¿Conoces 'La Vela'?

No es un barco, ni va a surcar los mares. La Vela es un edificio. Una torre con una forma eléptica, de 93 metros de altura y 19 plantas, proyectada por los arquitectos suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron.

Y es, además, la nueva sede y símbolo arquitectónico del banco BBVA en Las Tablas (Madrid).

La Vela es el edificio principal de un complejo de 114.000 m2 de oficinas y servicios que formará la Ciudad de BBVA y que incluye otras siete edificaciones de tres alturas. Los nombres de los edificios llevan el nombre de los distintos continentes y se encuentran ubicados en calles con nombres de mares y océanos.

Todas estas denominaciones,”se han escogido por su asociación con los elementos de identidad más importantes de BBVA: globalidad, confianza, empuje, trabajo en equipo y sostenibilidad¬”, explican desde la entidad bancaria.

Todos, menos el nombre de La Vela; que ha sido elegido por los propios empleados del banco, a través de un concurso de ideas.

6.000 empleados se incorporarán a sus puestos en la nueva sede de forma paulatina, en varias fases, que empezarán en junio de 2012 y está previsto que acaben en el primer trimestre de 2015.

Ciudad sostenible

La nueva sede se está construyendo según los criterios de sostenibilidad necesarios para conseguir el certificado LEED Oro, estándar de construcción sostenible más exigente.

”Los materiales utilizados tienen bajo impacto ambiental, y los edificios están diseñados para que se pueda llevar a cabo una monitorización remota del consumo energético”, explican desde el banco que preside Francisco González.

Además, buena parte de las necesidades energéticas se abastecerán gracias a energías renovables propias, como paneles solares térmicos o fotovoltaicos y energía geotérmica de bucle cerrado –un sistema que aprovecha la temperatura estable del subsuelo-.

Sólo con estas medidas, se conseguirá un ahorro de un 7,6% en las emisiones de CO2 y de un 8,3% en el consumo de energía.

Por otro lado, se están instalando sistemas de la reutilización de aguas grises y de recogida del agua de lluvia en las cubiertas de los edificios para su uso en el riego. Se instalarán también puntos para el reciclaje del 100% de los residuos generados.

Pero uno de los aspectos más singulares del proyecto, son las fachadas se han diseñado para minimizar el consumo energético. El complejo contará con más de 49.000 m2 de fachada acristalada, protegida por más de 2.800 lamas prefabricadas cuya orientación responde a criterios de insolación y eficiencia térmica.