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El Silicon Valley de la agricultura sostenible

Unilever celebra el Día Nacional de la Agricultura Sostenible con el anuncio de que el 95% de las verduras que emplean procede de cultivos ecológicos.

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23
noviembre
2018

Aunque los debates acerca de la contaminación suelen centrarse en las emisiones generadas por la industria o por el transporte, la agricultura es una de las actividades más contaminantes para la atmósfera: alrededor de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero procede de la actividad agraria. Eso, sumado a la escasez de superficie cultivable y de recursos hídricos, hace que la agricultura sostenible sea un imperativo para un sector que tiene un importante reto por delante: alimentar a los más de nueve mil millones de habitantes que tendrá el planeta en 2050.

«Nos enfrentamos a un importante problema demográfico: dar de comer a la población sin tener que irnos a Marte, algo que solo puede suceder en las películas. Necesitamos producir el doble de alimentos con menor superficie, porque todos los lugares donde era posible cultivar ya están explotados. Y no podemos talar más árboles para ganar tierras, porque sería una hecatombe», explica el ambientalista y divulgador José Luis Gallego.El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) puso el límite del calentamiento global en 1,5ºC –y no en 2ºC como se barajaba– para evitar consecuencias irreversibles. El objetivo a conseguir está sobre la mesa, pero… ¿cómo satisfacer la creciente demanda sin dañar la cada vez más maltrecha salud del planeta?

Unilever ha reducido en un 28% el uso de pesticidas y en un 22% las emisiones de gases de efecto invernadero

Optimizar al máximo el uso de agua para riego y de superficie empleada, reducir el uso de pesticidas, rotar los cultivos o fomentar la producción local son algunas de las alternativas planteadas por el sector alimentario y todas ellas se engloban bajo un denominador común: la agricultura sostenible. «En los próximos cincuenta años tendremos que producir los mismos alimentos que hemos producido en los próximos quinientos, un gran reto tanto como para nosotros como para las generaciones venideras», afirma Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever España con motivo del Día Nacional de la Agricultura Sostenible. Precisamente para celebrar esta fecha, la compañía hacía públicos sus resultados en la materia: ha logrado que el 95% de sus verduras –utilizadas en marcas como Knorr–, provengan de fuentes sostenibles. Además, ha reducido un 30% el consumo de agua, un 28% el uso de pesticidas y un 22% la emisión de gases de efecto invernadero en sus cultivos.

El primer campo de agricultura sostenible puesto en marcha por la marca, situado en Extremadura, está dando sus frutos y permitiendo incrementar el porcentaje de ingredientes cultivados de manera ecológica, enmarcados en el Programa de Agricultura Sostenible que arrancó en el año 2010. En el caso de España, supuso el lanzamiento en 2016 del Catálogo de Buenas Prácticas en Agricultura Sostenible en el que Unilever, de la mano de Knorr, cultiva en campos de Extremadura teniendo en cuenta también la formación de los agricultores, la apuesta por la biodiversidad y el fomento de la economía local. Por ejemplo: los tomates y hortalizas de Knorr procedentes de esta comunidad autónoma están ya presentes en las mesas de una decena de países europeos. «El éxito cosechado nos ha permitido exportar el modelo de cultivo sostenible a países como Francia, Italia o Dinamarca, que toman como referencia lo que hacemos en España preservar los recursos naturales del planeta y permitir a más personas acceder a una dieta con alimentos ricos en nutrientes», comenta Palencia, a lo que José Luis Gallego se mostraba incluso más tajante: «Con iniciativas como esta, podríamos decir que Extremadura es el Silicon Valley de la agricultura sostenible».

Los productos procedentes de la agricultura sostenibles de Knorr están ya en las mesas de diez países europeos

Más allá de la sostenibilidad en la producción, tanto Ana Palencia como Diana Roig –directora de Nutrición de Unilever España– inciden en la importancia de garantizarla en todo el proceso, del campo a la mesa… Y más allá. Reducir el contenido en sal de los productos para hacerlos más saludables para todos, garantizar el bienestar animal o luchar contra el desperdicio alimentario son otras de las líneas del compromiso de sostenibilidad de la firma, que también se ha marcado objetivos a batir en materia de reciclaje: en 2025, todos los envases serán 100% reutilizables, reciclables o compostables. «Para sobrevivir a largo plazo hay que ser sostenible. No solo es cuestión de sostenibilidad para el planeta, sino para nosotros. Según un estudio de Adecco, más del 65% de consumidores tiene en cuenta los productos que proceden de agricultura sostenible y están dispuestos a penalizar a quien haga mal las cosas. Debemos de compartir lo que hacemos y no competir con los demás», analiza Palencia.

«Cada día se compran 10 millones de productos Knorr se compran cada día, y en ellos se emplean 128.000 toneladas de verduras frescas al año cultivadas en 120.000 hectáreas de tierra. 5.000 agricultura. Con esas cifras podemos hacernos una idea del gran impacto que generamos y de la obligación que tenemos de hacer productos saludables», explica Diana Roig en la presentación de las nuevas cremas Knorr, que además están contenidas en envases reciclables o de vidrio. «Debemos ofrecer algo con lo que no solo cuidemos el planeta sino que nos cuidemos a nosotros», concluye. «El mejor momento para actuar ante el cambio climático fue hace 30 años, por lo que vamos tarde. Si no actuamos ahora, será catastrófico, pero aún estamos a tiempo. La calidad de vida de futuras generaciones dependerá de lo que hagamos en los próximos treinta años», añade Gallego. Un primer paso puede estar ya sobre la mesa.

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