El drama de tirar la toalla (laboral) a los 55 años
Siete de cada 10 desempleados mayores de 55 asume con no volverá a trabajar nunca. Si todos ellos tuvieran trabajo, la economía española crecería un 10%.
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La población mayor de 55 años es un gran activo para nuestro país. La cifra es tan abrumadora e incontestable que posiblemente ha pillado desprevenidos a nuestros poderes públicos, y deberían tomar cartas en el asunto: la economía española podría crecer a largo plazo un 9,9%, esto es, en torno a 188.000 millones si se aumentase el empleo entre los trabajadores mayores de 55 años al nivel de los países más avanzados de la OCDE, tal y como se desprende del ranking Golden Age Index elaborado por la consultora PwC.
Según el estudio, en 2050, el número de personas mayores de 55 años en la OCDE ascenderá un 50%, un total de 538 millones. Aumentar su empleo hasta las tasas de Suecia supondría un incremento del PIB total de más de dos billones de euros. A la cabeza del listado de PwC, entre los países que más están aprovechando esta situación, se encuentran Islandia, Nueva Zelanda, Israel o Suecia. España se sitúa en un nada honroso puesto 25. El porcentaje de personas de entre 55 y 64 años empleadas en nuestro país es del 49,1%, 26 puntos menos que el de Suecia, por ejemplo. El de mayores de 65 años se reduce hasta el 4,9%.
«Mucho se han analizado las dificultades laborales que atraviesan los desempleados una vez cumplen los 45 años», explican desde la Fundación Adecco: «En primer lugar porque, en un mercado altamente competitivo, las empresas tienen tendencia a decantarse por los más jóvenes, a los que asocian con más formación, flexibilidad y rentabilidad. Y, en segundo lugar, porque muchos desempleados senior provienen de sectores que ya no generan oportunidades profesionales, por lo que tienen que reciclarse para volver a ser empleables, así como actualizar sus técnicas de búsqueda de empleo, en un mercado que evoluciona a pasos agigantados». El director de la fundación, Francisco Mesonero, añade: Pero es a partir de los 55 años cuando las oportunidades profesionales caen estrepitosamente. Quedarse sin empleo a las puertas de la jubilación es un problema de dimensiones mayúsculas. Muchos desempleados mayores de 55 años pierden su trabajo con una pequeña indemnización que no les cubre hasta la edad de jubilación, lo que les exige buscar un empleo que, en muchas ocasiones, nunca llega». Y advierte: «En estos casos, el paro puede convertirse en una situación crónica y se incrementa notablemente el riesgo de exclusión social».
A día de hoy, el Servicio Público de Empleo Estatal ofrece una prestación especial de 426 euros al mes para los mayores de 55 años hasta la edad de jubilación, pero no todos cumplen los requisitos para acogerse a ella o, haciéndolo, la cuantía no es suficiente para sufragar sus gastos fijos (hipoteca, responsabilidades familiares, etc). Desde la Fundación Adecco han realizado una encuesta a 1.500 desempleados mayores de 55 años que, en el último año, han acudido a sus oficinas en búsqueda de una oportunidad profesional. La precaria situación de nuestro país se resume en una cifra alarmante: más de medio millón de mayores de 55 años buscan empleo en la actualidad, un 16% más que hace apenas un lustro. Y eso en un contexto en el que, solo este año, se ha producido la tercera caída consecutiva en el número de desempleados que superan esta edad.
Desde la Fundación Adecco opinan que «hoy en día, se trata de un sector de la población que sigue siendo muy activo y que, en gran parte de los casos, atesora una dilatada experiencia. Sin embargo, cuando se pierde el empleo con 55 años o más, salir del paro puede antojarse muy complicado. De hecho, muchos desempleados de esta edad acumulan largos periodos de inactividad». Y aportan algunas cifras de su estudio: «Concretamente, casi tres cuartas partes lleva más de un año sin encontrar trabajo, cifra que desciende hasta el 61% entre los que tienen entre 45 y 55 años y hasta el 54% entre los desempleados a nivel general. Es llamativo cómo, además, la mayoría de los desempleados de larga duración mayores de 55 años, lleva ya más de dos años en paro».
Según explica Mesonero, «los prejuicios sociales y empresariales se redoblan cuando se trata de contratar a un mayor de 55 años. A menudo, los reclutadores suelen identificarlos con un perfil obsoleto, lo que les puede conducir al descarte automático. Además, en muchos casos, los mayores de 55 años están desentrenados en la tarea de buscar empleo, y ello les lleva a no seguir la estrategia correcta. Por todo ello, las posibilidades de caer en el desempleo de larga duración y en la exclusión social, se vuelven muy elevadas». Con este panorama, no extraña la desoladora conclusión del estudio de Adecco: siete de cada 10 desempleados mayores de 55 años cree que no volverá a trabajar nunca».
Ante esta falta de apoyo por parte de los poderes públicos y el sector privado en general, la Fundación Adecco ha puesto en marcha un plan de colocación para mayores de 55 años, con el que ya ha generado empleo para 300 personas, un 32% más que el año anterior, cuando se contabilizaron 227 contratos. «El incremento de la contratación de mayores que hemos registrado este año no solo es reflejo de la reactivación económica», explica Mesonero, «sino de un compromiso creciente de las empresas con las que colaboramos, con las que realizamos una labor de sensibilización», y culmina: «Demostramos así que el talento y las competencias no entienden de edad».
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