Cuando se cumplen dos tercios del tiempo previsto para lograr los diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de la ONU, se avecinan momentos de incertidumbre.
A día de hoy, aún queda un alto porcentaje de metas por alcanzar, mientras que sólo un pequeño número de objetivos están bien encaminados. Concretamente, según un reciente informe de la organización que analiza más de un centenar de objetivos, sólo un 15% están bien encauzados, un48 % se encuentran moderadamente retrasados y un 37% están estancados o en serio peligro de no conseguirse.
En este contexto, es fundamental destacar que, desde una perspectiva científica, un análisis exhaustivo de la sostenibilidad de procesos, productos y servicios genera beneficios económicos, ambientales y sociales. Esto se debe a que repensar y rediseñar implica detenerse a reflexionar, evitando la aplicación automática de mecanismos sin un análisis crítico.
Visión global
La Unión Europea (UE) ha desarrollado una página web dinámica que permite conocer la situación de cada país en relación con los ODS. A tal efecto define dos indicadores:
- Estatus de país: representa la agregación de todos los indicadores del objetivo específico en comparación con la media de la UE.
- Puntuación de progreso: se basa en las tasas medias de crecimiento anual de todos los indicadores evaluados dentro de un objetivo específico durante los últimos cinco años.
Cambio climático
Una de las principales preocupaciones de la sociedad es el calentamiento global, un desafío abordado de manera transversal en distintos ODS (ODS7, ODS9, ODS11, ODS12, ODS13).
Tres factores son clave en la emisión de gases de efecto invernadero causantes del aumento de la temperatura global: la generación y el consumo de energía, la producción y el consumo de alimentos y la movilidad de personas y bienes de consumo.
A nivel mundial, las emisiones de CO₂ equivalente (en toneladas per cápita) se han mantenido constantes en un valor de 4,7 tCO₂e (toneladas de dióxido de carbono equivalente) durante el período 2015-2023. Sin embargo, la evolución varía significativamente entre países. En España, por ejemplo, las emisiones se redujeron en un 20%, pasando de 5,92 a 4,94 tCO₂e, aunque aún superan la media global.
El crecimiento de la población mundial representa un desafío para la seguridad alimentaria
El binomio energía-desarrollo económico ha sido ampliamente evaluado, pero la clave radica en lograr un desempeño energético óptimo. Esto implica actuar tanto en la generación de energía, promoviendo fuentes menos contaminantes, como en su uso eficiente, minimizando pérdidas y sobreconsumos innecesarios.
Por otro lado, el crecimiento de la población mundial representa un desafío para la seguridad alimentaria. Si bien la descarbonización de la producción de alimentos es un objetivo en constante desarrollo, debe ir acompañada de una gestión responsable por parte de todos los actores de la cadena de valor, con el fin de reducir el desperdicio alimentario.
No sobrepasar los umbrales de 1,5ºC y 2ºC de calentamiento por encima del promedio de la era preindustrial (1850-1900) son hitos definidos para minimizar los impactos del cambio climático. Que se hayan cruzado temporalmente (por ejemplo, en enero de 2025) esas marcas no significa necesariamente que se hayan incumplido los objetivos, pero sí indica que estamos peligrosamente cerca de ese punto.
Gestión del agua
El agua es un recurso esencial para la vida tal como la conocemos hoy en día. De ahí que uno de los ODS (ODS 6) sea garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. En muchos países, su acceso es una cuestión de supervivencia: 800 millones de personas carecen de acceso a agua potable en el mundo y 2.200 millones no disponen de un servicio de gestión segura de agua potable.
Entre 2015 y 2022, el porcentaje de la población con acceso a agua potable segura aumentó aproximadamente un 5%, alcanzando el 73% a nivel mundial, una cifra aún lejos de la cobertura universal. La desigualdad entre norte-sur es evidente, siendo el África subsahariana una de las regiones más afectadas y con mayor necesidad de apoyo.

Mapa de acceso al agua potable en 2022.
ONU, CC BY-SA
Salud global
Una nutrición adecuada está estrechamente vinculada a un mejor estado de salud general. Sin embargo, el número de personas que padecen hambre e inseguridad alimentaria ha aumentado de forma constante.
En 2022, aproximadamente el 9,2% de la población mundial, es decir, alrededor de 735 millones de personas, sufría hambre crónica. La pandemia de Covid-19 tuvo un impacto claramente negativo en el cumplimiento de las metas de salud global establecidas en 2015 (ODS 1, ODS 2).
A pesar de ello, se han logrado avances significativos en algunos ámbitos:
- La mayoría de los países, con excepción del África subsahariana, han alcanzado el umbral fijado para la mortalidad infantil en menores de 5 años.
- El tratamiento eficaz del VIH ha reducido en un 52% las muertes relacionadas con el sida a nivel mundial desde 2010.
Por el contrario, los avances en la reducción de la mortalidad materna y la ampliación de la cobertura sanitaria universal siguen estando lejos de los objetivos deseados. Estos indicadores están estrechamente relacionados con el PIB de cada país y tienen un impacto directo en la esperanza de vida.

