Cultura
Patrimonio amenazado
Más de 1.400 monumentos engrosan la lista roja del patrimonio español. La organización sin ánimo de lucro Hispania Nostra elabora esta lista de lugares o edificios de interés histórico o artístico que están a punto de desaparecer por su grave estado de abandono y deterioro. Cualquier particular, asociación u organismo puede solicitar la inclusión de un monumento en la lista si lo acredita convenientemente. Que el bien amenazado se salve no depende únicamente de la Administración o del dinero sino, sobre todo, de que exista un movimiento ciudadano dispuesto a defenderlo y conservarlo.
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La iglesia de San Lorenzo Mártir se eleva como una robusta fortaleza sobre el caserío de Fuenteodra, al norte de la provincia de Burgos. Parece querer competir en verticalidad y blancura con las peñas de roca caliza que atraviesan la comarca natural de las Loras (declarada geoparque por la Unesco). Su esbelta figura le valió a este templo, ejemplo del gótico tardío, el sobrenombre de la Dama de las Loras.
Hace años que se cerró al culto y en poco tiempo se deterioró de forma alarmante. En Fuenteodra solo quedan siete vecinos. Todos ellos recuerdan que los muros de esta iglesia acogieron los bautizos, primeras comuniones, bodas y funerales de sus familias. Para ellos no es solo una joya arquitectónica, sino que posee sobre todo un enorme valor emocional: es su historia, es su vida.
Querían salvar a la Dama de la ruina y pasaron a la acción. Recogieron firmas, vendieron boletos de lotería, camisetas, calendarios, dieron la voz de alarma en redes sociales, prensa, televisión… Pero solo recaudaron 4.000 euros, que eran claramente insuficientes incluso para acometer las obras más urgentes. No se amilanaron y, de la mano de una asociación cultural local, el Arzobispado de Burgos y la organización Hispania Nostra, pusieron en marcha tres campañas de micromecenazgo. Esperaban recaudar 30.000 euros a lo sumo y reunieron en total más de 50.000. La Dama de las Loras podría salvarse.
Si no hay un respaldo social, ninguna iniciativa de conservación del patrimonio prospera
«Es un ejemplo de movilización social, de concienciación del valor que puede tener un monumento y de lo que somos capaces de hacer cuando nos decidimos a hacerlo», resalta Víctor Antona, portavoz de la lista roja de Hispania Nostra. La lista roja incluye monumentos o lugares del patrimonio histórico, artístico y cultural en riesgo de desaparición por su avanzado deterioro. Hispania Nostra lleva confeccionando esta lista desde 2007 a partir de solicitudes de particulares, asociaciones o ayuntamientos.
Cada solicitud es analizada a fondo por un comité de expertos que estudian el valor del bien que es susceptible de protección, su estado y las posibles alternativas de solución. Por la lista roja han pasado más de 1.600 monumentos, de los que 232 se han conseguido salvar y pasar así a la Lista Verde. Una veintena de ellos, por desgracia, no ha tenido esa suerte y han pasado a la Lista Negra del patrimonio que se considera ya perdido.
Hispania Nostra adoptó como criterio no incluir en la lista ningún monumento por su propia iniciativa. Para esta asociación sin ánimo de lucro es esencial que el primer paso lo den los vecinos, los ayuntamientos o alguna asociación local porque tienen muy claro que, si no hay un respaldo social, ninguna iniciativa de conservación prospera.
La destrucción del patrimonio tiene múltiples causas y estas han ido cambiando a lo largo de los siglos. Hoy, la causa principal es el vaciamiento de la España rural
La destrucción del patrimonio tiene múltiples causas y estas han ido cambiando a lo largo de los siglos. El período más negro comprende el siglo XIX y buena parte del XX. La primera amenaza fue la invasión napoleónica, luego las desamortizaciones, por las que propiedades de la Iglesia eran vendidas por el Estado a particulares que, en muchos casos, solo tenían interés en las tierras pero no en los edificios; siguió la Guerra Civil… «Si con toda esa destrucción aún tenemos todo lo que tenemos, debimos de ser un país con un patrimonio impresionante… ¡Y aún lo somos!», reflexiona el portavoz de la lista roja.
En los últimos años, la causa principal es el vaciamiento de la España rural. «El despoblamiento de amplias zonas ha agravado el deterioro del patrimonio de forma espectacular», apunta Antona, quien también observa: «En los bienes de titularidad pública, antes o después, algo se va haciendo, pero cuando se trata de bienes de particulares o de la Iglesia, las posibilidades de hacer algo son mucho menores».
Está muy extendida la idea de que es el Estado, la comunidad autónoma o la diputación de turno la que debe ocuparse de salvar estos bienes. En Hispania Nostra, por el contrario, parten de la convicción de que la conservación del patrimonio es algo que concierne a toda la sociedad. Para ello tienen una receta con tres ingredientes: divulgación, educación y participación. La experiencia de esta organización confirma que explicar bien el valor que tiene cada pieza, cada edificio o cada lugar casi siempre da fruto. «Muchas veces he visto gente que, a priori, no tenía ningún interés y que, cuando les explicas las cosas en un lenguaje que puede entender, se sorprende y se maravilla», atestigua el portavoz.
«La memoria de los seres humanos está siempre ligada a lugares concretos»
Por esta razón, la labor divulgativa de Hispania Nostra es amplia y se reparte en charlas, artículos o intervenciones en medios de comunicación, webinarios, etc. «Tenemos que ser capaces de llegar a todo el mundo», insiste Antona, quien cree que el cambio de mentalidad se produce cuando asumimos que el patrimonio es parte de nuestra historia y nuestra vida. «La memoria de los seres humanos está siempre ligada a lugares concretos».
Cuando los obreros destaparon el óculo de la fachada de la iglesia San Lorenzo Mártir, un rayo de sol atravesó las tinieblas del interior del templo para posarse en el presbiterio. Los especialistas estuvieron observando cómo actuaba ese haz de luz en los solsticios, ya que sospechaban que los arquitectos habían elegido la ubicación exacta del orificio. Un buen día el último rayo del atardecer iluminó el sitio exacto donde se situaba la imagen del santo que fue asado en una parrilla: era justamente el 10 de agosto, festividad de San Lorenzo. Ojalá que muchos otros monumentos puedan correr la misma suerte que la Dama de las Loras y salir de la lista roja. Tal vez así la luz volverá a brillar en ellos como lo ha hecho en San Lorenzo de Fuenteodra.
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