La historia del cambio sostenible

Contar historias es una necesidad innata del ser humano. Estas nos enseñan lecciones importantes sobre el pasado y nos proporcionan una guía para el futuro. Son, en esencia, la memoria colectiva de la humanidad. Sin ellas, estaríamos condenados a redescubrir constantemente el conocimiento ya adquirido, atrapados en un ciclo interminable de prueba y error. En su forma más pura, una historia bien contada puede cambiar el curso de la historia misma, inspirando movimientos sociales, fomentando la innovación y motivando a las personas a actuar de manera diferente.

Y ese es precisamente el objetivo que tenemos en el Pacto Mundial de la ONU España al contar la historia del cambio, la de las empresas e instituciones que llevamos años trabajando por un mundo mejor. Porque en la actualidad, la sostenibilidad empresarial representa una de esas historias emergentes que tienen el poder de transformar el mundo.

Desde nuestra llegada a España en 2004, hemos sido testigos y protagonistas de esta transformación. Las empresas, que en un inicio se enfocaban en acciones altruistas y proyectos de voluntariado, ahora apuestan de forma decidida por la integración de la sostenibilidad en sus modelos de negocio. Y mientras que en 2006 la RSE era una práctica minoritaria –tan solo llevada a cabo por el 14,8% del tejido empresarial–, hoy 9 de cada 10 empresas en España llevan a cabo acciones que contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Nueve de cada diez empresas en España llevan a cabo acciones que contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Y es que, en esta historia, la Agenda 2030 tiene un peso importante, pues fue sin duda un punto de inflexión que llevó por primera vez a estados, empresas y sociedad a caminar en la misma dirección: la de un futuro mejor. Pero antes de que esta llegara, no podemos restar relevancia a otros hitos como la publicación del libro blanco de la RSE, el lanzamiento de los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos o la aprobación de la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, que reforma el Código Penal e introduce responsabilidades penales de las personas jurídicas por delitos medioambientales y de tráfico de influencias. Y, por supuesto, el nacimiento de nuestra iniciativa, el Pacto Mundial de la ONU España, con la que hemos logrado sensibilizar y capacitar a cientos de empresas, pasando de 135 participantes en nuestro primer año a más de 1.700 en la actualidad.

Estas y muchas otras acciones destinadas a promover la responsabilidad social corporativa fueron clave en la creación del movimiento de empresas responsables y, también, en el salto hacia la sostenibilidad empresarial. Este paso del concepto de RSE al de sostenibilidad empresarial significa mucho más que un cambio de nomenclatura. Es el reconocimiento de la sostenibilidad como valor imprescindible de los negocios, como eje sobre el cual debe girar la economía. Su impulso nos ha llevado hasta logros como que España sea el país europeo con más mujeres directivas, según la última edición del informe Women in Business 2024, y que se sitúe entre los 10 primeros en paridad de género con su puntuación más alta hasta la fecha de acuerdo con el Foro Económico Mundial. O al hecho de que el IBEX 35 figure como el índice bursátil líder en Europa en cuanto al número de empresas con objetivos de reducción de emisiones alineados con la ciencia aprobados a largo plazo.

Las empresas deben continuar innovando y adaptándose a los desafíos emergentes, desde el cambio climático hasta las desigualdades sociales

Esta es una clara demostración de por qué hemos llamado a la evolución de la sostenibilidad empresarial en España «La historia del cambio», porque es una historia de transformación no solo de las empresas, sino también de la humanidad. En ella, las empresas españolas han demostrado que es posible alinear los objetivos económicos con los sociales y medioambientales, creando un impacto positivo que trasciende sus propias operaciones y se extiende a la comunidad global.

Sin embargo, el camino no termina aquí. A pesar de los avances significativos, aún queda mucho por hacer. Las empresas deben continuar innovando y adaptándose a los desafíos emergentes, desde el cambio climático hasta las desigualdades sociales. Y para ello, es crucial que sigamos fortaleciendo las alianzas entre el sector privado, el público y la sociedad civil.

Porque si algo nos ha enseñado la historia es que unidos somos más fuertes y que juntos podemos escribir el próximo capítulo de esta historia del cambio. Un capítulo en el que la sostenibilidad no sea solo una opción, sino la norma, y donde cada empresa, independientemente de su tamaño o sector, juegue un papel vital en la construcción de un mundo más justo, equitativo y sostenible para todos.

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Cristina Sánchez es directora ejecutiva de Pacto Mundial de la ONU España.