Colaborar para asegurar la sostenibilidad

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Raquel C. Pico

@raquelpico

Algunas de las lecciones que aprendemos en el patio del recreo tienen una vida útil mucho más larga que la Primaria. Son, en realidad, una base sólida que nos acompañará durante toda nuestra trayectoria, tanto profesional como personal. Una de esas ideas es la de la importancia del trabajo en equipo. No solo es fundamental en términos de convivencia, sino que también es la piedra angular para lograr muchas de las metas que alcanzar en la vida, individuales o colectivas.

Uno de los puntos en los que la colaboración es sustancial es la sostenibilidad. Para asegurar un crecimiento que cumpla con los objetivos de desarrollo, se necesita que todas las piezas del tablero estén alineadas. Por ello, es preciso más que nunca trabajar en equipo. En el camino hacia una realidad con un impacto mucho más positivo en el entorno, todos los actores tendrán que aunar esfuerzos para conseguir esa meta final. Nadie tiene un papel demasiado pequeño en esta transformación: es una carrera de fondo que obliga a dotar de un rol significativo a todas las partes del proceso para el cumplimiento del objetivo común. 

Daniel López (GLS): «Estamos convencidos de que cada paso cuenta»

De hecho, y como apunta un análisis de la consultora Baker McKenzie que publica el Foro Económico Mundial, una de las grandes certezas de la transformación sostenible es que, justamente, se necesita que haya un trabajo común. Un 73% de los líderes de negocio está ya dispuesto a trabajar hasta con su competencia si eso permite llevar a cabo la transición verde. La complejidad del cambio es tal que se requieren alianzas, acuerdos y una estrecha colaboración. Esto implica, por ejemplo, la colaboración público-privada, pero también que se tengan en cuenta dentro de la empresa a todas las etapas de los procesos y a todos los partners que permiten llevar el producto final hasta el consumidor, que es incluso en sí mismo otro de los actores del cambio. 

La transformación debe pasar por todas esas fases y conseguir que todos los actores se impliquen en el cambio. Para las compañías, esto supone ver las cosas de una manera transversal, lo que las hace muy conscientes de sus efectos en el espacio –físico y figurado– que ocupan. 

Según Daniel López, environmental director de GLS Spain, la clave está en «cuidar y generar un impacto positivo en el entorno en el que operamos». Para ello importa ponerse metas y objetivos temporales a alcanzar, pero también implicar a toda la cadena de valor, observando de forma holística a cada compañía y su impacto en el entorno. Desde esa visión global se puede abordar el trabajo en común y acercarse a la eficiencia. «GLS Spain considera que los ambiciosos objetivos fijados solo podrán alcanzarse desde la colaboración y confianza de todos los profesionales y empresas que participan en el envío, entrega y recogida de un paquete», aseguran. 

Así, en su estrategia en sostenibilidad están implicados también las agencias colaboradoras, los clientes finales, los proveedores o las compañías que les dan servicios. La sostenibilidad se logra con la suma de muchas piezas. En la actualidad, en GLS trabajan a partir de tres palabras clave: energía, movilidad y fotovoltaica. La compañía acaba de cerrar un acuerdo con Endesa que potenciará la electrificación de la flota que se encarga de las entregas (simplificando, por ejemplo, los métodos de carga) o un acceso más eficiente en costes a la energía, entre otras innovaciones. Por otro lado, la transformación también pasa por apostar por el autoconsumo con energía solar. Ya se han empezado a instalar paneles fotovoltaicos en la delegación de Coslada, un primer paso en el uso de electricidad autoproducida. «Estamos convencidos de que cada paso cuenta y este es un gran avance para reducir nuestra huella de carbono y mejorar la eficiencia en todos los niveles de nuestras operaciones», asegura Daniel López.

La colaboración es fundamental para lograr las metas en sostenibilidad y genera un círculo virtuoso en el entorno

Y, por supuesto, al ver la sostenibilidad de una manera holística y completa se advierten muchos más puntos de trabajo y muchas más oportunidades de impacto positivo, que tocan todas las facetas de la sostenibilidad. Por ejemplo, apostar por las entregas fuera de casa, denominadas Out Of Home (OOH), son otras de las propuestas de GLS. Estas alternativas benefician a la compañía aumentando su presencia en todo el territorio y dando más flexibilidad en las recogidas, entregas y devoluciones; pero además tiene un impacto positivo en la reducción de la huella de carbono del envío (al reducir los trayectos de entrega) o a nivel social, ya que genera actividad en los comercios de barrio y ayuda de ese modo a su supervivencia y a la del entramado de proximidad. 

Esto último también muestra otra de las cuestiones fundamentales que la visión en equipo tiene en términos de sostenibilidad. Como apunta un análisis que publica Forbes, el impacto que puede tener la colaboración entre diferentes actores puede ir más allá de los beneficios directos para la compañía. Por ejemplo, cuando se beneficia a otras personas u organizaciones de forma indirecta a través de la actividad principal. Esto se puede traducir en un ciclo colaborativo donde se hace visible la conciencia y compromiso por la sostenibilidad, generando así un efecto llamada o de copia.