Biometano, un nuevo aliado para descarbonizar el transporte

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Jorge Ratia

@JorgeRatia

La transición energética continúa en lo más alto de la lista mundial de asuntos por resolver. También es prioritaria en España, donde recientemente se ha actualizado el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), algo que podría ser determinante en la búsqueda de un futuro más respetuoso con el medio ambiente. Este nuevo plan, impulsado por Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) con el 2030 como fecha límite, incluye un gran aumento en el uso de energías renovables: en menos de 10 años, el 81% de la generación eléctrica debe provenir de fuentes renovables. También busca mejorar la eficiencia energética, reducir la dependencia del país y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 32% en comparación con los niveles de 1990. Bajo estas circunstancias, España tiene ahora la oportunidad de convertirse en líder en la producción de energía renovable en Europa, por ejemplo, mediante la producción de biometano.

El biometano es un tipo de biogás que se produce a partir de materia orgánica biodegradable, como residuos agrícolas, residuos de alimentos o estiércol de ganado. Mediante un complejo proceso químico, se transforman compuestos inservibles en una fuente de energía con una alta concentración de metano, similar al gas natural. Ahora bien, como se produce a partir de materia orgánica (de ahí el «bio»), el biometano es renovable, lo que contribuye significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Por eso, es una alternativa sostenible a los combustibles fósiles, y se utiliza en gran variedad de industrias.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) propone que, para el 2030, el 81% de la generación eléctrica provenga de fuentes renovables.

Entre sus múltiples aplicaciones, el biometano se puede inyectar directamente en las redes de gas natural existentes, lo que facilita su distribución y su uso. También reduce las emisiones de gases de efecto invernadero al evitar las emisiones de CO2 del combustible al que sustituyen; así como la dependencia energética del exterior al producirse de forma autóctona. Al mismo tiempo, fomenta la economía circular, ya que contribuye a la gestión sostenible de residuos; y genera emplea y fija población en zonas rurales.

Además, tiene un gran poder para cambiar el sector del transporte, ya que el biometano se puede utilizar como combustible para vehículos en lugar de gasolina o diésel. Al hacerlo, reduce las emisiones de CO2 y otros contaminantes locales. Asimismo, el Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza, EMT Madrid, HAVI Spain y la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona destacan que España cuenta con un notable potencial de producción de biometano (equivalente al 45% de la demanda nacional de gas natural), además de una infraestructura de gasineras existente y una amplia oferta de vehículos. Esto hace que el biometano, como fuente de energía renovable, se presente como una solución efectiva y rentable para la descarbonización del transporte pesado en el país.

Naturgy liderará el primer proyecto de BioGNL (biometano licuado) en España, como parte de su compromiso con la descarbonización y la innovación en sostenibilidad. Hoy por hoy, el BioGNL se utiliza principalmente en el transporte pesado por carretera y por mar, y su producción está en rápido crecimiento en Europa como un combustible clave para la transición energética.

El biometano se puede inyectar directamente en las redes de gas natural existentes, lo que facilita su distribución y su uso

«El gas renovable debe jugar un papel protagonista en la descarbonización del transporte, un sector que concentra casi una tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. Este proyecto, pionero en nuestro país, supone un paso más allá en la búsqueda de soluciones innovadoras para impulsar el biometano como palanca estratégica en la transición energética», explica Silvia Sanjoaquín, directora de Nuevos Negocios en Naturgy.

El proyecto, en colaboración con ADDSynergy, del Grupo Pietro Fiorentini, incluirá la captura de CO2 y mejoras en la calidad del BioGNL, otorgando al producto una intensidad de carbono negativa, lo que supone un avance significativo en los objetivos de descarbonización de España. Esto se suma a los más de 60 proyectos de gases renovables que Naturgy tiene en desarrollo, además de las dos plantas de producción de biometano en funcionamiento y otras en proceso de construcción y planificación.

En conclusión, el biometano es una fuente sostenible emergente que, si el tiempo no decepciona, puede desempeñar un papel crucial en la descarbonización de sectores como el transporte, ayudando a combatir el cambio climático que amenaza el bienestar humano. Hoy por hoy,  la capacidad del biometano para integrarse en la infraestructura existente y su facilidad para reutilizar residuos orgánicos lo hacen aún más atractivo en la transición hacia un sistema respetuoso con el planeta.