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Salud

Cómo combatir la soledad no deseada en personas mayores, la nueva epidemia silenciosa

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la soledad no deseada como un problema de salud pública global y calcula que está relacionada con más de 871.000 muertes al año.

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13
noviembre
2025

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España se enfrenta a un desequilibrio demográfico al que debemos prestar más atención que nunca. Según datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística, la población mayor de 65 años supera en 3,2 millones a los menores en España. Además, Eurostat apunta que somos el quinto país de la Unión Europea con una población más envejecida: a 1 de enero de 2024, la mitad de los españoles tenía al menos 45,6 años. Esta pirámide poblacional invertida no solo tensionará aún más el sistema de pensiones, sanitario y asistencial en los próximos años, sino que también conllevará a una pérdida del capital humano y debilitará las redes comunitarias.

La soledad no deseada es, por supuesto, otro de los efectos del incremento de la esperanza de vida que urge solucionar por todas las consecuencias que tiene para quienes la padecen. Tanto es así, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la soledad no deseada como un problema de salud pública global y calcula que está relacionada con más de 871.000 muertes al año.

Para la Fundación Ship2B, una entidad que nació con el firme propósito de crear un impacto positivo en la sociedad, este panorama representa un claro desafío. Somos conscientes de que los modelos tradicionales que contemplan, por ejemplo, subvenciones o voluntariado no escalable, son insuficientes para revertir una crisis de tal magnitud. Y es que la soledad no deseada no solo es una preocupación social: es un fallo sistémico con graves consecuencias en la salud pública, el cual dispara la demanda de servicios y genera un coste social inasumible.

Sin embargo, antes de proponer soluciones quizá debamos atender y comprender a fondo cuáles son las causas de este problema social. Si pensamos en las causas más directas, al menos encontramos cuatro: presión asistencial y coordinación sociosanitaria insuficiente; vivienda y espacio urbano poco accesibles; una marcada brecha digital en mayores de 75 años; y la transición abrupta a la jubilación y pérdida de roles sociales. 

Como es lógico, y si ahondamos en la raíz del problema, es fácil deducir que lo que falla es el sistema. Falla el sistema sanitario y social, diseñado con un enfoque biomédico y con poca integración sociosanitaria. Falla el sistema urbano y de vivienda, que no está enfocado a la interacción vecinal ni a la accesibilidad. Falla el sistema digital, que no posee alternativas accesibles. Y falla el sistema cultural y comunitario, caracterizado por la débil participación social. Por todas estas razones, necesitamos un cambio sistémico que sacuda los cimientos de las estructuras actuales y en el que la solución venga de la mano de una respuesta colectiva.

Barcelona, un reto que exige pasar de la asistencia a la innovación social

Si dirigimos la mirada a Barcelona, el 7,1% de las personas de 65 años o más se sentía sola en 2024 (medido con la escala UCLA), recogido en la encuesta Ómnibus. Las personas que se ven envueltas en esta situación sufren sus consecuencias: depresión, ansiedad, deterioro cognitivo acelerado, mayor riesgo cardiovascular y aislamiento social son solo algunas de ellas. Además, no podemos obviar una información especialmente relevante: se espera que en 2050 el porcentaje de población mayor de 65 años pase del 20% actual al 30% de la población total.

En Barcelona, el 7,1% de las personas de 65 años o más se sentía sola en 2024

En la Fundación Ship2B tenemos una meta: reducir sensiblemente la soledad no deseada en personas mayores en España, aumentando su bienestar y reduciendo los costes derivados en el sistema sociosanitario. Para ello, la XII edición del Ship2B Impact Forum, que se celebra bajo el lema From Individual to Collective Impact, contará con una novedad excepcional: el Systemic Summit, un foro de acción donde los asistentes participan en retos sistémicos reales con el objetivo de definir y co-crear soluciones colectivas. Promovido por CaixaBank, VidaCaixa, Fundación “la Caixa”, Fundación Ship2B y Ship2B Ventures, la soledad no deseada es uno de los retos que se abordarán junto a 20 referentes del sector salud de diferentes ámbitos como la filantropía, inversión, administración pública, entidades sociales, startups, entidades sanitarias y centros de investigación.

Si retomamos la forma en la que tradicionalmente se ha gestionado la soledad no deseada, observamos que la respuesta ha estado centrada en ofrecer servicios asistenciales. Aunque cumplen un papel esencial, no son suficientes, y menos teniendo en cuenta la previsión en la evolución de este problema social. Necesitamos repensar cómo construimos comunidades que cuiden de sus miembros, cómo diseñamos ciudades que favorezcan los vínculos y cómo financiamos proyectos que contribuyan a reducir la soledad.

Necesitamos repensar cómo construimos comunidades que cuiden de sus miembros

Es aquí donde entra en juego la inversión de impacto, un enfoque que busca generar retornos sociales y ambientales medibles sin renunciar a la rentabilidad económica. No debemos focalizarnos en paliar los síntomas de la soledad, sino en impulsar proyectos capaces de prevenirla y de ofrecer soluciones sostenibles y escalables.

Es en este contexto, cabe destacar que desde la Fundación Ship2B y la gestora de inversión de impacto Ship2B Ventures hemos acompañado e invertido más de 9 millones de euros para respaldar a startups innovadoras en el sector de la salud. Estas inversiones, realizadas a través de diferentes vehículos de inversión como Equity4Good o el fondo BSocial Impact Fund, han beneficiado hasta la fecha a más de 65.000 personas.

La plataforma 55+, por ejemplo, nació con el objetivo de prevenir la soledad y la inactividad en personas mayores de 55 años. Se basa en proporcionarles una vida activa a través de la prestación de servicios de calidad y confianza en sus vecindarios que valoren el conocimiento de las personas y creen redes de apoyo sólidas y cercanas. En Portugal tienen 4.500 personas apuntadas en la plataforma, y precisamente ahora desembarca en Barcelona. El programa de innovación social B-Value, impulsado por Fundación Banco Sabadell y Fundación Ship2B y coimpulsado por la Fundación Juan Entrecanales de Azcárate, premió a este proyecto en su 8ª edición.

Qida, una de las startups con mayor crecimiento en España en el sector del cuidado, aporta servicios de cuidados de personas mayores en casa, desde una hora a la semana y a medida. En 2024 entró en el sector público, facturó 27,5 millones de euros e incorporó a 3.200 personas, según publicó Expansión. Esto demuestra que la creación de un impacto positivo en la sociedad es absolutamente compatible con la rentabilidad económica.

Envita, por su parte, propone la humanización del cuidado a través de la digitalización de la historia de vida de las personas. Con un enfoque humanista, esta solución se centra en construir un contexto relacional entre los protagonistas, sus familias y los profesionales. Herramientas como las Cartas Conversacionales y el Plan de Apoyos al Proyecto de Vida permiten a quienes brindan cuidado conocer mejor y respetar los deseos y preferencias de cada individuo, todo esto de manera escalable. Actualmente ya colaboran con más de 120 residencias de personas mayores.

Barcelona, que durante el Ship2B Impact Forum se convertirá en la capital del impacto, tiene una oportunidad histórica de demostrar que los grandes retos sociales pueden afrontarse desde la innovación, la colaboración y la inversión con propósito. Combatir la soledad no deseada es, en el fondo, volver a poner el cuidado y la comunidad en el centro. Y hacerlo no solo mejorará la vida de quienes hoy se sienten solos, sino que fortalecerá el futuro de toda la ciudad.


Guillermo Ricarte es Director General de Fundación Ship2B

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