Sebastião Salgado: naturaleza absoluta
Sebastião Salgado comparte con Ethic su último gran proyecto, Génesis. «La cámara hizo posible que la naturaleza me hablase. Y tuve el privilegio de poder escucharla».
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COLABORA2013
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«En Genesis, la cámara hizo posible que la naturaleza me hablase. Y tuve el privilegio de poder escucharla». Sebastião Salgado comparte con Ethic su último gran proyecto, Génesis, «un homenaje fotográfico a nuestro planeta en su estado natural».
El fotógrafo brasileño ha dedicado 8 años para preparar este tributo a la naturaleza en estado bruto, durante los cuales ha viajado a 32 lugares recónditos, en los que el hombre moderno apenas ha puesto el pie. «Alrededor del 46% de la Tierra permanece en el estado en que se hallaba en la época del Génesis. Debemos conservar lo existente», advierte.
Si en los años 90, en proyectos como Trabajadores o Éxodos, Salgado penetró en las tribulaciones de la humanidad y su obra obra se convirtió en un poderoso testimonio de denuncia frente a la semiesclavitud y otras injusticias de nuestra época, en este trabajo el artista sucumbe ante el espéctáculo de la naturaleza absoluta.
Sin embargo, en Génesis también subyace un mensaje a los ciudadanos de un siglo que tiene la responsabilidad de revertir los fuertes impactos de la acción del hombre sobre el medio ambiente. «Con la veloz urbanización de los últimos cien años hemos perdido el contacto con la fauna y la flora que representan la esencia misma de la vida en la Tierra. Quizá sepamos someter a la naturaleza, pero olvidamos con frecuencia que nuestra supervivencia depende de ella», explica a Ethic Salgado.
Su destreza en el uso del blanco y negro, las variaciones tonales y el contraste entre luz y oscuridad conectan con la obra de autores como Rembrandt o Georges de La Tour. «Sólo quería mostrar la naturaleza en todo su esplendor dondequiera que la encontrase. Y la hallé en espacios ilimitados de inmensa biodiversidad que, por increíble que parezca, cubre casi la mitad de la Tierra: en gigantescos desiertos en gran parte intactos; en las tierras heladas de la Antártida y del norte del planeta; en inmensas extensiones de bosques tropicales y templados, así como en cordilleras de imponente esplendor».
Comunidades indígenas
Además de la naturaleza, Salgado reivindica en Genesis otras formas de vida desconectadas del mundo moderno. «Todavía hay tribus con las que no se ha contactado en las selvas del Amazonas y Nueva Guinea, pero entre los pueblos que visité, sólo los indios zo’é en el Amazonas y los stone korowai en Papúa Occidental han tenido escaso contacto con el mundo exterior».
Su objetivo era retratar los ancestrales estilos de vida de algunos de estos pueblos. «Tarde o temprano, el mundo moderno les tocará o ellas irán a buscarlo. Quería captar un mundo evanescente, una parte de la humanidad que está a punto de desaparecer, pero que en muchos aspectos sigue viviendo en armonía con la naturaleza».
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