«Tenemos que ver el cambio climático como una oportunidad política y económica que Europa debe liderar»

Juan Diego Requena, diputado del PP por Jaén en el Congreso y portavoz de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, participa en el segundo de los desayunos organizados por Ethic, en los que diferentes representantes políticos se unen a expertos para debatir sobre el futuro del mercado energético en España.

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El futuro de la energía solo puede ser renovable y eso pasa por una necesaria transformación; pero, eso sí, con tiento y protegiendo por igual al consumidor doméstico y a la empresa. Así podría resumirse la postura del PP frente al nuevo escenario que marcará el incipiente cambio del mercado eléctrico europeo: recientemente se reunieron en Bruselas los ministros de Energía de los 27 Estados miembro, con algunos avances, pero sin materializar todavía una reforma que satisfaga a todos.

«Nuestro objetivo es, además de la penetración de las renovables, garantizar la seguridad de suministro y dotarnos de energía y reducir el saldo negativo en la balanza comercial: tenemos que ser más autónomos en la producción de energía», explica Juan Diego Requena, responsable de elaborar las propuestas en materia de energía del PP. Requena ha explicado la posición de su partido durante uno de los desayunos organizados por Ethic.

En esta serie de encuentros, los representantes políticos se unen, desayuno a desayuno, con tres expertos para debatir sobre el futuro del mercado energético en España. Además de Requena, también ha participado ya Marc Pons, del PSOE, y lo harán los responsables energéticos de otros partidos políticos.

«La energía es un bien esencial y un factor de competitividad; por eso debe tener precios competitivos, pero también para las empresas, por lo que debemos tener ese elemento diferenciador y evitar una fiscalidad regresiva que sea más confiscatoria que disuasoria», añade Requena.

Juan Diego Requena: «Los retos con las renovables son diferentes, y hay que dar las señales adecuadas con una regulación ágil que no ahuyente la inversión»

De fiscalidad, también hablan los expertos. Jorge Sanz es expresidente de la Comisión de Expertos para la Transición Energética que propuso una reforma fiscal del sector que alcanzó un consenso casi total de los grupos parlamentarios, sindicatos y patronal, si bien, hoy en día, no figura en ninguna agenda política –de momento–. «Para que un impuesto pueda considerarse ambiental, la base imponible debe ser algún tipo de emisión de gases de efecto invernadero», expone, «pero, hoy por hoy, ninguno de los impuestos especiales tiene bases ambientales y solo algunas autonomías gravan el CO2, pero al no ser todas, desvirtúa el mercado y la competitividad». Sanz advierte: «Para revertir esta situación, es urgente armonizar la fiscalidad, aunque hay que evitar que quienes ya pagan por derechos de emisiones paguen dos veces».

Jorge Sanz: «Hay que armonizar la fiscalidad, aunque hay que evitar que, quienes ya pagan por derechos de emisiones, paguen dos veces»

La transición a una implantación definitiva y protagónica de las energías renovables contempla este y otros muchos aspectos que hay que actualizar. Si bien algún país opta por darle una vuelta profunda a la formación de precios en el mercado eléctrico (en particular España), Requena apuesta por una adaptación al actual escenario, no así un cambio radical. «En el PP creemos que las señales del mercado han sido óptimas, el mercado spot [coste marginal] ha permitido que se haya desarrollado el mayor número de renovables posibles, y de manera competitiva, aparte de estas coyunturas puntuales de subida de precios. Y, sobre todo, la seguridad del suministro», asegura.

En este sentido, el diputado defiende una evolución de lo que ya existe: «Sabemos que los retos de presente y futuro son diferentes, y para eso hay que hacer algunos ajustes en el mercado marginalista, y complementarlo con la contratación bilateral y subastas para seguir descarbonizando; en definitiva, dar las señales adecuadas con una regulación ágil que no ahuyente la necesaria inversión en esta transformación». Una inversión que pasa, necesariamente, por un refuerzo de la red de suministro y facilitar el acceso a la misma, indica, no solo por soportar la alta demanda esperada, sino por la adaptación a nuevos modelos como el autoconsumo fotovoltaico que, según datos de UNEF, en 2022 creció en nuestro país un 108% respecto al año anterior.

