Opinión

Valorar la salud, cuidar el planeta

Más de doce millones de personas mueren por el impacto causado en el medio ambiente. Parece llegar el momento en el que empezar, por fin, a cuidar nuestro propio hogar.

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01
septiembre
2021

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¿Valoramos más nuestra salud que antes? La pregunta tiene, en realidad, una respuesta positiva. Cierto es que hemos perdido mucho en estos meses de pandemia, que no hemos superado esta crisis todavía y  que fatiga escuchar futuras amenazas. Sin embargo, si queremos proteger a medio y largo plazo la salud de las sociedades, debemos atender sin dilación las riesgos medioambientales.

Según la Organización Mundial de la Salud  (OMS) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), una cuarta parte de las enfermedades mundiales se generan por riesgos relacionados con el medio ambiente, como la degradación del ecosistema, la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, la contaminación y las sustancias químicas tóxicas.

La OMS estima que el 23% de las muertes son atribuibles a factores medioambientales; es decir, más de 12 millones de vidas

Ni a nivel nacional ni global presenta el estado de nuestro planeta –y nuestro clima– unos buenos datos. La OMS, por ejemplo, estima que el 23% de las muertes son atribuibles a factores medioambientales, lo que se trata de más de 12 millones de vidas perdidas. En nuestro país, según datos del Ministerio de Sanidad, cada año tienen lugar más de 1.000 muertes atribuibles a temperaturas excesivamente altas, así como 31.000 muertes a causa de los contaminantes presentes en el aire.

Las consecuencias de este impacto se traducen en enfermedades que adoptan diferentes formas. Pueden ser infecciosas, como el SARS, pero también mentales, como ocurre con los trastornos provocados por fenómenos meteorológicos extremos, o problemas relacionados con la desnutrición y seguridad de los alimentos.

Tomar acciones a favor del planeta, por tanto, tiene una traducción en vidas, pero también en términos económicos.  Los costes sanitarios asociados al cambio climático, incluidas las afecciones relacionadas con la contaminación atmosférica, la desnutrición, los fenómenos meteorológicos extremos y las enfermedades infecciosas, son inmensos. Según la OMS, estos costes se situarán entre 2.000 y 4.000 millones de dólares en el horizonte del año 2030. Por otro lado, si no hay cambios, las cadenas de suministro que operan en zonas vulnerables al cambio climático deberán hacer frente a interrupciones cada vez mayores debido a sequías, olas de calor e inundaciones, las cuales afectarán a la oferta y la continuidad de las actividades.

El  Acuerdo de París generaría beneficios sanitarios con un valor muy superior al coste de los esfuerzos de mitigación

El cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París y del Convenio sobre la Diversidad Biológica brinda a las empresas de todos los sectores la oportunidad de lograr beneficios colaterales para la salud humana y planetaria, el clima y el rendimiento empresarial. Estas oportunidades beneficiarán a las empresas al reducir sus costes y los riesgos operativos y normativos, al tiempo que adaptan sus productos a las tendencias de los consumidores. Al mismo tiempo, las empresas pueden contribuir a salvar vidas, reducir el absentismo, aumentar la productividad y retener a sus empleados y empleadas. El cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París generaría beneficios para la salud que tendrían un valor muy superior –de 1,4 a 2,5 veces– al coste de los esfuerzos de mitigación. Las cifras más recientes sugieren que limitar el calentamiento a 1,5 °C para el año 2100 generaría un beneficio global neto de entre 264 y 610 billones de dólares, según The Lancet.

Desde el Pacto Mundial animamos a todos los agentes a tomar acción. Creemos que hay cinco pilares básicos que repercutirían de manera inmediata sobre la salud: frenar la pérdida de biodiversidad, potenciar la seguridad alimentaria, mejorar la resiliencia del agua, apoyar la transición justa y los empleos verdes y, por su puesto, reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Las empresas, hoy, tienen oportunidades en este sentido, así como varios programas que les pueden ayudar.

Science Based Target (SBTi), el organismo mundial que permite a las empresas establecer objetivos de reducción de emisiones en línea con la ciencia climática, va evolucionando sus programas en este sentido. Por ello, recientemente ha presentado una línea específica para incorporar a las pymes. Además, este verano también ha presentado una nueva estrategia para aumentar la ambición mínima en el establecimiento de objetivos corporativos a 1,5 ° C por encima de los niveles preindustriales.

Demostremos, así, que hemos aprendido a valorar la salud cuidando del planeta. Es el gran reto del siglo XXI ante el que todos, empresas, administraciones y ciudadanos, tenemos un imperativo moral.


Cristina Sánchez es directora ejecutiva de Pacto Mundial de Naciones Unidas España.

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