de situación cognitiva que se les presente. Por ejemplo, una de las ventajas que la comunidad científica atribuye a las personas bilingües es una mayor habilidad para identificar y desechar la información que no es relevante para la tarea que están realizando. Con lo que el mito de la supuesta menor eficiencia bilingüe quedaría rebatido.

Además, algunos estudios han demostrado que el bilingüismo tiene efectos positivos en funciones cerebrales como el control ejecutivo o la capacidad de atención, unas destrezas que se mantienen en edades avanzadas y protegen del deterioro cognitivo. Analistas del Instituto Rotman de Toronto (Canadá) concluyeron que la aparición de los primeros síntomas de alzhéimer es hasta cuatro años más tardía en las personas bilingües que en las monolingües.

El bilingüismo brinda una mayor flexibilidad en el aprendizaje de todo tipo de materias más allá del lenguaje, como las Matemáticas

A nivel educativo, las capacidades idiomáticas también presentan beneficios. Los especialistas sostienen que el bilingüismo brinda una mayor flexibilidad en el aprendizaje de todo tipo de materias, más allá de las relacionadas con el lenguaje. Por ejemplo, en Matemáticas: el razonamiento espacial o la resolución de problemas son algunas de las habilidades en las que una mente bilingüe destaca sensiblemente. Esta tesis fue corroborada por un estudio de las universidades de Salamanca y Valladolid, en conjunto con Cambridge English, donde se evaluó el programa de bilingüismo en la educación primaria de Castilla y León para constatar que los alumnos de los módulos bilingües de primaria obtenían mejores notas en Matemáticas y Lengua que los que cursaban sus estudios solo en español.

Entonces, ¿son las personas con dos o más idiomas más inteligentes? Si la respuesta fuera tan sencilla, probablemente países como Bélgica (el 65% de su población es totalmente bilingüe) o Suiza (tiene cuatro idiomas oficiales y el 64% de la población habla varios de ellos) serían las grandes potencias que dominaran el mundo. Lo que parece innegable es que aquellas personas que consiguen desenvolverse con éxito en diferentes pisos de la Torre de Babel planetaria parten con algunas interesantes ventajas sobre aquellas que no logran pasar de la recepción.

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