Lo que revelan las constituciones sobre nuestras sociedades

Mónaco cuenta con la constitución más corta del mundo. Está compuesta por 97 artículos y 3800 palabras.  Y el principado europeo hace bien. Un estudio publicado en 2014 demuestra que las constituciones más largas tienden a contener más restricciones y a crear descontento entre la población. Así, los ciudadanos exigen modificaciones más frecuentemente.

Sin embargo, los datos revelan que desde el siglo 18 estos documentos se han hecho cada vez más extensos. De acuerdo con un ranking, las 10 constituciones más largas del mundo superan las 54.000 palabras. Entre ellas se incluyen las de Brasil, Ecuador o México. Pero ninguna supera la de la India, que con 146.000 palabras, es la más extensa del mundo.

América Latina es una región experta en cambiar constituciones. Ha contado ya con más de 190 cartas magnas diferentes, con un promedio de 10 por país. Tan solo la Constitución de República Dominicana ha sido reformada 39 veces.

Las constituciones más largas tienden a contener más restricciones y a crear descontento entre la población

De todas las constituciones, la más antigua del mundo es la de Estados Unidos. Entró en vigor en 1789 y desde entonces ha sido enmendada 27 veces. Mantiene una curiosa discrepancia con respecto a la palabra «Pennsylvania», que fue escrita de dos formas diferentes: con una «n» como se acostumbraba a escribir en la fecha de su creación y con dos «n» como se escribe oficialmente.

No todos los países cuentan con una constitución, al menos en la forma tradicional de texto único. Reino Unido, Israel y Nueva Zelanda se regulan por una «constitución no codificada», que no es más que un conjunto de leyes, tratados y convenciones que se aplican separadamente.