Divulgar para preservar: el periodismo a favor de la biodiversidad
La Asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE) reconoce la labor de la divulgación y la conservación medioambiental de los periodistas en la quinta edición del Premio de Periodismo Ambiental.
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Sin duda alguna, la biodiversidad ahora depende de nosotros. Pensemos, por ejemplo, en el maravilloso caso del lince ibérico. Hace veinte años, el gran felino de la península rayaba las cotas de la extinción. Fueron muchas las razones que llevaron a ese icónico animal al límite, pero, definitivamente, fue la falta de conciencia sobre la singularidad de su especie, así como el desconocimiento del impacto medioambiental que tendría su desaparición, lo que fomentó esa situación. Afortunadamente, una firme y agresiva política de recuperación, impulsada por los medios de comunicación, la divulgación científica y el activismo, revirtió esa tendencia. Y, gracias a ella, hoy se calcula que más de 2.000 ejemplares habitan libremente entre España y Portugal. Esa es una historia de éxito.
Desafortunadamente, no todas las especies corren con la misma suerte. Por un lado, España es el país de la Unión Europea con más biodiversidad. Sin embargo, en la otra cara de la moneda tenemos que también es el país con más especies amenazadas. Es por eso que en el vasto mosaico que compone el entorno natural español, la divulgación y el periodismo emergen como guardianes de un tesoro que, por desgracia, sigue en peligro. En un rincón del mundo en el que conviven esas dos realidades, la labor de comunicar y educar sobre la importancia del medio ambiente se ha convertido en una acción indispensable.
España es el país de la UE con más biodiversidad pero también con más especies amenazadas
El legado de Féliz Rodríguez de la Fuente
Félix Rodríguez de la Fuente, histórico divulgador y ambientalista, con su inconfundible voz y su desbordada pasión, nos enseñó precisamente eso, que «la conservación de la naturaleza es una cuestión de educación», como él mismo afirmó. Y así, tras una prolífica trayectoria, logró que varias generaciones comprendieran que en cada paisaje del país había un santuario digno de ser preservado.
La biodiversidad debe de ser nuestra prioridad, pero si algo sabemos es que las manecillas del reloj marchan en nuestra contra. Claro, si es que queremos evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 grados centígrados: una situación que nos haría testigos de un escenario ambiental catastrófico. Por eso mismo, hoy, el periodismo ambiental cobra una relevancia que lo eleva al grado de un faro en tiempos de oscuridad (no olvidemos, por ejemplo, que buena parte de las poblaciones de tiburones y rayas se encuentran en peligro de extinción debido a la sobrepesca). Los periodistas ambientales son una voz indispensable para que la opinión pública preste atención al aumento en las zonas deforestadas o a los entornos naturales cada vez más contaminados (recordemos que la contaminación auditiva –como la que abunda en los festivales de verano– también amenaza a las especies).
Retomando el legado de Rodríguez de la Fuente, para él también estaba muy claro que la información es, sencillamente, transformación. Alguna vez afirmó que cualquier edificación, como la catedral de León o las pirámides de Egipto, podía ser destruida fácilmente, que eso era solo cuestión de voluntad y dinamita, y que también podíamos reconstruirla sin mayor problema, pero que con la naturaleza no sucedía lo mismo. Cuando una especie se extingue, no hay marcha atrás, «la hemos perdido para siempre», decía. Por eso, él invitaba a la gente a unirse a ese «ejército» que defendía los ecosistemas y que no luchaba con armas, «el ejército de los que un buen día dijeron que había que hacer algo para proteger a una madre que no se queja, que nos ha dado todo lo que tenemos, ¡y a la que estamos matando!».
La labor de comunicar y educar sobre la importancia del medio ambiente se ha convertido en una acción indispensable
La protección de la biodiversidad: ese es el objetivo
Por supuesto, Félix Rodríguez de la Fuente no ha sido el único divulgador español en entregarse a la labor de comunicar para concienciar. La lista de nombres es, afortunadamente, muy larga. Uno de ellos es Javier Peña, fundador de Hope!, una iniciativa de divulgación ambiental que tiene más de dos millones y medio de seguidores en sus redes y que lucha arduamente contra los efectos del cambio climático.
Y, como ellos, muchos más están en la lucha día tras día. Es por eso que la Asociación de Aguas Minerales de España (ANEABE) reconoce por quinta ocasión a los periodistas y creadores de contenidos que a través de sus textos, audios o vídeos contribuyen a combatir los efectos de la crisis medioambiental. En esta edición del Premio de Periodismo Medioambiental, el eje temático es precisamente la protección de la biodiversidad. De forma más concreta, se reconocerá el trabajo periodístico que ponga en valor los proyectos empresariales o las iniciativas voluntarias destinadas a la protección de la flora y la fauna autóctonas, así como a la restauración de los ecosistemas degradados, o la promoción de un uso sostenible del entorno natural.
En la edición anterior, el ganador fue el periodista Jorge García Badía, por un reportaje publicado en El Español titulado: «El hallazgo de Cristina Soler, la bióloga capaz de convertir algas del Mar Menor en setas o energía». En 2022, lo ganó Laura Martín, redactora de la Revista Haz, con el artículo «La metamorfosis del plástico, su viaje hacia la circularidad». Y un año antes, en 2021, lo ganó Deborah García Bello con el artículo «En defensa de los plásticos: por qué son imprescindibles para el desarrollo», publicado en la sección Ciencia Aparte de La Sexta.
Finalmente, cabe destacar que premiar esta labor es parte esencial del proceso de concienciación a gran escala. Queda un largo camino por recorrer, pero, por eso mismo, cada paso hacia la creación de sociedades ecológicamente responsables es indispensable.
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