Salud

Trastorno bipolar: hacerle frente al estigma de la enfermedad mental

Para luchar contra el estigma es fundamental hablar sobre el tema, consultar fuentes confiables y serias para aprender de la enfermedad, ofrecer escucha, comprensión y atención a la persona enferma y que el sistema de salud ofrezca las mismas condiciones que brinda a otras enfermedades.

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12
septiembre
2024

Tener una enfermedad mental significa para muchos llevar sobre el pecho una letra escarlata para mostrar el pecado, como lo hace la protagonista de la novela escrita por Nathaniel Hawthorne.

Eso sucede porque el estigma hacia la enfermedad mental es un muy fuerte. Como lo explica Vicky Pérez, psiquiatra y divulgadora de información sobre salud mental, «el estigma puede hacerle daño a quien tiene una enfermedad mental, porque genera discriminación, reduce las posibilidades de trabajo y afecta las relaciones personales, entre otras consecuencias».

Tengo un trastorno bipolar y lo escribo hoy aquí sin miedo al juicio social porque hice un trabajo interno para comprender que la enfermedad no me define. Yo no digo que soy bipolar, yo digo que tengo un trastorno bipolar.

También me he informado sobre la enfermedad y tengo claro qué es: un problema químico en el cerebro que, sumado a otros factores, genera cambios y oscilaciones en mis estados de ánimo que pueden ir a extremos, desde una depresión profunda que puede llevar al suicidio, hasta una euforia muy grande que puede llevar a salirse de la realidad.

Vivir en este punto de libertad ha sido un proceso en el que gracias a que conozco la enfermedad he podido hacerles frente a comentarios y juicios sociales como, por ejemplo, los que han llegado de los médicos no psiquiatras: alguno me dijo que tomaba demasiados medicamentos, cuando yo sé que gracias a estos llevo una vida estable y productiva. Otro doctor me dijo: «¡Qué bien se ve! Si viera los bipolares que he visto…». Estoy segura de que ese mismo médico jamás le habría dicho a un hipertenso: ¡Si viera los hipertensos que he conocido!

«Hablar ha hecho que otras personas se sientan menos solas en su enfermedad y a mí me ha hecho libre»

En una ocasión, cuando estaba empleada en un periódico, tuve una incapacidad médica por ansiedad y la psiquiatra prefirió escribir que tenía problemas de insomnio, porque sabía que si escribía «trastorno bipolar» la empresa podría, con otra disculpa, cancelarme el contrato.

Vicky Pérez explica que el estigma surge porque hay un miedo a lo desconocido; todo lo relacionado con la mente es abstracto, mientras que las demás circunstancias médicas son objetivas. Es sencillo ubicar el malestar en una parte del cuerpo, en cambio la mente aparece como algo inexplorado.

Otra causa del estigma es que las personas se sienten culpables, porque creen que su familiar está enfermo por algo que le han hecho. En otros casos, la enfermedad mental se vive como una vergüenza.

La religión también influye, sostiene la psiquiatra, porque hay quienes creen que la enfermedad mental es una falla del espíritu o un castigo de Dios. A esto se suma, agrega la experta, que existen estereotipos con los cuales se asocia al enfermo mental con un criminal cuando esto es totalmente equivocado. El enfermo mental no es un asesino.

Vicky Pérez explica que lo mejor que se puede hacer para enfrentar el estigma es hablar sobre el tema, consultar fuentes confiables y serias para aprender de la enfermedad, ofrecer escucha, comprensión y atención a la persona enferma y que el sistema de salud le ofrezca las mismas condiciones que les brinda a las demás enfermedades.

«280 millones de personas sufren de depresión en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud»

Yo hice público que tengo un trastorno bipolar al escribir un libro con mi historia, Mi bipolaridad y sus maremotos (Editorial Planeta, 2016) y otro en febrero de este año en compañía de la actriz y escritora colombiana Maribel Abello, titulado La belleza de la locura (Penguin Random House). A raíz de estos libros he dado charlas, entrevistas y conferencias a pacientes, familiares, psiquiatras, estudiantes y público general.

Hablar ha hecho que otras personas se sientan menos solas en su enfermedad y a mí me ha hecho libre, por eso seguiré hablando para aportar a la lucha contra el estigma. De esta manera espero que algunos de los 280 millones de personas que sufren de depresión en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se sientan juzgadas, como tampoco lo sean a futuro el 25% de personas del mundo que tendrá un trastorno mental a lo largo de su vida. Para el año 2030, también según la OMS, los trastornos mentales serán la principal causa de discapacidad en el mundo.

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