Teoría y práctica de la nueva sostenibilidad

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Juan León García

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Gregorio González

Para pasar una revolución de la teoría a la práctica se requiere, ante todo, imaginarla, saber que es posible. De la sostenibilidad se lleva hablando, por lo menos, desde 1987. Más de 30 años después, con algunos logros y muchas deudas pendientes, el mundo se encuentra en pleno ecuador para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.

Aunque el tiempo va en contra, parece que hay un consenso mayoritario: los gobiernos, las empresas y la ciudadanía hablan más que nunca de este tema. Genera interés y preocupación: el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) registró una subida de diez puntos en la inquietud que genera entre la población española el cambio climático.

Razón de más para que el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, hable de urgencia en la necesidad de acelerar la transición ecológica. «El futuro de la humanidad está ligado a la sostenibilidad», zanja durante la jornada Un viaje hacia el futuro de la sostenibilidad, organizada a mediados de noviembre en Madrid por Amazon y Ethic. Es más, la aplicación de políticas para enfrentar el cambio climático ya es, dice el portavoz del Gobierno, «una prioridad clave de seguridad nacional». 

Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente, afirma que el cambio climático es «una prioridad clave para la seguridad nacional»

La estrategia española va ligada inexorablemente a los ODS y al Pacto Verde Europeo. La masiva red de financiación de la Unión Europea (UE) en forma de ayudas a los Estados miembro (806.900 millones de euros en total), obliga a destinar un 30% a la lucha contra el cambio climático.

Es aquí donde el tejido empresarial adquiere especial relevancia. Y aunque el 99% de las compañías europeas son pymes, las grandes multinacionales pueden servir de acicate: Amazon desarrolla su compromiso ambiental con The Climate Pledge y el objetivo de ser cero emisiones netas para 2040, expone Lucy C. Cronin, vicepresidenta y responsable de políticas públicas en Amazon Europa, Oriente Medio y África (EMEA). A nivel continental, equivale a «proveer un camino hacia la sostenibilidad» a sus 150.000 empleados en la UE y facilitar esa transición ecológica a hasta 275.000 pymes europeas o 15.000 españolas con las que mantiene alianzas. 

Tanto ella como Mariangela Marseglia, directora general de Amazon para España e Italia, reiteran en que ese viaje hacia una nueva concepción de la sostenibilidad no pueden, ni quieren, hacerlo «solos». Por eso, el evento reunió a los principales expertos en aspectos clave de ese viaje al futuro: políticas verdes, energías renovables, economía circular y movilidad sostenible.

Prioridades políticas

La jornada contó con representantes a ambos lados del arco parlamentario. Si bien hay consenso en que la sostenibilidad es innegociable, la brecha en su forma de materializarla es evidente. Mientras Cristina Narbona, del PSOE, ve como prioritaria una política del agua, para César Guillermo, del Partido Popular (PP), hace falta acabar con la «balcanización» legislativa que deja de lado «a las empresas y la complejidad de los territorios». Para Sumar, es vital proteger el derecho a la energía «como un bien de primera necesidad» y, a pesar de la «confrontación actual», Fernando Ferrando confía en entablar unas bases de diálogo.

Energías renovables

José Domínguez advierte que hará falta aumentar las interconexiones y la interdependencia en la gestión del mercado eléctrico

«El actual sistema económico es insostenible», afirma Gonzalo Sáenz de Miera, presidente del Grupo Español para el Crecimiento Verde (GECV). La solución, desde su punto de vista, está en «la mayor revolución en los últimos diez años»: las energías verdes, terreno en el que España parte con una «posición ventajosa respecto a la competición global» gracias a sus recursos renovables (sol, viento y capacidad hidráulica). No obstante, identifica desafíos como unas políticas fiscales todavía paralizantes. 

La exministra de Medio Ambiente y senior advisor de EY Isabel García Tejerina señala que el eje medioambiental debe ir de la mano del económico y el social. En otras palabras, «dialogando y escuchando mucho». 

De esa manera se podrán destinar las ingentes inversiones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC, dotado con 294.000 millones de euros) a acelerar tecnologías como el almacenamiento, pivote esencial en el futuro renovable. Australia, China (superpotencia en este sector) y Estados Unidos, menciona José Domínguez Abascal, presidente de Envision Group y exsecretario de Estado de Energía, ya experimentan con el uso de grandes baterías de almacenamiento estacionario que cubren hasta cuatro horas tras la puesta de sol.

En Europa uno de los temas candentes es la reforma del mercado eléctrico, cuyo esqueleto —basado en un sistema marginalista—, García celebra que quede intacto, a la vez que ahonda en las estrategias de sostenibilidad de las empresas. Por su lado, Domínguez cree que esta era «necesaria», pero advierte también que hará falta aumentar las interconexiones y la interdependencia en la gestión de este mercado.

Economía circular

Morán no ve otra salida que «dar un giro al modelo económico» lineal y sustituirlo por otro «de forma circular». En definitiva, «reorientar el cambio en la forma que consumimos y vivimos». Algo que ponen en práctica empresas como Infinite Athletic, donde crean prendas deportivas «infinitamente reciclables» con cordaje de raquetas. Uno de sus cofundadores, Francois Devy, lamenta el desfase de casi tres décadas en aplicar el conocimiento y la tecnología al sector textil. Motivo que le lleva a pedir una mayor colaboración entre legisladores, emprendedores y startups «disruptivas» para redireccionar al consumidor hacia este otro tipo de consumo circular. 

Amazon colabora con 275.000 pymes europeas y 15.000 españolas para «proveer un camino hacia la sostenibilidad»

Para María Rincón, jefa de equipo para la Economía Circular de la Comisión Europea, gran parte del cambio radica en la transformación de las pymes, a las que las instituciones europeas deben ofrecer financiación y asesoramiento ante lo que puede verse como un «tsunami legislativo». Coincide con la visión de Diego Rubio, director de la Oficina Nacional de Prospectiva y Estrategia País de la Presidencia del Gobierno, quien aboga también por la simplificación de la contratación pública. 

Movilidad sostenible

Amazon mantiene un acuerdo en materia de transporte con la empresa familiar EcoTrans, cuya flota es en un 80% ecológica. Su CEO, Félix Ojeda, reconoce que el proceso de descarbonización solo es asumible si «el cliente repercute el coste», ya que las ayudas de la administración «vienen cuando vienen». Eso permite que actualmente estén adquiriendo nuevas tractoras de cero emisiones.

Descarbonizar y democratizar el transporte, uno de los sectores que más emisiones genera, es el objetivo de la Ley de Movilidad Sostenible. Para Carlos Bravo, experto en Políticas de T&E España, dicha transición deberá ser «eficiente y resiliente». En este sentido, el camino pasa por electrificar, observan desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC). Especialmente el parque de vehículos ligeros, reconoce la directora de Industria y Medio Ambiente, Arantxa García Hermo. De momento, la realidad se queda a la mitad de las previsiones: se prevén 100.000 vehículos eléctricos vendidos cuando deberían ser 200.000; y se cerrará el año con 20.000 puntos de recarga cuando deberían ser 45.000. «Hay que tomar medidas más potentes desde la óptica de mercado y de infraestructura», zanja.