«El objetivo es aprovechar la transición a las renovables para descarbonizar y reindustrializar nuestro tejido productivo»
Marc Pons, responsable de elaborar las propuestas del PSOE en materia de transición energética, participa en el primero de los desayunos organizados por Ethic, en los que diferentes representantes políticos se unen a expertos para debatir sobre el futuro del mercado energético en España.
Artículo
Si quieres apoyar el periodismo de calidad y comprometido puedes hacerte socio de Ethic y recibir en tu casa los 4 números en papel que editamos al año a partir de una cuota mínima de 30 euros, (IVA y gastos de envío a ESPAÑA incluidos).
COLABORAArtículo
«Un sistema eléctrico no es posible que sea 100% renovable solamente con las tecnologías eólica y fotovoltaica actuales; en cambio sí puede ser 100% renovable si la tecnología que lo soporta es hidráulica, que también es renovable, aunque con frecuencia se olvide». Así de tajante se muestra Miguel Duvison, exdirector general de Operación de Red Eléctrica de España, y lo explica: «Los sistemas físicos con frecuencia son estabilizados gracias a que disponen de inercia, y los generadores eólicos y fotovoltaicos no la poseen en absoluto o no lo hacen en la cuantía suficiente. Pero la hidráulica y la nuclear, y los ciclos combinados, sí. No es posible, sin el concurso de estas generaciones convencionales, mantener el funcionamiento seguro del sistema. Siempre deberá haber un mínimo de potencia síncrona que permita que el sistema funcione con seguridad». El experto advierte: «Hoy por hoy, las baterías no son suficientes para mantener un sistema eléctrico de la envergadura del nuestro; no tienen esa capacidad necesaria de almacenamiento, que sí tiene el bombeo hidráulico, por el que hay que apostar». Y zanja: «El sistema eléctrico es muy complejo, no solo responde a una realidad social, sino a unas leyes físicas, que han de ser tenidas en cuenta de forma ineludible en los desarrollos normativos que se ocupan de su regulación».
Su intervención tiene lugar en uno de los desayunos organizados por Ethic sobre energía. En cada uno de ellos, un representante político debate sobre el futuro del mercado energético con tres expertos en redes, almacenaje y fiscalidad. En este caso, interviene Marc Pons, responsable de elaborar las propuestas del PSOE en materia de transición energética, quien acepta la advertencia de Duvison, sobre que las baterías, hoy por hoy, no son suficientes para almacenar la energía necesaria en un escenario dominado por la solar y la fotovoltaica. Con todo, afirma, la visión de su partido –plasmada en su programa– es una de oportunidad. «Nuestro programa supone convertir la crisis del cambio climático en una vía para posicionarnos como referentes en energía aprovechando la transición a las renovables para cumplir los objetivos de descarbonización de la Agenda 2030», señala Pons, «cuando deben ser, al menos, el 32% del total para poder reindustrializar nuestro tejido productivo construyendo toda la cadena de valor necesaria para producir energías limpias, porque somos privilegiados en sol, viento y mar y tenemos la tecnología y las materias primas».
Miguel Duvison: «El sistema eléctrico es muy complejo, no solo responde a una realidad social, sino a unas leyes físicas, que han de ser tenidas en cuenta de forma ineludible»
Su partido contempla una profunda reforma del mercado, en la que incluso se revise el sistema de formación de precios. «El sistema marginalista ha funcionado hasta la guerra de Ucrania, que nos ha hecho ver que los precios, a partir de la implantación de las renovables, deben estar guiados por los costes de producción», asegura. Una visión que no comparte Jorge Sanz, expresidente de la Comisión de Expertos para la Transición Energética: «El sistema marginalista, para empezar, no puede variarse unilateralmente dentro de Europa», advierte, «y, además, es la señal que evita el derroche de un recurso escaso; y en eso hay un consenso técnico a nivel europeo: es el que asigna bien los recursos».
Jorge Sanz: «Es necesaria una reforma fiscal del mercado energético, que tenga un trato exquisito con los consumidores vulnerables»
Sanz fue uno de los artífices de la propuesta de reforma fiscal del mercado energético que se hizo desde el Grupo de Experto de Transición Energética, y que alcanzó un consenso casi total de los grupos parlamentarios, sindicatos y patronal. «Hoy no se está teniendo en cuenta, lamenta». La reforma contemplaba, entre otras medidas, sustituir los impuestos actuales llamados ambientales por otros que lo sean de verdad, esto es, en los que la base imponible sea la energía consumida, así como un trato específico con los consumidores más vulnerables. «Hay que tener con ellos un trato exquisito, porque en las transferencias de renta que conlleva cada modificación, pueden salir perdiendo, por eso es fundamental el bono térmico, esto es, un cheque de dinero que garantice que no se sientan afectados por la reforma», señala.
El candidato del PSOE, que no niega la necesidad de esa reforma fiscal, expone su hoja de ruta: «Dar continuidad a lo que ya hemos diseñado, como la Ley de Cambio Climático, el impulso del autoconsumo o la transición justa, y que sea un acuerdo de todos, aunque algunos partidos niegan el cambio climático, y otros, aunque lo aceptan, retardan las medidas que hay que tomar». Según Pons, el hidrógeno verde debe tener un impulso definitivo, entre otros motivos, para resolver los problemas de almacenamiento. «Es una tecnología a la que aún le queda mucho por madurar. Pero cuando logremos que su producción sea eficiente, podemos llegar a ser grandes exportadores», opina. Es algo en lo que Sanz no coincide: «Para producir hidrógeno verde, hay que recurrir a energía eléctrica limpia, que debe ser más barata. Si vas directamente a esta energía, te evitas los costes de la cadena de valor del hidrógeno verde; por otro lado, puede producirse a nivel local, de modo que no creo que a otros países les interese pagar por que se lo exportemos».
Sea como fuere, la inversión en redes de transporte y acceso –coinciden todos los intervinientes– es necesaria para soportar un nuevo escenario energético dominado por las renovables, que además incluirá nuevas fórmulas, como el autoconsumo. «Tenemos que fortalecer la red para garantizar el suministro: ya no puede basarse en centrales que distribuyen energía, porque ahora todos podemos ser productores», confirma Pons.
Javier Santacruz: «Detuvimos la inversión en redes de distribución y es un error, porque hay que poner en el centro la necesidad de tener una red de calidad en todas partes»
En este sentido, Javier Santacruz, economista y miembro de la Asociación para la Transición Energética, advierte de que ya partimos de una situación desfavorable: «Por la crisis económica de 2008, el déficit de tarifa en el mercado eléctrico alcanzó los 30.000 millones de euros en enero de 2013; el PP tomó unas medidas que se alargaron hasta 2016, en las que se atacó a la retribución de las redes, un grave error, porque quedaron zonas de España sin inversiones en redes, lo que llevó a cortes de suministro, ya que no había certeza de que se pudiera recuperar la inversión en un tiempo razonable». Y advierte: «Detuvimos la inversión en redes de distribución y es un error, porque hay que poner en el centro la necesidad de tener una red de calidad en todas partes». En su línea, Pons concluye: «Sin duda, hay que fomentar la inversión para aprovechar la oportunidad de país que nos presenta la crisis climática: la geopolítica se mueve en función de los recursos energéticos de los países, y nosotros podemos ser productores para consumo interno y hasta exportadores de energía renovable».
COMENTARIOS