Esperanza de vida versus PIB per cápita. El tamaño de la burbuja representa la población y el color el continente.
The Global Economy, CC BY-SA
Igualdad
La educación y la igualdad (recogidas en los ODS4, ODS5, ODS8, ODS10) están estrechamente relacionadas y contribuyen a mejoras en todos los ámbitos de la sostenibilidad. A nivel global, sólo uno de cada seis países alcanzará la meta de finalización de la enseñanza secundaria para 2030, y aproximadamente 300 millones de estudiantes carecerán de competencias básicas en aritmética y alfabetización.
El desempleo femenino está directamente vinculado a la tasa de pobreza entre las mujeres
El desempleo femenino es un indicador clave de igualdad y está directamente vinculado a la tasa de pobreza entre las mujeres. Un alto nivel de desempleo femenino puede incluso aumentar el riesgo de pobreza infantil.
Según un estudio que publicamos varios investigadores en 2021, una tasa inferior al 14% se considera un punto de partida adecuado para la sostenibilidad. Sin embargo, la situación actual dista mucho de este objetivo, ya que las mujeres jóvenes tienen más del doble de probabilidades de estar desempleadas (32,1%) en comparación con los hombres jóvenes.
Además del acceso al empleo, la igualdad también implica alcanzar puestos de toma de decisiones, como la representación en los parlamentos nacionales. A principios de 2023, la proporción mundial de mujeres en los parlamentos nacionales alcanzó el 26,5%, lo que representa una leve mejora de un 4,2% desde 2015.

Presencia porcentual de mujeres en los parlamentos nacionales según el área geográfica a comienzos de 2023. CC BY-SA
Biodiversidad
La biodiversidad del planeta (ODS14, ODS15) se encuentra seriamente amenazada. El aumento de la eutrofización, la acidificación, el calentamiento de los océanos y la contaminación por plásticos deterioran su salud, que debe reconducirse con una gobernanza basada en la equidad.
En tierra, la creciente tendencia a la pérdida de bosques, la degradación de los suelos y la extinción de especies suponen una grave amenaza para el planeta. Por ejemplo, la cobertura forestal mundial disminuye paulatinamente; en el año 2000 el planeta poseía un 31,9% (4 200 millones de hectáreas) y al final del 2020 se había reducido al 31,2% (4 100 millones de hectáreas).
El riesgo de extinción de especies de mamíferos, aves, anfibios, corales y cícadas aumentó aproximadamente un 5% para el período 2013-2023.
Democracia y digitalización
Los ODS16 y 17 aluden a promover la paz y el acceso universal a la justicia y al establecimiento de alianzas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El índice del Estado de derecho (-2,5 débil; 2,5 fuerte) evalúa diversos factores como, por ejemplo, la ausencia de corrupción, la justicia civil y penal y los límites al poder gubernamental. Desde 2018 sigue una línea descendente, con un valor medio mundial en 2023 de -0,04 puntos (el valor más alto corresponde a Finlandia, 1,97; y el menor para Somalia, -2,21).
No cabe duda de que las tecnologías digitales permiten una mejor conectividad, lo que fomenta, en líneas generales, sin desechar los problemas derivados de las noticias falsas, los procesos democráticos. El uso de internet alcanza a dos tercios de la población mundial, pero persisten diferencias entre géneros y conectividad. Se calcula que aproximadamente 5 300 millones de personas –el 67 % de la población mundial– utilizaron internet en 2023 frente al 40 % de cobertura en 2015.
En conclusión, el avance hacia el cumplimiento de los ODS ha perdido el impulso inicial. Tras una etapa prometedora, los logros alcanzados se han estancado, con sólo un 15% de las metas progresando de manera satisfactoria.
Aunque desde un punto de vista técnico las metas planteadas son alcanzables y factibles, el verdadero desafío radica en fomentar una mayor conciencia social sobre la importancia de proteger nuestro planeta. Su consecución implica además un componente fundamental de voluntad política. Sólo a través de un cambio profundo en la mentalidad colectiva podremos garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.
Gumersindo Feijoo Costa es catedrático de Ingeniería Química. Centro de Excelencia CRETUS de la Red CiGUS, Universidade de Santiago de Compostela. Este artículo fue publicado en The Conversation y la versión original de este artículo ha sido publicada en la revista Telos, de Fundación Telefónica.
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