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Descubriendo la parte que nos toca

«No podemos permitirnos ser indiferentes, escondernos o esquivar los problemas, y tenemos que tomar partido». Con estas palabras, MAPFRE resume su nueva estrategia empresarial para construir un presente y un futuro sostenible sin dejar a nadie en el camino.

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Valeria Cafagna
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La sostenibilidad puede tener tantas definiciones como personas viven en el mundo. Sin embargo, en todas ellas hay un denominador común: construir un futuro en el que los humanos tengamos cabida. Y MAPFRE se ha propuesto contribuir a crear un mundo mejor, más justo, más igualitario, más próspero y más seguro con su nueva estrategia La parte que nos toca. Estas cinco palabras son toda una declaración de intenciones del compromiso que esta empresa de casi noventa años ha adquirido con la sostenibilidad. Con este eslogan, quiere vincular emocionalmente a sus empleados, clientes, accionistas y también a la sociedad en general para que juntos, desde el compromiso colectivo, se construya ese presente y futuro mejor para todos.

Antonio Huertas: «La Agenda 2030 puede y debe contribuir a cambiar el mundo y en MAPFRE estamos plenamente comprometidos con sus objetivos»

La parte que nos toca centra su trabajo en los retos globales que afectan directamente a la actividad empresarial de MAPFRE y que suponen un desafío para el planeta. Por eso, el cambio climático, la economía circular, la inclusión y el talento –especialmente de mujeres y personas con discapacidad–, la educación financiera y aseguradora, la inversión socialmente responsable, la economía del envejecimiento, la ética, la huella social y la Agenda 2030 son pilares básicos de la compañía aseguradora. «No podemos permitirnos ser indiferentes, no podemos escondernos, no debemos esquivar los problemas y tenemos que tomar partido», manifiestan desde la entidad. Por eso, con esta estrategia, la multinacional española quiere transmitir confianza a la sociedad y ofrecer un marco que englobe el plan de sostenibilidad que desarrolla.

La huella social y medioambiental de los seguros

Como parte de su compromiso ante la emergencia climática, la aseguradora trabaja para ser neutra en emisiones en 2021 tanto en España como en Portugal. En conjunto, el grupo alcanzará la neutralidad en carbono en nueve años, pero la sostenibilidad va más allá del medio ambiente y no puede existir sin el bienestar social de la plantilla de una empresa. Por eso, MAPFRE es una firme defensora de la diversidad y la igualdad de oportunidades e intenta que las brechas –de género o de cualquier otro tipo– desaparezcan del entorno laboral, donde la capacidad de creación y de innovación es lo que cuenta.

A fin de cuentas, la riqueza ética y humana ha de ir de la mano de la económica en esta nueva realidad. Para cualquier empresa, este debe de ser el motor de su actividad si busca la supervivencia a largo plazo. MAPFRE lo entiende y asume como eje fundamental de su actividad: la rentabilidad social y el bienestar de las personas que viven en las comunidades en las que se asienta –más allá de clientes o accionistas– son intrínsecas a La parte que nos toca. «La Agenda 2030 puede y debe contribuir a cambiar el mundo, y en MAPFRE estamos plenamente comprometidos con sus objetivos, que son, en definitiva, un compromiso de sumas donde todos debemos aportar y buscar soluciones», concluye Antonio Huertas, presidente de la aseguradora.

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