Manuela Carmena quiere plantarle cara a la contaminación

El Ayuntamiento de Madrid aplicaba el pasado viernes la prohibición de aparcar en zonas de Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) a los no residentes y mantiene la limitación de 70 kilómetros por hora para los vehículos que circulen por la M-30 debido a los altos niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) registrado en la capital. Tras las restricciones por los elevados índices de contaminación, se abre el debate. ¿Tomará medidas de fondo el Ayuntamiento para reducir el uso de coches en la capital?

El Gobierno activó la segunda fase del protocolo para episodios de contaminación aprobado en marzo justo tras haber estrenado ayer la primera, obligando a reducir de 90 a 70 kilómetros por hora la velocidad de los coches en la M-30 y en la carreteras de acceso a Madrid.

Durante tres días consecutivos se mantuvo el nivel de preaviso por alta polución en la ciudad –al menos dos estaciones de una zona superaron los 200 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (NO2) durante dos horas consecutivas.

El Ayuntamiento desactivó ayer los 3.954 parquímetros de la ciudad y anunció que quien incumpla la prohibición de aparcar en zona SER–excepto residentes, vehículos comerciales, taxis en servicio, de movilidad reducida o cero emisiones– podrá ser sancionado con una multa de 90 euros. 1.100 controladores de estacionamiento regularán el uso e informarán a los usuarios del protocolo activado y sus medidas. Se espera un mayor uso de aparcamientos de rotación. Además, 400 agentes de movilidad y 1.000 policías municipales se encargarán de gestionar el tráfico y apoyarán las tareas de información al ciudadano.

Límite 70

ubrayó que los radares fijos de la M-30 no multarán si no se respeta el límite de 70 km/h, pero sí lo harán los radares móviles. Durante la jornada de ayer, los conductores cumplieron en buena medida con la limitación establecida, ya que, en hora punta de la mañana, se consiguió reducir de los 93 km/h. habituales a 73, informó el Consistorio.

«La situación en cuanto a contaminación es mala», advirtió la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés,  tras la Junta de Gobierno en las que el PP criticó al Consistorio por «falta de coordinación» e «improvisación» .

El gobierno de Manuela Carmena considera que el protocolo de Ana Botella no garantiza los niveles de seguridad necesarios para la salud de los ciudadanos. Por esta razón, ha elaborado un nuevo texto que será aprobado durante el próximo Pleno del 25 de noviembre donde endurece los indicadores contaminantes rebajando los límites y manteniendo las restricciones por más tiempo.

El nuevo protocolo se encuentra en fase de alegaciones y saldrá adelante con el apoyo del grupo municipal socialista, según indicaron fuentes de la formación. El PSOE ha presentado tres alegaciones que esperan que salgan adelante: mayor control para la eficacia del protocolo y la exclusión de los taxis y las motos de las limitaciones, los primeros al entender que son un servicio público.

Madrid se ha convertido en una ciudad invadida por los coches. ¿Impulsará Manuela Carmena las medias necesarias para respetar el bienestar y la salud de los ciudadanos?