Cambio Climático

¿Escuchan las empresas a la ciencia climática?

Sin la colaboración de las empresas a nivel global – responsables de 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero – no será posible alcanzar una economía baja en carbono. Pero ¿está el sector empresarial escuchando a la ciencia y tomando cartas en el asunto?

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07
diciembre
2023

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La noticia de que la Tierra ha superado la temida barrera de los 2 °C en su temperatura media mundial es más que una cifra: es una advertencia contundente sobre la progresión imparable de la crisis climática. Este hito, registrado por Copernicus el 17 de noviembre de 2023, sugiere que noviembre de 2023 podría ser el más cálido registrado y nos hace, coincidiendo con la Cumbre del Clima (COP28), reflexionar una vez más acerca de si estamos haciendo lo suficiente para darle un respiro al planeta. Porque no debemos olvidar que la ciencia avisa, pero no puede actuar sola.

En este sentido, todo apunta a dos agentes fundamentales en esta batalla: por un lado, los estados, que tienen la responsabilidad de asumir compromisos ambiciosos limitando las emisiones de sus territorios. Precisamente esta cumbre será un punto de inflexión para esto, en la que temas clave como acelerar la transición energética, reducir las emisiones para 2030 y financiar la acción climática se pondrán sobre la mesa. Y, personalmente, espero que también se pongan en las agendas de los líderes mundiales, para conducir las políticas necesarias para lograrlo.

Y, por supuesto, el otro actor clave es el sector empresarial. Porque sin la colaboración de las empresas a nivel global responsables de 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero no será posible alcanzar una economía baja en carbono. Pero ¿está el sector empresarial escuchando a la ciencia y tomando cartas en el asunto?

La respuesta es sí, por lo menos en España, pero con un matiz: todavía son un número reducido las que lo hacen. De acuerdo con el último Anuario climático 2023, un documento que analiza la participación de las empresas de nuestro país en las principales iniciativas climáticas internacionales, ya son 132 compañías españolas las que se han comprometido con objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia. De ellas, más de la mitad han aprobado objetivos basados en la ciencia de corto plazo, el 89% de los cuales están alineados con el 1,5 °C.

Ya son 132 compañías españolas las que se han comprometido con objetivos de reducción de emisiones basados en la ciencia

Sin embargo, considerando que en España hay más de 3,4 millones de empresas, no podemos negar que aún hay un margen mayúsculo de mejora. Es decir, de empresas que deben comenzar a actuar. Por supuesto, esto no significa que todas las organizaciones que no han establecido objetivos basados en la ciencia no estén actuando para lograr el ODS 13. De hecho, ya más de 2.000 organizaciones han registrado sus emisiones en el Registro de huella de carbono de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC). De estas, el 90% corresponden a empresas. Entre ellas, las pymes representaron en conjunto el 80%, con un total de 1.467. Esto pone de manifiesto un aumento en la concienciación de las empresas de nuestro país, independientemente de su tamaño, y siembra la esperanza de que cada vez más entidades se unan en esta batalla.

Una batalla en la que, por supuesto, tiene que imperar el criterio de la ciencia. ¿Por qué? Porque esta ofrece el camino claro hacia la sostenibilidad ambiental: establecer objetivos respaldados por la ciencia garantiza que las acciones emprendidas sean adecuadas y efectivas en la lucha contra el cambio climático. Estos objetivos proporcionan una brújula ética para la toma de decisiones empresariales, impulsando innovaciones que promueven la eficiencia y reducen la huella de carbono.

Es por esta razón que las empresas comprometidas con objetivos climáticos aprobados por la iniciativa STBi están liderando el camino hacia un futuro sostenible, y es imperativo que más se unan en esta acción.

El desafío es claro: la línea de los 2 °C es una llamada urgente para que estados y empresas intensifiquen sus esfuerzos y colaboren de manera más estrecha en la construcción de un futuro sostenible. La crisis climática exige una respuesta colectiva, y la COP28 es la oportunidad para transformar la preocupación en acciones tangibles. El tiempo apremia, pero las decisiones informadas y audaces hoy pueden salvar el planeta.


 Cristina Sánchez es directora ejecutiva de Pacto Mundial de la ONU España.

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