¿Cuáles son las organizaciones ecologistas más influyentes del mundo?

Artículo

Ramón Oliver

@mondieta

Según las estimaciones de los expertos del IPCC, a la humanidad le quedan unos 10 años para impedir una catástrofe climática global de consecuencias irreversibles e imprevisibles. Limitar la subida de temperaturas del planeta a un máximo de 1,5ºC es una tarea titánica que, según va avanzando el reloj, se hace más difícil todavía. Gobiernos, empresas, administraciones locales, ciudadanos… Todos estamos llamados a poner de nuestra parte para lograr el ambicioso objetivo y, aunque el interés por la cuestión climática es hoy mayor que hace unos años, centenares de organizaciones llevan décadas trabajando para concienciar a la población de la urgencia de proteger el medio ambiente y colaborando con entidades públicas y privadas para conseguirlo. En función de diferentes listados internacionales, estas son diez de las diez organizaciones ecologistas más influyentes del mundo, un top ten de las asociaciones, oenegés y otras entidades medioambientales que marcarán el rumbo de las reivindicaciones de esta década clave en la lucha climática.

Greenpeace

A punto de cumplir cincuenta años, quizá sea la organización más importante en el activismo medioambiental. Un icono de la defensa del planeta que lleva casi medio siglo en defensa de causas como la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático o la persecución de la caza indiscriminada de ballenas, algo de lo que se convirtió en verdadero emblema desde hace décadas. Con presencia en 55 países y empujada por más de tres millones de socios, la fuerza de su nombre resuena en todo el globo, coreada además por numerosas voces conocidas, desde Javier Bardem a Thom Yorke, de Radiohead. Aunque a veces la vehemencia y espectacularidad con la que escenifican sus convicciones hayan llevado a alguno de sus miembros a salir esposado de sus actos reivindicativos, se trata de la organización ecologista con mayor poder en todo el mundo.

The Nature Conservancy (TNC)

En acción desde 1951, esta veterana organización encuentra en la ciencia, la cooperación y la innovación sus tres pilares para la conservación de las tierras y aguas del planeta, así como de las especies animales y vegetales que las habitan. Entre sus proyectos más emblemáticos están la recuperación de arrecifes de coral, la producción sostenible de alimentos o el impulso de sinergias entre los ámbitos urbano y rural.

World Wildlife Fund – WWF

Data de 1961 y en la actualidad tiene su cede central en Suiza. Centrados en la defensa a ultranza de la naturaleza y la biodiversidad, sus proyectos abarcan territorios transversales como las energías renovables o las ciudades sostenibles. También analizan la trazabilidad de los efectos del cambio climático en los hábitats naturales de los animales y su adaptación a los mismos, además de hacer especial hincapié en la protección de los animales.

International Pollutants Elimination Network (IPEN)

Esta red global, de la que forman parte más de 600 organizaciones no gubernamentales en 124 países, aspira a lograr un mundo libre de emisiones químicas contaminantes. Sus trabajos influyen en políticas nacionales y transnacionales para la regulación de la producción de sustancias tóxicas y sus residuos derivados. Uno de sus últimos proyectos estudia las relaciones entre polución ambiental y Covid-19.

BRAC

Quizá no tan conocida en España y con sede en Bangladesh, Brac es una entidad con una fuerte orientación social. Sus objetivos se centran en el desarrollo de grupos desfavorecidos, poniendo especial foco en aquellos que están localizados en zonas con carencia de medios. Inclusión social o un mejor aprovechamiento de los recursos son dos de sus programas objetivo, mientras que, en el terreno puramente ambiental, desarrolla trabajos específicos en materias como cambio climático, seguridad alimentaria y programas de ayuda en desastres naturales.

El Consejo para la Defensa de Recursos Naturales (NRDC)

Cerca de 3 millones de miembros y activistas online y un panel de 700 científicos, juristas y especialistas en políticas medioambientales están detrás de esta entidad. La organización global, que dedica sus esfuerzos a salvaguardar los derechos de las personas a un aire respirable y unas aguas y entornos naturales limpios, opera como un lobby ecologista que trabaja junto a empresas, políticos, comunidades y otros stakeholders para lograr que incorporen medidas medioambientales a sus políticas.

Earth Action

Nacida en 1992 en el marco de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, moviliza a un gran número de personas para que ejerzan presión social sobre gobiernos y corporaciones en relación a temas de interés común. Degradación ecológica, vulneración de derechos humanos, armas nucleares o pobreza extrema son algunos de los temas de su agenda.

Environmental Defense Fund (EDF)

Más de 50 años contemplan a esta organización estadounidense, considerada como una de las más influyentes del mundo en materia climática y con enorme poder en territorio norteamericano. Con secciones específicas para problemáticas de Clima, Energía, Océanos, Salud, Ecosistemas, Ciencia, Economía o Advocacy, EDF plantea una aproximación jurídico-científica a la defensa de sus causas.

Global Green Growth Institute (GGGI)

Esta organización internacional e intergubernamental nació en 2012, en el marco de la Conferencia de Naciones Unidas sobre desarrollo sostenible. GGGI se ha fijado como propósito lograr un mundo descarbonizado, resiliente e inclusivo con sólidos crecimientos sostenibles. Para ello, una de sus principales misiones es ayudar a movilizar inversiones que permitan a sus estados miembros transformar sus economías en base a planteamientos verdes.

Ecologistas en Acción

El representante español de esta lista no es una oenegé, sino un conglomerado de ellas, ya que está constituido como una confederación de la que forman parte más de 300 grupos ecologistas locales y regionales repartidos por toda la geografía nacional. Esta organización abandera un tipo de ecologismo social que entiende que los problemas medioambientales encuentran sus raíces en un modelo de producción excesivamente globalizado y consumista.