Vístete despacio si tienes prisa

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Marcos Luengo

¿Con qué criterio eliges la moda que consumes? A la hora de hacer cualquier elección, también aquella que compete a nuestra indumentaria, nos dirigimos por lo que consideramos importante: bien sea «por estar a la última», por el precio, por la comodidad, por el ansia de pertenecer a un grupo, o bien por otros factores o combinaciones de ellos. En todo caso, un consumo responsable implica sopesar aquello en lo que nos basamos a la hora de elegir, ya que seguir acríticamente la moda es dejarse arrastrar. Es necesario aplicar el pensamiento crítico, tener criterio propio.

Entre todo el abanico de posibilidades ante nuestros ojos está la moda de autor. El carácter consumista de nuestras sociedades y la democratización de los precios a expensas de otras variables (calidad, plagio, condiciones de producción, etc.) nos impulsan en la rueda del usar y tirar. Hace unas décadas había mucho menos consumo y mucha más consciencia del valor de cada prenda. Ahora estamos en la fast fashion.

Frente a ello la moda de autor reivindica su carácter identitario en las creaciones hechas con mimo y cuidado, con producciones cortas realizadas en proximidad. Como se expresa en el Manifiesto de la moda de autor española, las firmas de moda de creador tienen mucho que aportar al ecosistema de la moda del siglo XXI: la moda de autor nace de nuestro patrimonio cultural; garantiza la calidad para que las prendas perduren; contribuye al mantenimiento de oficios artesanos y profesiones generando puestos de trabajo, en una clara apuesta por una moda sostenible. ¿Vida rápida, moda lenta? Así es. Hablamos de slow fashion. Porque ¿qué significa la moda?

El filósofo Georg Simmel, en su más que centenaria obra Filosofía de la moda, explica un proceso por el que la moda es marcada por las élites como forma de distinción. En el momento en que el resto de la sociedad se acerca a esa moda, esta vuelve a cambiar para mantener ese rasgo distintivo. ¿Qué significa la moda hoy en día? ¿Cómo reconocemos los criterios relevantes a la hora de elegir qué nos ponemos? ¿Sabemos valorar lo importante? ¿Una moda atemporal, como es la moda de autor, es distintiva?

En un mundo acelerado, la apuesta por la elaboración lenta; en un mundo en el que todo cambia, la apuesta por lo que perdura

La provocación y el escándalo son recursos habituales en el mundo de la moda para intentar captar la atención, generando imágenes que pueden resultar atractivas en algunos ámbitos, pero muy chocantes en la vida real. Hay que llenar muchas páginas de contenido para las editoriales que actualmente están hechas más para las marcas anunciantes que para los lectores. Parece que ese universo y la realidad cotidiana fueran dos mundos distintos y distantes. Poco tiene que ver la ficción presente en muchos escenarios de la moda con lo que la gente quiere consumir, puesto que en definitiva seguimos intentando mostrar buen aspecto, con una imagen apropiada a las ocasiones, como demostración de respeto hacia uno mismo y hacia los demás.

A la moda de autor, sin embargo, no se llega a través de una adhesión acrítica a las últimas tendencias, sino a través del conocimiento del diseño, del aprecio de la calidad de los materiales, de la admiración por la artesanía y el detalle, por una elaboración profesional y cuidada, de reconocer el valor de prendas reales que incluso recorren varias generaciones contando una historia. Es un consumo sensato por consciente. Una moda que es distintiva porque distingue la relevancia de los criterios a la hora de elegir qué nos ponemos.

Los creadores, por nuestra parte, hemos de pensar más allá de nuestra inmediatez, en el legado que dejamos a la sociedad. Hemos de trabajar con un propósito que nos guíe y comparta nuestro equipo. En mi firma ese propósito es preservar las raíces y darle alas a la moda de autor, por promover oficios artesanos que son un nicho de trabajo para los jóvenes y que conviven en nuestras creaciones con el arte y con las últimas tecnologías.

Se trata, en definitiva, de que tanto los creadores como los clientes seamos conscientes de qué, cómo, por qué y para qué producimos y consumimos, de forma corresponsable.

Marcos Luengo es diseñador de moda.