La economía de Tailandia se hunde

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Carmen Gómez-Cotta

@GomezCotta

Un tercio de Tailandia está completamente inundado. Las lluvias del monzón han azotando con fuerza y las inundaciones han provocado daños irreparables. “Es el más grave de los desastres naturales ocurridos en toda la historia de Tailandia”, ha afirmado Yingluck Shinawatra, la primera ministra del país.

Un desastre natural tiene también consecuencias devastadoras en la economía del país y que está afectando también a la cadena de suministros de medio mundo. Las fábricas que producen piezas tecnológicas, automovilísticas y textiles para miles de compañías internacionales se han visto seriamente dañadas. De hecho, las inundaciones han obligado a cerrar alrededor de 10.000 fábricas y suprimir más de 400.000 puestos de trabajo, la mayoría en la provincia de Ayutthaya, al norte de Bangkok.

El Banco de Tailandia ha calculado que la previsión de crecimiento de la economía nacional para este año se verá reducida del 4,1% al 2,6% y ha estimado que las pérdidas van a costar más de 6.000 millones de dólares.

Tailandia es uno de los centros de manufactura del mundo. El 70% de su PIB viene de las exportaciones de productos tecnológicos, piezas de automóviles y prendas de vestir que se fabrican en el país asiático. Toyota, el principal fabricante de motores del mundo, ha calculado que dejará de fabricar alrededor de 37.000 vehículos debido a que muchas piezas fundamentales se producen en estas fábricas tailandesas ahora inundadas. Como consecuencia, debido a la escasez de suministro, está considerando la opción de cerrar cuatro plantas en Norteamérica, una de ellas en la provincia canadiense de Ontario. Nissan, Honda y Ford están teniendo los mismos problemas de abastecimiento.

La industria informática también se está viendo perjudicada, porque el país es uno de los principales fabricantes tecnológicos mundiales. Las pérdidas afectan de momento a un 25% de su producción, que se traduce en más o menos un millón de unidades. Western Digital, primer fabricante que controla el 30% de la producción de discos duros, se ha visto obligada a cerrar varias de sus fábricas y a recortar las previsiones para este año. Y el efecto inmediato de esto en el mercado es que en los últimos días el precio de estos productos ha aumentado un 50%.

También los precios del arroz se han disparado. Tailandia, uno de los principales productores y exportadores de arroz, ha visto cómo las lluvias han arrasado cerca de un millón y medio de hectáreas de tierras de cultivo. Los agricultores han perdido un tercio de su producción.

Hace unos meses que el país está inmerso en una nueva política de agricultura que favorece enormemente a los agricultores y establece prometedores acuerdos comerciales con Estados Unidos, Europa, países de África, Filipinas o Indonesia. Se cree que estas inundaciones provoquen el cumplimiento con los compromisos establecidos y, de ser así, estos socios buscarían nuevos países que pudieran abastecerles. Las consecuencias económicas para Tailandia serían nefastas.

Bangkok

Las lluvias han golpeado con fuerza desde hace tres meses y pusieron en alerta seriamente a la capital, Bangkok, donde temen que el río Chao Phraya de desborde de un momento a otro. Soldados, personal de los servicios públicos y cientos de voluntarios trabajan sin descanso reforzando los diques de contención a lo largo de unos seis kilómetros. Las autoridades tailandesas saben que si las inundaciones dañaran Bangkok las pérdidas económicas serán devastadoras para el país, ya que la capital aporta el 41% del PIB.