Cambio Climático

España podría perder más de 4 puntos de PIB por las malas decisiones en descarbonización

Si la descarbonización de España no se vuelve más ambiciosa, el PIB podría retroceder para 2050 y aumentar la inflación y la inestabilidad.

Artículo

¿QUIERES COLABORAR CON ETHIC?

Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).

COLABORA
09
octubre
2023

Artículo

El cambio climático puede tener efectos directos sobre la economía a largo plazo y llevar a un retroceso claro en la riqueza de los países. Los cálculos sobre qué puede pasar en España son bastante claros: un estudio reciente del think tank Oikos ha realizado una estimación del coste que tendría no cambiar de rumbo en las políticas de descarbonización. Si se mantienen las actuales y no se adopta una estrategia más ambiciosa en la lucha contra el cambio climático, España podría perder más de 4 puntos del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 2050.

En concreto, podría ser del 4,4%, si se alcanza el mayor grado de vulnerabilidad de España ante la inacción climática, del 3,3% en el escenario de descarbonización desordenada y del 1,5% en el supuesto de que se acometiera una transición ordenada. 2050 es, además, una frontera clara, porque de no cambiar de rumbo las cosas se volverán mucho peores en la segunda mitad del siglo XXI. La merma del PIB se acentuaría según estas proyecciones y podría llegar al 7% en ese período, calculan.

Aun así, no hay que esperar a 2050 para ver señales de alarma. Se espera que, en términos climáticos, los impactos se acelerarán a partir de 2030 y esto se notará en toda España. Si se mantienen las actuales políticas globales de descarbonización, la temperatura media aumentaría 3ºC en la mayoría de las comunidades autónomas hasta llegar a 2100 e iría acompañada de una reducción de las precipitaciones de hasta el 19% en regiones como Andalucía.

Para llegar a estos números, el informe parte de los análisis realizados por varias entidades, como la Network for Greening the Financial System (NGFS). Este es el grupo de trabajo de los principales bancos centrales y científicos climáticos, que establece escenarios que oscilan entre las políticas actuales de descarbonización en el ámbito, una transición desordenada y fragmentada (Divergent Net Zero) y una acción inmediata y ordenada que lograse alcanzar los objetivos de París (Net Zero 2050).

Descarbonización y otros daños económicos

El impacto económico no estaría solo en ese cómputo general, sino en cosas que tocan de una manera más cercana y directa el bolsillo de la ciudadanía. Así, la inflación podría agravarse en más de 3 puntos durante las próximas dos décadas si no se desarrollan las medidas adecuadas, explican los responsables del estudio, lo que provocaría a su vez una recesión y el consiguiente aumento del desempleo.

Toni Timoner: «La lucha contra el cambio climático solo puede ser efectiva si es global a medio y largo plazo»

La clave de esta escalada estaría en los precios de la energía y sería incluso peor si la transición se hace de forma fraccionada y desordenada. Es decir, si no se actúa de forma clara contra el cambio climático, la inflación podría llegar hasta el 6% antes de 2050 y los precios se volverían incluso más elevados.

Más allá de la inflación, la recesión o la pérdida de empleos, el estudio también advierte de que son posibles otros efectos secundarios; múltiples ramificaciones e impactos de segundo orden, que podrían incluir rupturas en las cadenas de suministros o crisis migratorias con un potencial impacto de desestabilización política tanto en la UE como en otras regiones del mundo.

Tener muy presentes estos datos y pensar no ya en el presente sino también en el futuro es fundamental. «La lucha contra el cambio climático solo puede ser efectiva si es global a medio y largo plazo, con políticas públicas aún no desplegadas pero no con medidas unilaterales sin coordinación internacional», recuerda el cofundador de OIKOS, Toni Timoner.  Aunque el informe destaca que ya ha conseguido desacoplar crecimiento económico y aumento de emisiones, también apunta que todavía queda camino por recorrer. Es todavía necesario que la acción colectiva se aplique en países en vías de desarrollo, explican.

El retorno económico de afrontar el reto climático será una realidad, concluye el informe, aunque no se vea de forma inmediata. Dejar que el proceso se haga de forma desordenada y abrupta sería un error, estiman, que en España llevaría a una recesión, una subida de los precios y un aumento del desempleo. «A España le compensa económicamente más que a la mayoría del resto de socios europeos impulsar una transición energética ordenada e inmediata y acelerar los esfuerzos de adaptación climática», afirma el experto.

«La ruta óptima para minimizar el impacto económico es una transición ordenada hacia un mix energético que, junto con el despliegue de mecanismos de captura y almacenamiento de CO2, permita una reducción progresiva de emisiones sin costes económicos onerosos», insiste Timoner. «La oportunidad de actuar con una transición ordenada se está cerrando a medida que se posponen medidas de descarbonización», recuerda.

ARTÍCULOS RELACIONADOS

COMENTARIOS

SUSCRÍBETE A NUESTRA NEWSLETTER

Suscríbete a nuestro boletín semanal y recibe en tu email nuestras novedades, noticias y entrevistas

SUSCRIBIRME