El talento ‘sénior’ o el futuro del mundo laboral
La Fundación Adecco y la Fundación SERES presentan el primer ‘Libro Blanco de Gestión del talento sénior en España’ para concienciar sobre la necesidad de integrar en el mundo laboral a los profesionales mayores de 55 años.
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Para que un reloj funcione se necesita un engranaje de al menos cinco ruedas dentadas, cada una de ellas con un tamaño, un grosor y un número de dientes dispar. Sus diferencias son lo que permite que puedan girar acompasadamente para mostrar con precisión las horas, los minutos y los segundos que tiene un día. Si todas fuesen iguales, las ruedas no girarían y llevar el control del tiempo sería imposible. El funcionamiento de este mecanismo se asemeja al de cualquier empresa: la coordinación conjunta de personas con diversas funciones y perfiles es lo que permite alcanzar un éxito común. ¿Por qué alguien querría renunciar a una pieza clave que hiciese girar el engranaje mejor y más rápido?
Uno de los mayores retos a los que se enfrenta el mundo empresarial es el de integrar en sus plantillas a personas de diferentes colectivos en riesgo de exclusión social. Entre ellos se encuentran los profesionales mayores de 55 años, que hoy superan el medio millón (541.700) de desempleados. Así se recoge en el primer Libro Blanco sobre la Gestión del talento sénior en España elaborado por la Fundación Adecco y la Fundación SERES, un trabajo que pretende servir de guía a empresas y administraciones a la hora de anticiparse y actuar contra los efectos negativos que el progresivo envejecimiento de la población provocará en el mercado laboral. Una tendencia que, además, se antoja imparable.
La tasa de envejecimiento en España ha aumentado un 125%, alcanzando máximos históricos
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) retratan una España cada vez más longeva: en 2020, la tasa de envejecimiento alcanzaba el 125% o, dicho de otro modo, por cada 100 menores de 16 años se contabilizan 125 mayores de 64. Este dato es un máximo histórico en un índice que superó el 100% en el año 2000 y alcanzó el 122,8% en 2019. Ante estas abrumadoras e incontestables cifras, apostar por el talento sénior es una opción ineludible para el futuro, especialmente cuando la población mayor de 55 años representa un gran activo en nuestro país. Concretamente, suponen el 15% del total de la fuerza laboral disponible actualmente, frente al 8% de hace una década.
A pesar del envejecimiento de la población, los mayores de 55 años todavía se enfrentan a un mercado laboral que los elimina casi por completo de los procesos selectivos. «Estamos anclados en modelos arcaicos que conducen a la discriminación por edad, un contrasentido que pone en jaque la competitividad del país», señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco. Los datos avalan esta afirmación: el último informe #TuEdadEsUnTesoro, de la Fundación Adecco, estima que un 40% de los reclutadores descarta automáticamente las candidaturas de los mayores de 55 años que acumulan largos periodos de inactividad. Además, el 75% de los desempleados en este rango de edad cree que no volverá a trabajar nunca.
Que personas con una amplia experiencia se encuentren obstáculos en el mundo laboral a la vez que la población envejece es una paradoja que choca con las cifras recogidas hace seis años en el Golden Age Index de la consultora PwC. En él se sostiene que la economía española podría crecer un 9,9% (en torno a 188.000 millones de euros) de aquí a 2050 si se aumentase el empleo entre los trabajadores sénior al mismo nivel que los países más avanzados de la OCDE, como Islandia o Nueva Zelanda. En este aspecto, gestionar el talento sénior podría contribuir al crecimiento económico del país. Se trata, no obstante, de un reto que debe abordarse tanto desde los poderes públicos como desde el sector privado.
Los mayores de 55 años representan el 15% del total de la fuerza laboral disponible actualmente
«En las empresas, implementar nuevos procesos de trabajo que promocionen este talento sénior es una tarea difícil, pero que se presenta como una oportunidad para crecer económicamente y generar un impacto social positivo», señala Ana Sainz, directora general de Fundación Seres. Y asegura que, muchas empresas ya están apostando por ellos a través de las estrategias de diversidad, equidad e inclusión. Para ello, el informe define una estrategia para mantener la competitividad de estos profesionales enfocándose en iniciativas de intercambio generacional, políticas de selección inclusivas o acciones de reciclaje y perfeccionamiento de habilidades.
La implicación del tejido empresarial es imprescindible para detener la pérdida de estos talentos, pero también es crucial el apoyo de la Administración Pública, que se enfrenta a una posible sobrecarga del sistema de protección social dado el imparable envejecimiento poblacional. En este sentido, el estudio plantea acciones como la creación de una Estrategia de Activación del Talento Sénior, la vinculación de ayudas a programas de empleabilidad o el refuerzo de políticas activas de empleo y de la colaboración público-privada. Todo, para garantizar la inserción de los desempleados sénior y facilitar que se sigan sumando piezas en el gran engranaje del mercado laboral.
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