Desigualdad

El estatus social también se hereda

Un estudio reciente cuestiona la capacidad de las instituciones públicas para influir significativamente en las tasas de movilidad social, y destaca el rol de los genes como predictores de éxito profesional.

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
16
enero
2024

En el mundo de Gattaca, película de 1997, los avances en ingeniería genética permiten concebir a niños con características muy concretas para asegurar que poseen los mejores rasgos de sus padres. Aquellos nacidos de manera natural son considerados inválidos y discriminados en todos los aspectos de la vida, desde el acceso a la educación hasta las oportunidades de empleo. Afortunadamente, Gattacca es una ficción distópica, en el mundo real cualquier individuo puede superar las limitaciones impuestas por el ADN y colocarse en el estrato social que buenamente desee… ¿O quizá la realidad no es tan optimista al respecto?

Los resultados de un estudio de 2023 sobre la persistencia del estatus social a través de múltiples generaciones desafían el rol del intervencionismo social y la importancia de la genética en el estatus. El autor principal es Gregory Clark, profesor de Economía en la Universidad de Dinamarca del Sur. Sus campos principales de investigación son el crecimiento económico a largo plazo, la historia económica de la Revolución Industrial y la movilidad social.

«En Inglaterra, desde el 1600 hasta el 2022, ha habido cambios considerables en las instituciones sociales a lo largo del tiempo. La mitad de la población era analfabeta en 1800, y hasta 1880 no se introdujo la enseñanza primaria obligatoria. Progresivamente, la oferta educativa y otras ayudas sociales para las familias más pobres aumentaron considerablemente. El documento muestra, sin embargo, que estas intervenciones no modificaron de forma apreciable la fuerte persistencia familiar del estatus social a través de las generaciones», afirma Clark.

La tasa de movilidad social se ha mantenido invariable a lo largo de 400 años en Inglaterra, a pesar de los enormes cambios culturales y políticos

En resumen, el estudio cuestiona la creencia generalizada en ciencias sociales sobre la capacidad de las instituciones sociales y sus intervenciones para influir significativamente en las tasas de movilidad social (es decir, en el cambio en la condición socioeconómica de las personas).

Si es verdad que la promoción de movilidad social y la meritocracia no funcionan, ¿cuáles podrían ser las causas? La razón, según Clark, es la fuerte transmisión familiar de los atributos que conducen al éxito social. Por ello, la política gubernamental no puede hacer más que mordisquear los márgenes de la persistencia del estatus.

Asimismo, podría ser que la baja movilidad se vea afectada por la homogamia (la tendencia a emparejarse con otros individuos que se asemejan a uno). Si la gente se junta con personas de estatus similar, sus hijos reflejarán mejor su estatus: «En Inglaterra conocemos los nombres completos de la mayoría de las personas que fueron a las universidades de Oxford o Cambridge desde aproximadamente 1200 hasta la actualidad», afirma Clark. «Si solamente sé que compartes un apellido con alguien que era rico en 1800, ahora puedo predecir que tienes hasta 9 veces más probabilidades de ser alumno de Oxford o Cambridge. También que vas a vivir 2 años más que una persona media en Inglaterra, y que vas a tener más riqueza. Es más probable que seas médico, tienes más probabilidades de ser abogado».

Tras años de trabajo, Clark ha trazado un modelo basado en el parentesco genético para explicar la distribución del estatus a lo largo de muchos siglos en Inglaterra. Utilizando este modelo, el economista afirma que, incluso en los casos en que la riqueza se transmite del padre a la descendencia (como es de esperar en una sociedad patriarcal), el estatus ocupacional se hereda por igual de la madre y del padre, como es de esperar en un marco genético y no cultural.

Otro resultado sorprendente es que la tasa de movilidad social se ha mantenido invariable a lo largo de 400 años en Inglaterra, a pesar de los enormes cambios culturales y políticos. En definitiva, se sugiere que la genética, dentro de las comunidades nacionales o a escala de nación, es imbatible por las instituciones sociales y políticas.

Ahora bien, la creencia de que «los ricos serán siempre ricos y los pobres siempre serán pobres» no significa que la función pública haya sido inútil. Si bien es cierto que la brecha entre clases sociales parece reducirse a un ritmo demasiado lento, las condiciones de vida de las familias humildes han mejorado enormemente desde la Revolución Industrial, no con respecto a las familias más adineradas, sino con respecto a unos estándares de vida y unas necesidades básicas que antes se ignoraban, y que ahora todo el mundo debería poder cubrir sin importar su apellido o la receta genética de la que están hechos.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME