Los faros: donde termina la tierra
Sueños al final del mundo
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Donde termina la tierra.
Un faro. Algo tan poético y nostálgico de los veranos en el mar de nuestra infancia, símbolo emblemático de los lugares costeros y, sin embargo, cada vez más en desuso. Estar en un faro es un poco como sentirse en el fin del mundo, con los pies sobre el mar.
De los 200 faros que iluminan la costa española, ¿en cuántos habremos soñado entrar? La Torre de Hércules en La Coruña, por ejemplo, el solo ejemplar romano que conservamos y con más antigüedad (siglo II) del mundo y Patrimonio de la Humanidad, es el único faro inscrito en esta lista promovida por la UNESCO.
Tim Wittenbecher y su esposa Heike no se contentaron con contemplar la degradación progresiva de los faros cuando decidieron adquirir, en 2007, su primer faro abandonado en Usedom (Alemania), para así darle una segunda oportunidad y revivirlo como «Extreme boutique hotel».
«Ella es arquitecta, diseñó el concepto y se encargó de la construcción, yo de todo el resto»
El caso es que, por muy complicada que sea esta recuperación de patrimonio a la deriva, ya no es un sueño, sino una realidad. Se puede vivir en 5 destinos actualmente: Faro de Cudillero en Asturias, Faro Cumplida en La Palma (islas Canarias), Faro Imperatore en Ischia (Italia) y la grúa de Hamburgo «Hafenkran».
En 2013 se fundó Floatel, la punta de lanza de los hoteles flotantes por Europa.
Yo tuve la suerte de despertarme una mañana con el amanecer sobre el mar de Cudillero, y no sé aún si me quedo con el fragor de la aurora y el vigor de las olas sobre el promontorio del faro, o con el hipnótico reflejo de la luna llena sobre un mar de ébano, puntuado de luz por el pulso del fanal.
«Lo más sostenible de recuperar un faro es sin duda el uso que le damos»
Así los conocí y, aprovechando un desayuno «cero plásticos» endulzado con las mermeladas de su chumbera en La Palma, pude conocer de primera mano los retos vinculados al delicado equilibrio del proyecto y su viabilidad: «Usamos energía solar en Ischia y La Palma, un sistema de refrigeración y calefacción de muy bajo consumo en Faro Punta Imperatore y otras tecnologías punteras que hacen que cada faro sea lo más sostenible posible, aunque lo más sostenible de recuperar un faro es sin duda el uso que le damos. El concepto de refugio en un faro en desuso es sostenible como tal. Durante muchos años, estos hermosos edificios se han ido desvaneciendo por falta de uso real. Como ayuda a la navegación, están perdiendo de su importancia al contar las naves con modernos sistemas GPS y GPRS.
«Por lo tanto, la mejor forma de abrir el faro al público que hemos encontrado y así motivar una alta inversión en el edificio es convirtiéndolo en un pequeño y único alojamiento com encanto. Lo más sostenible es dejar de construir nuevas y relucientes estructuras en costas, y darle un nuevo uso a los edificios abandonados y alargar asi sus vidas».
Como en varias ocasiones me había parado a indagar levemente sobre la posibilidad de adquirir, renovar o darle uso a los viejos faros, me quemaba la curiosidad… ¿Cómo han conseguido ese tour de force? Le seguí sacando información a Tim y su hija Fee, que esa semana estaba encargada de la acogida de los huéspedes del faro y su vigilancia:
El proceso de construcción más complejo fue el del transporte por vía aérea (con helicóptero)
«Los faros españoles e italianos están en manos de la Autoridad Portuaria y, por lo tanto, nos los han concesionado a 50 años para Ischia y La Palma, 45 para Cudillero. Los principales problemas son administrativos. Es súper complejo recibir una concesión o comprar un faro. Todos están en manos públicas y todos los involucrados tienen miedo de hacer algo malo, claro, porque el faro está en el corazón de todos y todos están interesados en su buen uso. Hay exigencias, costes y garantías muy altas. Una vez dada la concesión, surgen problemas complejos para construir en lugares tan remotos y singulares…. ¡El proceso de construcción más complejo fue el del transporte por vía aérea (con helicóptero) de las piezas más pesadas para finalizar el Faro Punta Imperatore en Ischia!», explica Tim.

Terraza del faro Punta Imperatore en Ischia (Italia) a 172m sobre el mar, el único de los Floatels con bar.
El gobierno español quería convertir sus faros en lugares turísticos
Es de imaginar la complejidad del desafío burocrático al que unos se puede enfrentar. «Así que fue un golpe de suerte conocer a Olimpia Isla, una arquitecta española que había hecho una tesis sobre la conversión de faros en espacios habitables. Descubrimos que el gobierno español quería convertir sus faros en lugares turísticos, así que Isla nos ayudó a buscar, primero en las Islas Baleares y luego en Canarias. En La Palma descubrimos el Faro Punto Cumplida: un faro increíble, deshabitado por 35 años, con una torre redonda construida en piedra volcánica. Durante la noche, una alucinante corona de luz se lanza en círculo sobre él. Lo que me fascina de estos edificios es que eran hogares para los fareros y sus familias, por lo que cada uno tiene una historia rica e íntima».
Pero no todos son aptos para transformarse en hotel. Debe haber agua y electricidad, buen acceso y mucho espacio. Además, todas las propiedades cuentan con una pequeña biblioteca con libros que hablan de faros en la literatura y en el cine.
Cuando has pasado una noche en uno de estos faros, entre las paredes de una habitación decorada con tanta sensibilidad y gusto, ya estás pensando en los próximos que visitarás. Y así, con ese sabor a poco, planeo ya la próxima noche en el Faro de Ribadesella, del que ya se organiza la construcción y financiación de cara a su apertura en verano de 2026.
Para soñar más: www.floatel.de/es
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