La magia del juego

Artículo

Ramón Oliver

@mondieta

Ilustración

Paloma Pérez

Por numerosas razones, los juguetes están íntimamente ligados a la etapa de la infancia. Son los vehículos a través de los cuales los niños y las niñas inician su aprendizaje del mundo por medio del juego. Los juegos y los juguetes son fundamentales para que desarrollen habilidades, desplieguen su imaginación y aprendan a relacionarse con su entorno.

Pero más allá de su capacidad como palanca de aprendizaje, los juguetes también son compañeros inseparables en ese mágico viaje que supone la infancia. Proporcionan diversión, ilusión y seguridad en ese pequeño universo lleno de posibilidades –pero también poblado de miedos e incertidumbres– que constituye la etapa infantil. Por eso, estos objetos juegan un papel esencial en todas aquellas situaciones en las que los niños se ven sacudidos por los avatares de la vida y, de alguna manera, despojados del tesoro de la inocencia que les corresponde por edad.

La pobreza, la guerra o la enfermedad son ejemplos de situaciones en las que la vida se empeña en contravenir el derecho natural de la infancia a crecer sana, segura y confiada en su futuro. Por esta razón, aunque el hecho de recibir un juguete pueda parecer un consuelo insignificante en comparación con la gravedad de estas terribles situaciones, en realidad puede tener un efecto psicológico muy positivo. Porque en esas circunstancias tan adversas, un juguete supone mucho más que un simple regalo; es un refugio, un símbolo y un recordatorio de que aún hay motivos para ilusionarse y tener esperanza.

Los juguetes tienen un importante valor psicológico en momentos complejos, puesto que ayudan a la infancia a gestionarlos

Una de las empresas que ha comprendido ese poder del juguete para «devolver» la infancia a niños en situación de vulnerabilidad es El Corte Inglés. El grupo de distribución lleva años tejiendo una red de colaboraciones con más de veinte ONG y otras organizaciones comprometidas con la infancia, como la Fundación Aladina, un referente en España en el apoyo a niños y adolescentes enfermos de cáncer y a sus familias, o como Cruz Roja Juventud, la sección juvenil de Cruz Roja Española.

Gracias a estas colaboraciones, solo durante las pasadas navidades El Corte Inglés repartió más de 5.400 juguetes a niños y adolescentes en situaciones especialmente complejas. Pero la iniciativa no solo se restringe a este momento mágico, sino que se prolonga durante todo el año a través de cumpleaños, vacaciones, estancias hospitalarias o la consecución de logros especiales para los menores.

Un éxito en el que los propios clientes de los grandes almacenes juegan un papel fundamental. En la campaña Juguetes Solidarios han colaborado más de 240.000 clientes de El Corte Inglés a lo largo de los doce años que lleva celebrándose. La mecánica de esta acción es sencilla: por cada juguete solidario comprado por los clientes, El Corte Inglés dona otro similar destinado a los niños. Otro de los proyectos solidarios fue «Compra un juguete más y dónalo», en colaboración con la Empresa Municipal de Transporte (EMT) madrileña. Durante dos días, los clientes donaron juegos y juguetes nuevos en los centros de la ciudad destinados a los niños enfermos de cáncer. Una vez más, por cada juguete recogido, El Corte Inglés donó otro a la Fundación Aladina.

Son dos ejemplos entre otras acciones de colaboración con un objetivo único pero fundamental: recordarles a niños y niñas a través de los juguetes que, pase lo que pase, tienen pleno derecho a seguir siendo pequeños.