Zonas económicas especiales: ¿prosperidad para todos o para unos pocos?
En mayo de 2022, Naciones Unidas anunció la creación de una alianza global para la promoción de estos espacios geográficos que otorgan una mayor flexibilidad a la hora de hacer negocios. Sin embargo, aunque la iniciativa tiene un notable impacto positivo, también puede fracasar en países con gobiernos poco transparentes.
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El gobierno de Corea del Norte se ha caracterizado por aislarse del resto del mundo. Pero en el extremo noreste del país se encuentra Rason, uno de los ejemplos de zonas económicas especiales establecida en 1991, donde las compañías extranjeras reciben incentivos fiscales y legales. La meta es atraer a empresarios, que empleen a trabajadores locales en industrias que van desde la confección de prendas hasta la producción de computadoras.
Los resultados en Rason han sido mixtos. Las sanciones internacionales contra Corea del Norte han afectado la llegada de nuevos inversionistas. Pero el gobierno sigue fiel a su plan: «Nuestro pueblo no se marchitará bajo ninguna sanción», señala el funcionario Kim Yong Nam. Otros países han tenido más suerte con este modelo. El Banco Mundial, por ejemplo, encontró que las zonas económicas especiales de China han generado alrededor de 30 millones de empleos. La más exitosa de ellas es Shenzhen, que hoy es la ciudad con el ingreso per cápita más alto del país.
Las zonas económicas especiales de China han generado alrededor de 30 millones de empleos
Los críticos mantienen que a menudo estas jurisdicciones no hacen más que proveer mano de obra barata para enriquecer a empresarios que no priorizan la prosperidad de las comunidades locales. Pero para Theodore Moran, de la Universidad de Georgetown, el caso de Costa Rica demuestra que no tiene por qué ser así: «Costa Rica fue capaz, hace algún tiempo, de atraer a la empresa tecnológica Intel a través de una zona económica especial. De la mano de Intel, Costa Rica se convirtió en una potencia en el desarrollo de semiconductores y componentes. El éxito de Intel luego atrajo a otras empresas a Costa Rica, no sólo en el negocio de los semiconductores sino por ejemplo, en el ámbito de dispositivos médicos.
Tras la llegada de Intel, el gobierno costarricense se movilizó para mejorar la educación técnica del país, la infraestructura y el ámbito regulatorio. Datos del Banco Mundial sugieren que eventualmente esto no solo ayudó a asegurar la inversión extranjera en otros sectores, sino que se tradujo en beneficios para las comunidades locales, impactando positivamente la cultura laboral y empresarial.
Es por eso que investigadores, como Ryan Berg, del Centro de estudios estratégicos e internacionales, aseguran que la finalidad de las zonas económicas especiales va más allá de la creación de empleos: «Cuando son realmente exitosas, las zonas económicas especiales funcionan como esa ventaja competitiva o motivación que a veces el gobierno central necesita para reformarse a sí mismo, incluso a escala nacional».
No obstante, un estudio reciente que analiza 346 zonas económicas especiales en 22 economías emergentes demuestra que los impactos positivos sobre el empleo y la economía no se extienden a toda la sociedad. Esta precisamente fue una de las denuncias que movilizó a miles de manifestantes en Honduras. La tensión sociopolítica fue tal que en abril de 2022 el Congreso hondureño derogó la ley que creaba estas zonas.
Los impactos positivos sobre el empleo y la economía no se extienden a toda la sociedad
Por otro lado, la debilidad institucional ha permitido la violación de los derechos humanos en estos territorios. En 2019 las Naciones Unidas reportó el trabajo forzoso de 40 migrantes indios en una zona económica especial en Gabón, en la costa occidental de África.
Un punto de consenso entre los analistas es que la probabilidad de fracaso de las zonas económicas especiales aumenta en países con gobiernos poco transparentes e incapaces. Es por eso que cuando Nicolás Maduro, anunció la creación de cinco de estas jurisdicciones en Venezuela, muchos advirtieron que los más beneficiados serían los empresarios cercanos al chavismo. «Venezuela toma y retoma con un nuevo impulso el camino de la construcción de zonas económicas especiales como camino para el impulso del desarrollo de las fuerzas productivas de nuestro país», apuntó el dirigente venezolano.
Y es que estos espacios económicos pueden ser usados para avanzar en las agendas de los autócratas. El gobierno chino, por ejemplo, está negociando con El Salvador la creación de una zona especial que abarcaría el 14% del territorio y alrededor de un 25% de la costa del país centroamericano. Para Berg, la motivación de China es geopolítica: «Las zonas económicas especiales desde este punto de vista se convierten en otro nodo en la inversión extranjera directa de China. El Partido Comunista Chino las ve como una manera de asegurar su gobierno a nivel nacional y sobre todo como una manera de ganar poder político sobre los competidores en la esfera internacional».
En mayo de 2022, las Naciones Unidas anunciaron la creación de una alianza global para la promoción de las zonas económicas especiales. Su meta es modernizarlas para que contribuyan al desarrollo sostenible, y a economías más inclusivas y resilientes. Su éxito está por verse.
Este contenido fue emitido en formato audiovisual por el programa de televisión ‘Efecto Naím’ , una producción de Naím Media y NTN24. Forma parte de un acuerdo de colaboración de este programa con la revista Ethic.
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