«Ante una mayor demanda de viajeros, de coches y camiones, hay que ampliar y mejoras en las carreteras; pues bien, las redes de alta tensión y las de distribución son las carreteras de la energía y deben desarrollarse más», apunta Javier Santacruz, economista y miembro de la Asociación para la Transición Energética, al tiempo que alerta sobre el parón inversor que provocó la crisis de 2008 y que el Gobierno del PP prolongó hasta 2016 justificándolo por el enorme déficit de tarifa en el mercado eléctrico.

El papel de la inversión

El Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) prevé un aumento de casi el 20% en la potencia instalada en renovables entre 2020 y 2025 para alcanzar los 133.802 MW. El salto entre 2025 y 2030 será superior al 20%. Santacruz estima en casi 60.000 millones de euros el esfuerzo económico necesario y destaca la necesidad inversora en generación, ante el incremento esperado: «Nos enfrentamos a una electrificación de la economía que tendrá un gran peso en la energía final, e irá teniendo un protagonismo cada vez mayor». Advierte de que deben acelerarse las tecnologías de almacenamiento: «Si no, nos enfrentamos a una gran descompensación con instalación de nueva potencia».

Miguel Duvison: «El impulso decidido a las renovables debe estar fuera de todo debate: es algo positivo, más allá del calentamiento global»

En sintonía con el experto, Requena aboga también por la atracción de inversión para adaptar las redes al nuevo escenario e insiste en que esto pasa «por un mercado eléctrico competitivo». El diputado vuelve a la mesura del cambio, lo que pasa por mantener los ritmos adecuados: «Creemos, y nos lo han dicho los técnicos, que nuestro sistema no aguantará, además del cierre de las centrales térmicas, las nucleares, que no son una cuestión ideológica, sino técnica, porque ahorran mucho CO2; si lo hacemos antes de tiempo, nuestro sistema no va a aguantar la estabilidad de suministro». Vivimos en un país profundamente heterogéneo y eso se aplica también a la capacidad de acceso a la red. «Las zonas peninsulares no deben asumir los sobrecostes de la generación, que deben ir a los Presupuestos Generales», puntualiza Requena.

Javier Santacruz: «Nos enfrentamos a una electrificación de la economía que tendrá un gran peso en la energía final, e irá teniendo un protagonismo cada vez mayor»

Miguel Duvison, exdirector General de Operación de Red Eléctrica de España, rescata el apunte de su colega respecto a la necesidad de los sistemas de almacenamiento en un escenario dominado por las fuentes renovables. «No podemos seguir pensando que las baterías serán la solución porque, por mucho que evolucionen, nunca tendrán la inercia necesaria para que un sistema sea estable; es una cuestión de física», advierte. Y expone: «En el sistema español, disponemos de 6.000 megavatios en almacenamiento hidráulico, de los que unos 3.500 son de bombeo hidráulico puro y, el resto, de la cuenca, pero son insuficientes para los objetivos de la transición. Ahora queremos añadir 3.500 de bombeo y 2.500 de baterías, pero para un sistema de gran tamaño como el español, el único almacenamiento válido es el primero, junto con el bombeo exterior -las interconexiones internacionales-».

El exportavoz aboga por las interconexiones dentro de Europa: «Hay que fomentarlas porque es lo que yo llamo el bombeo exterior: cuando haya excedente, nos permitirá exportar energía, y recibirla cuando haya déficit». Y zanja: «Son aspectos que deben priorizarse, porque el cambio a las renovables debe estar fuera de todo debate: es algo positivo, más allá del calentamiento global». En este sentido, Requena concluye: «Tenemos que ver el cambio climático como una oportunidad política y económica y Europa debe liderarla».

Desayuno PP

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