Innovación

Pangea

Vivimos una revolución inédita que ha universalizado el acceso a los medios de producción clásicos. Es la revolución de los emprendedores.

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10
diciembre
2015

Vivimos una revolución inédita que ha universalizado el acceso a los medios de producción clásicos. Es la revolución de los emprendedores, que con su desparpajo tecnológico y sus valores éticos harán posible un nuevo Pangea.

Pangea es el nombre del supercontinente que al parecer existió hace 300 millones de años en nuestro planeta. Agrupaba la mayor parte de las tierras emergidas y se formó por el movimiento de las placas tectónicas que hizo que todos los continentes anteriores se convirtiesen en uno. La palabra Pangea significa «toda la tierra» y procede del griego «pan» («todo») y «gea» («tierra»). Fue usada por primera vez por Alfred Wegener, autor de la teoría de la deriva continental. En su estudio de principios del siglo XX explicaba que 100 millones de años después de su formación, este único continente comenzó a disgregarse hasta alcanzar la actual distribución continental de la Tierra.

En 2012 la revista Nature publicó un artículo en el que se pronosticaba de nuevo otro movimiento continental, en el que ya estaríamos inmersos, hacia un nuevo Pangea. Otro único continente.

Yo no sé si estamos en plena deriva de placas tectónicas, pero lo que tengo claro es que el mundo está moviéndose, experimentando un cambio que, como nos recuerda la ley de Moore, gracias a la tecnología tiene una velocidad exponencial. Hoy, conceptos que parecían antagónicos se hibridan para hacer posible un mundo mejor.

Lo social y lo empresarial, por ejemplo, con las innovaciones de multinacionales como Elecnor desarrollando infraestructuras que dan agua y luz en el tercer mundo. Lo colectivo y lo mercantil se unen con la economía colaborativa de emprendedores como Blablacar. Lo estético y lo ético ahora son compatibles con los plumíferos de la marca de ropa Ecoalf que arrasan esta temporada, hechos con el pet de miles de botellas de plásticos recicladas. Una empresa como Ecoembes consigue, por ejemplo, que España sea una referencia en Europa reciclando, con su sistema integral, el 70% de los envases que usamos.

El activismo y las instituciones no son conceptos enfrentados.

Vivimos una revolución inédita, en la que por primera vez se ha universalizado el acceso a los medios de producción clásicos, como el capital. Hoy los emprendedores levantan fondos como nunca lo había hecho antes ninguna empresa. Estos nuevos insurgentes están de moda y sus ideas son alimentadas por dinero inteligente en todo el mundo. También se ha democratizado la posesión del nuevo factor de producción, el conocimiento. Cualquiera puede aprender las enseñanzas de los profesores de las mejores universidades gracias a los MOOCS (massive open online courses).

Este es el mundo que se están encontrando las nuevas generaciones que salen de las aulas. Son la llamada Generación Z y, con su desparpajo tecnológico y sus valores éticos, harán posible un nuevo Pangea. Un planeta Tierra que será un continente único para vivir, donde los problemas, por fin, encontraran rápidas soluciones gracias a las nuevas herramientas que la tecnología hoy hace posible: el emprendimiento corporativo, la innovación abierta, la economía colaborativa y el activismo social.

Puedes encontrar esta y otras tribunas y reportajes en el número especial sobre emprendimiento elaborado por Ethic y la Fundación EY.

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